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1.1: Una introducción a la ciencia de la psicología social

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    Por Robert Biswas-Diener

    Universidad Estatal de Portland

    La ciencia de la psicología social investiga las formas en que otras personas afectan nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos. Es un campo de estudio apasionante porque es muy familiar y relevante para nuestro día a día. Los psicólogos sociales estudian una amplia gama de temas que pueden agruparse aproximadamente en 5 categorías: atracción, actitudes, paz y conflicto, influencia social y cognición social.

    Objetivos de aprendizaje

    • Definir la psicología social y entender en qué se diferencia de otras áreas de la psicología.
    • Entender los “niveles de análisis” y por qué este concepto es importante para la ciencia.
    • Enumerar al menos tres áreas principales de estudio en psicología social.
    • Definir la “necesidad de pertenecer”.

    Introducción

    Vivimos en un mundo donde, cada vez más, personas de todos los orígenes tienen teléfonos inteligentes. En sociedades en desarrollo económico, las torres celulares suelen ser menos costosas de instalar que los teléfonos fijos tradicionales. En muchos hogares de sociedades industrializadas, cada persona tiene su propio teléfono móvil en lugar de usar un teléfono residencial compartido. A medida que esta tecnología se vuelve cada vez más común, investigadores curiosos se han preguntado qué efecto podrían tener los teléfonos en las relaciones ¿Crees que los teléfonos inteligentes ayudan a fomentar relaciones más cercanas? ¿O crees que los teléfonos inteligentes pueden entorpecer las conexiones? En una serie de estudios, los investigadores han descubierto que la mera presencia de un teléfono móvil acostado sobre una mesa puede interferir en las relaciones. En estudios de conversaciones entre extraños y amigos íntimos —conversaciones que ocurren en laboratorios de investigación y en cafeterías— los teléfonos móviles parecían distraer a las personas de conectarse entre sí. Los participantes en estos estudios reportaron menor calidad de conversación, menor confianza y menores niveles de empatía por la otra persona (Przybylski & Weinstein, 2013). Esto no es para descontar la utilidad de los teléfonos móviles, claro. No es más que un recordatorio de que se utilizan mejor en algunas situaciones que en otras. También es un ejemplo del mundo real de cómo la psicología social puede ayudar a producir ideas sobre las formas en que entendemos e interactuamos entre nosotros.

    Un hombre y una mujer se sientan uno frente al otro en una mesita en una cafetería. Ambos están mirando su propio teléfono inteligente en lugar de interactuar entre ellos.
    La psicología social está interesada en cómo otras personas afectan nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos. Los investigadores estudian las interacciones de los grupos, la forma en que la cultura da forma a nuestro pensamiento e incluso cómo la tecnología impacta [Imagen: Matthew G, https://goo.gl/En2JSi, CC BY 2.0, goo.gl/BRVSA7]

    La psicología social es la rama de la ciencia psicológica que se ocupa principalmente de comprender cómo la presencia de otros afecta nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos. Así como la psicología clínica se centra en los trastornos mentales y su tratamiento, y la psicología del desarrollo investiga la forma en que las personas cambian a lo largo de su vida, la psicología social tiene su propio enfoque. Como su nombre indica, esta ciencia se trata de investigar las formas en que funcionan los grupos, los costos y beneficios del estatus social, las influencias de la cultura y todos los demás procesos psicológicos que involucran a dos o más personas.

    La psicología social es una ciencia tan emocionante precisamente porque aborda temas que son tan familiares y tan relevantes para nuestra vida cotidiana. Los humanos son “animales sociales”. Al igual que las abejas y los venados, vivimos juntos en grupos. A diferencia de esos animales, sin embargo, las personas son únicas, en que nos preocupamos mucho por nuestras relaciones. De hecho, un estudio clásico del estrés vital encontró que los eventos más estresantes en la vida de una persona —la muerte de un cónyuge, el divorcio y el ir a la cárcel— son muy dolorosos porque conllevan la pérdida de relaciones (Holmes & Rahe, 1967). Pasamos una gran cantidad de tiempo pensando e interactuando con otras personas, y los investigadores están interesados en comprender estos pensamientos y acciones. Rendir un asiento en el autobús por otra persona es un ejemplo de psicología social. Entonces es desagradar a una persona porque lleva una playera con el logo de un equipo deportivo rival. Cotigar, conformarse, argumentar, confiar, competir: todos estos son ejemplos de temas que interesan a los investigadores de psicología social.

    A veces, la ciencia puede parecer abstracta y alejada de las preocupaciones de la vida cotidiana. Cuando los neurocientíficos discuten el funcionamiento de la corteza cingulada anterior, por ejemplo, puede sonar importante. Pero las partes específicas del cerebro y sus funciones no siempre parecen estar directamente conectadas con las cosas que te importan: boletos de estacionamiento, tomados de la mano o conseguir un trabajo. La psicología social se siente muy cerca de casa porque a menudo trata de procesos psicológicos universales con los que las personas pueden relacionarse fácilmente. Por ejemplo, las personas tienen una poderosa necesidad de pertenecer (Baumeister & Leary, 1995). No importa si una persona es de Israel, México o Filipinas; todos tenemos una fuerte necesidad de hacer amigos, formar familias y pasar tiempo juntos. Satisfacemos esta necesidad haciendo cosas como unirnos a equipos y clubes, usar ropa que represente a “nuestro grupo” e identificarnos con base en la afiliación nacional o religiosa. Se siente bien pertenecer a un grupo. La investigación apoya esta idea. En un estudio de las personas más y menos felices, el factor diferenciador no fue el género, los ingresos o la religión; fue tener relaciones de alta calidad (Diener & Seligman, 2002). Incluso los introvertidos reportan ser más felices cuando se encuentran en situaciones sociales (Pavot, Diener & Fujita, 1990). Se pueden encontrar más evidencias observando las experiencias psicológicas negativas de las personas que no sienten que pertenecen. Las personas que se sienten solas o aisladas son más vulnerables a la depresión y problemas de salud física (Cacioppo, & Patrick, 2008).

    Compañeros de equipo con playeras a juego celebran juntos al final de un maratón.
    Los sentimientos que experimentamos como miembros de grupos —como compañeros de equipo, conciudadanos, seguidores de una fe particular— juegan un papel muy importante en nuestras identidades y en nuestra felicidad. [Imagen: leonardo samrani, https://goo.gl/jHVWXR, CC BY 2.0, goo.gl/BRVSA7]

    La Psicología Social es una Ciencia

    La necesidad de pertenecer es también un ejemplo útil de las formas en que encajan los diversos aspectos de la psicología. La psicología es una ciencia que puede subdividirse en especialidades como la “psicología anormal” (el estudio de la enfermedad mental) o la “psicología del desarrollo” (el estudio de cómo se desarrollan las personas a lo largo de la vida). En la vida diaria, sin embargo, no nos detenemos y examinamos nuestros pensamientos o comportamientos como claramente sociales versus basados en el desarrollo versus basados en la personalidad versus clínicos. En la vida cotidiana, todos estos se mezclan. Por ejemplo, la necesidad de pertenecer tiene sus raíces en la psicología del desarrollo. Los psicólogos del desarrollo han prestado atención durante mucho tiempo a la importancia de apegarse a un cuidador, sentirse seguro y apoyado durante la infancia, y la tendencia a conformarse a la presión de grupo durante la adolescencia. De igual manera, los psicólogos clínicos —quienes investigan trastornos mentales— han señalado que las personas sienten falta de pertenencia para ayudar a explicar la soledad, la depresión y otros dolores psicológicos. En la práctica, los psicólogos separan conceptos en categorías como “clínico”, “de desarrollo” y “social” solo por necesidad científica. Es más fácil simplificar pensamientos, sentimientos y comportamientos para estudiarlos. Cada subdisciplina psicológica tiene sus propios enfoques únicos de investigación. Es posible que hayas notado que así es casi siempre como se enseña la psicología, también. Tomas un curso de personalidad, otro en sexualidad humana, y un tercero en estudios de género, como si estos temas no estuvieran relacionados. En la vida cotidiana, sin embargo, estas distinciones no existen realmente, y existe una fuerte superposición entre las diversas áreas de la psicología.

    Niveles de análisis en psicología: Cultural/Medio Ambiente; Relaciones/Grupos; Comportamiento; Pensamientos/Sentimientos/Percepciones; Fisiología; Química/ADN.
    Figura 11.1.1: Los niveles de análisis en psicología.

    En psicología, existen diversos niveles de análisis. La Figura 11.1.1 resume los diferentes niveles en los que los científicos podrían entender un solo evento. Tomemos el ejemplo de un niño pequeño viendo a su madre hacer una llamada telefónica: el niño tiene curiosidad, y está usando el aprendizaje observacional para enseñarse a sí misma sobre esta máquina llamada teléfono. En los niveles de análisis más específicos, podríamos entender que varios procesos neuroquímicos están ocurriendo en el cerebro del niño pequeño. Podríamos ser capaces de utilizar técnicas de imagen para ver que el cerebelo, entre otras partes del cerebro, se activa con energía eléctrica. Si pudiéramos “retirar” nuestra lente científica, también podríamos obtener información sobre la propia experiencia de la llamada telefónica del niño pequeño. Podría estar confundida, interesada o celosa. Al pasar al siguiente nivel de análisis, podríamos notar un cambio en el comportamiento del niño: durante la llamada surca la ceja, entrecerró los ojos y mira a su madre y al teléfono. Incluso podría llegar y agarrar el teléfono. En otro nivel más de análisis, pudimos ver las formas en que sus relaciones entran en la ecuación. Podríamos observar, por ejemplo, que la pequeña frunce el ceño y agarra el teléfono cuando su madre lo usa, pero juega alegremente y lo ignora cuando su hermanastro hace una llamada. Todos estos procesos químicos, emocionales, conductuales y sociales ocurren simultáneamente. Ninguno de ellos es la verdad objetiva. En cambio, cada uno ofrece pistas para comprender mejor lo que, psicológicamente hablando, está sucediendo.

    Los psicólogos sociales atienden a todos los niveles de análisis pero, históricamente—esta rama de la psicología ha enfatizado los niveles superiores de análisis. Los investigadores en este campo se sienten atraídos por preguntas relacionadas con las relaciones, los grupos y la cultura. Esto significa que enmarcan sus hipótesis de investigación en estos términos. Imagina por un momento que eres investigador social. En tu vida diaria, notas que los hombres mayores en promedio parecen hablar de sus sentimientos menos que los hombres más jóvenes. Es posible que desee explorar su hipótesis registrando conversaciones naturales entre hombres de diferentes edades. Esto le permitiría ver si había pruebas que respaldaran su observación original. También te permitiría comenzar a tamizar todos los factores que podrían influir en este fenómeno: ¿Qué pasa cuando un hombre mayor habla con un hombre más joven? ¿Qué pasa cuando un hombre mayor habla con un extraño versus su mejor amigo? ¿Qué sucede cuando dos hombres altamente educados interactúan frente a dos hombres de clase trabajadora? La exploración de cada una de estas preguntas se centra en las interacciones, el comportamiento y la cultura más que en las percepciones, las hormonas o el ADN.

    Dos hombres mayores se sientan juntos frente a una tienda conversando.
    Los psicólogos sociales han desarrollado métodos únicos para estudiar actitudes y comportamientos que ayudan a responder preguntas que tal vez no sean posibles de responder en un laboratorio. La observación naturalista de las interacciones del mundo real, por ejemplo, sería un método muy adecuado para comprender más sobre los hombres y cómo comparten sus sentimientos. [Imagen: Michael Coghlan, https://goo.gl/dGc3JV, CC BY-SA 2.0, goo.gl/rXiusF]

    En parte, este enfoque en las relaciones e interacciones complejas es una de las cosas que dificulta tanto la investigación en psicología social. La investigación de alta calidad a menudo implica la capacidad de controlar el ambiente, como en el caso de los experimentos de laboratorio. El laboratorio de investigación, sin embargo, es artificial, y lo que allí sucede puede que no se traduzca en las circunstancias más naturales de la vida. Es por ello que los psicólogos sociales han desarrollado su propio conjunto de métodos únicos para estudiar actitudes y comportamientos sociales. Por ejemplo, utilizan la observación naturalista para ver cómo se comportan las personas cuando no saben que están siendo observadas. Mientras que las personas en el laboratorio podrían informar que personalmente no tienen puntos de vista u opiniones racistas (prejuicios que la mayoría de la gente no admitiría fácilmente), si observaras lo cerca que se sentaban junto a personas de otras etnias mientras viajaban en el autobús, podrías descubrir una pista de comportamiento de sus actitudes reales y preferencias.

    ¿Qué se incluye en la Psicología Social?

    La psicología social es el estudio de los procesos grupales: cómo nos comportamos en grupos, y cómo nos sentimos y pensamos unos de otros. Si bien es difícil resumir las muchas áreas de la investigación en psicología social, puede ser útil agruparlas en categorías principales como punto de partida para envolver nuestras mentes. No hay, en realidad, un número específico de categorías definitivas, pero a efectos de ilustración, usemos cinco. La mayoría de los temas de investigación en psicología social caen en una (pero a veces más) de cada una de estas áreas:

    Atracción

    Un gran número de estudios en psicología social se ha centrado en el proceso de atracción. Piensa en un adulto joven que se va a la universidad por primera vez. Toma un curso de historia del arte y se sienta junto a una joven que encuentra atractiva. Este sentimiento plantea varias preguntas interesantes: ¿De dónde viene la atracción? ¿Es biológico o aprendido? ¿Por qué sus estándares de belleza difieren un poco de los de su mejor amigo? El estudio de la atracción abarca una amplia gama de temas. Puede comenzar con las primeras impresiones, luego extenderse al cortejo y al compromiso. Implica los conceptos de belleza, sexo y evolución. Los investigadores de la atracción podrían estudiar el comportamiento de acecho. Podrían investigar el divorcio o el nuevo matrimonio. Podrían estudiar los estándares cambiantes de belleza a lo largo de décadas.

    Dos adolescentes masai posan juntas con ropa tradicional.
    Cuando se realizó un estudio de atractivo con personas tribales masai, los investigadores encontraron que cuando los participantes calificaron el atractivo de sus amigos usaban criterios diferentes que cuando calificaban el atractivo de extraños, patrón que también se descubrió en una muestra de personas de los Estados Unidos Estados. [Imagen: DFID, https://goo.gl/5FfSjt, CC BY 2.0, goo.gl/BRVSA7]

    En una serie de estudios centrados en el tema de la atracción, los investigadores tenían curiosidad por saber cómo las personas hacen juicios sobre la medida en que los rostros de sus amigos y de extraños son guapos (Wirtz, Biswas-Diener, Diener & Drogos, 2011). Para ello, los investigadores mostraron un conjunto de fotografías de rostros de hombres y mujeres jóvenes a varios asistentes que estaban ciegos a la hipótesis de la investigación. Algunas de las personas en las fotos eran caucásicas, otras afroamericanas y otras masai, una tribu de gente tradicional de Kenia. Se pidió a los asistentes que calificaran los diversos rasgos faciales en las fotos, entre ellos la suavidad de la piel, el tamaño de los ojos, la prominencia de los pómulos, la simetría (qué tan similares son las mitades izquierda y derecha del rostro), y otras características. Luego se mostraron las fotos a los participantes de la investigación, de las mismas tres etnias que las personas en las fotos, a quienes se les pidió que calificaran las caras por su atractivo general. Curiosamente, al calificar los rostros de extraños, los blancos, los masai y los afroamericanos estaban en general de acuerdo sobre qué caras eran más guapas. No solo eso, sino que hubo una alta consistencia en la que rasgos faciales específicos se asociaron con ser guapos. Por ejemplo, a través de etnias y culturas, todos parecían encontrar una piel suave más atractiva que la piel con manchas. Todos parecían estar también de acuerdo en que los barbillos más grandes hacían más atractivos a los hombres, pero no a las mujeres

    Entonces vino un descubrimiento interesante. Los investigadores encontraron que los tribales masai estaban de acuerdo sobre los rostros de extraños, ¡pero no sobre los rostros de personas que conocían! Dos personas podrían mirar la misma foto de alguien que conocían; una daría un pulgar hacia arriba por el atractivo, la otra, no tanto. Parecía que los amigos estaban usando algún otro estándar de belleza además de simplemente nariz, ojos, piel y otros rasgos faciales. Para profundizar en esto, los investigadores realizaron un segundo estudio en Estados Unidos. Trajeron a estudiantes universitarios a su laboratorio en parejas. Cada pareja eran amigos; algunos eran amigos del mismo sexo y otros eran amigos del sexo opuesto. Se les tomaron fotografías y luego se les pidió que calificaran en privado el atractivo de cada uno, junto con fotos de otros participantes a quienes no conocían (extraños). También se les pidió a los amigos que se calificaran entre sí en función de los rasgos de personalidad, incluidos “admirables”, “generosos”, “agradables”, “salientes”, “sensibles” y “cálidos”.

    Al hacer esto, los investigadores descubrieron dos cosas. Primero, encontraron exactamente el mismo patrón que en el estudio anterior: cuando los universitarios calificaron a extraños, se enfocaron en rasgos faciales reales, como la suavidad de la piel y ojos grandes, para hacer sus juicios (se dieran cuenta o no). Pero cuando se trataba del factor de calor de sus amigos, estas características parecían no ser muy importantes. De pronto, las características agradables de la personalidad fueron un mejor predictor de a quién se le consideraba guapa. Esto tiene sentido. El atractivo es, en parte, un proceso evolutivo y biológico. Ciertas características, como la piel suave, son señales de salud y aptitud reproductiva, algo especialmente importante cuando se busca a extraños. Una vez que conocemos a una persona, sin embargo, es posible intercambiar esos criterios biológicos por otros psicológicos. Las personas tienden a sentirse atraídas no sólo por los músculos y las caras simétricas sino también por la amabilidad y la generosidad. A medida que se dispone de más información sobre la personalidad de una persona, ésta se convierte en el aspecto más importante del atractivo de una persona.

    Comprender cómo funciona la atracción es más que un ejercicio intelectual; también puede conducir a mejores intervenciones. Los conocimientos de los estudios sobre la atracción pueden llegar a las conversaciones sobre políticas públicas, la terapia de pareja y los programas de educación sexual.

    Actitudes

    Un vagabundo se sienta en la acera de una calle muy transitada mientras multitudes de compradores se encuentran cerca.
    Los psicólogos sociales están interesados en encontrar formas de aplicar su investigación para mejorar la vida de las personas y beneficiar a las comunidades y a la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, los investigadores están buscando formas de cambiar las actitudes del público en general sobre los grupos estigmatizados como las personas sin hogar. [Imagen: Sascha Kohlmann, http://goo.gl/L436hN, CC BY-SA 2.0, goo.gl/rXiusF]

    La psicología social comparte con sus primos intelectuales la sociología y la ciencia política un interés por las actitudes. Las actitudes son opiniones, sentimientos y creencias sobre una persona, concepto o grupo. La gente sostiene actitudes sobre todo tipo de cosas: las películas que ven, los temas políticos y lo que constituye una buena cita. Los investigadores de psicología social están interesados en qué actitudes tienen las personas, de dónde provienen estas actitudes y cómo cambian con el tiempo. Los investigadores están especialmente interesados en las actitudes sociales que las personas tienen sobre categorías de personas, como ancianos, veteranos militares o personas con discapacidad mental.

    Entre los temas más estudiados en la investigación de actitudes se encuentran los estereotipos y los prejuicios. Aunque las personas suelen utilizar estas palabras indistintamente, en realidad son conceptos diferentes. Los estereotipos son una forma de usar atajos de información sobre un grupo para navegar de manera efectiva por situaciones sociales o tomar decisiones. Por ejemplo, podrías tener un estereotipo de que las personas mayores son físicamente más lentas y frágiles que las de veinte años. Si es así, es más probable que trate las interacciones con los ancianos de una manera diferente que las interacciones con personas más jóvenes. Aunque podrías deleitarte en saltar sobre la espalda de tu amigo, golpear a un amigo en el brazo, o saltar y asustar a un amigo, probablemente no te involucres en estos comportamientos con los ancianos. La información estereotipada puede o no ser correcta. Además, la información estereotipada puede ser positiva o negativa. Independientemente de la precisión, todas las personas utilizan estereotipos, porque son formas eficientes e ineludibles de lidiar con enormes cantidades de información social. Es importante tener presente, sin embargo, que los estereotipos, aunque sean correctos en general, probablemente no se apliquen a todos los miembros del grupo. En consecuencia, puede parecer injusto juzgar a un individuo con base en las normas de grupo percibidas.

    El prejuicio, por otro lado, se refiere a cómo se siente una persona acerca de un individuo en función de su pertenencia a un grupo. Por ejemplo, alguien con un prejuicio contra los tatuajes puede sentirse incómodo sentado en el metro junto a un joven con múltiples tatuajes visibles. En este caso, la persona está prejuzgando al hombre con tatuajes basados en miembros del grupo (personas con tatuajes) en lugar de conocer al hombre como individuo. Al igual que los estereotipos, los prejuicios pueden ser positivos o negativos.

    La discriminación ocurre cuando una persona es sesgada contra un individuo, simplemente por la pertenencia del individuo a una categoría social. Por ejemplo, si tuvieras que enterarte de que una persona ha ido a rehabilitación para recibir tratamiento con alcohol, podría ser injusto tratarla como poco confiable. Podrías tener un estereotipo de que las personas que han estado involucradas con drogas no son confiables o que tienen antecedentes de arrestos. La discriminación vendría cuando actúas sobre ese estereotipo al, por ejemplo, negarse a contratar a la persona para un trabajo para el que de otra manera está calificada. Comprender los mecanismos psicológicos de problemas como el prejuicio puede ser el primer paso para resolverlos.

    La psicología social se centra en los procesos básicos, pero también en las aplicaciones. Es decir, los investigadores están interesados en formas de hacer del mundo un lugar mejor, por lo que buscan formas de poner sus descubrimientos en práctica constructiva. Esto se puede ver claramente en los estudios sobre el cambio de actitud. En tales experimentos, los investigadores están interesados en cómo las personas pueden superar actitudes negativas y sentir más empatía hacia los miembros de otros grupos. Tomemos, por ejemplo, un estudio de Daniel Batson y sus colegas (1997) sobre actitudes hacia personas de grupos estigmatizados. En particular, los investigadores tenían curiosidad por saber cómo se sentían los estudiantes universitarios en su estudio sobre las personas sin hogar. Hicieron que los estudiantes escucharan una grabación de un hombre sin hogar ficticio —Harold Mitchell— describiendo su vida. A la mitad de los participantes se les dijo que eran objetivos y justos en su consideración de su historia. A la otra mitad se le instruyó para tratar de ver la vida a través de los ojos de Harold e imaginar cómo se sentía. Una vez terminada la grabación, los participantes calificaron sus actitudes hacia las personas sin hogar en general. Abordaron actitudes como “La mayoría de las personas sin hogar podrían conseguir un trabajo si quisieran” o “La mayoría de las personas sin hogar eligen vivir de esa manera”. Resulta que cuando se instruye a las personas a tener empatía —tratar de ver el mundo a través de los ojos de otra persona— les da no sólo más empatía por ese individuo, sino también por el grupo en su conjunto. En el experimento de Batson et al. (1997), los participantes de alta empatía reportaron una calificación favorable de personas sin hogar que aquellos participantes en la condición de baja empatía.

    Estudios como estos son importantes porque revelan posibilidades prácticas para crear una sociedad más positiva. En este caso, los resultados nos dicen que es posible que las personas cambien sus actitudes y vean más favorablemente a las personas que de otro modo podrían evitar o verse perjudicadas. De hecho, parece que se necesita relativamente poco —simplemente el esfuerzo de ver el punto de vista ajeno— para impulsar a la gente a ser un poco más amable y generosa entre sí. En un mundo donde las divisiones religiosas y políticas son muy publicitadas, este tipo de investigación podría ser un paso importante hacia el trabajo conjunto.

    Paz y Conflicto

    Dos hombres se paran casi nariz a nariz mientras discuten en la calle.
    ¿Por qué peleamos? ¿Cómo peleamos? ¿Qué factores contribuyen al éxito de la reconciliación? Los psicólogos sociales estudian los conflictos, la agresión y la violencia y su investigación lleva a muchas aplicaciones del mundo real en áreas como las relaciones internacionales y la terapia clínica. [Imagen: David Shankbone, http://goo.gl/r6DWkc, CC BY 2.0, goo.gl/BRVSA7]

    Los psicólogos sociales también están interesados en la paz y el conflicto. Investigan conflictos que van desde los pequeños, como una disputa entre amantes, hasta los grandes, como las guerras entre naciones. A los investigadores les interesa por qué la gente pelea, cómo lucha y cuáles son los posibles costos y beneficios de pelear. En particular, los psicólogos sociales están interesados en los procesos mentales asociados con el conflicto y la reconciliación. Quieren entender cómo las emociones, los pensamientos y el sentido de la identidad juegan en los conflictos, además de maquillarse después.

    Tomemos, por ejemplo, un estudio de 1996 realizado por Dov Cohen y sus colegas. Estaban interesados en personas que provienen de una “cultura del honor”, es decir, un trasfondo cultural que enfatiza la reputación personal o familiar y el estatus social. Cohen y sus colegas se dieron cuenta de que las fuerzas culturales influyen en por qué las personas se ofenden y cómo se comportan cuando otras las ofenden. Para investigar cómo reaccionan las personas de una cultura de honor ante la agresión, el equipo de investigación de Cohen invitó al laboratorio a decenas de universitarios, la mitad de los cuales eran de una cultura de honor. En su experimento, tuvieron un golpe confederado de investigación “accidentalmente” al participante de la investigación al pasar el uno al otro en el pasillo, luego decir “imbécil” silenciosamente. Descubrieron que la gente del norte de Estados Unidos probablemente se reiría del incidente con diversión (solo el 35% se enojó), mientras que el 85% de la gente del sur de Estados Unidos, una región de cultura de honor, se enojó.

    En un estudio de seguimiento, los investigadores tenían curiosidad por saber si esta ira se extendería y llevaría a las personas de culturas de honor a reaccionar más violentamente que otras (Cohen, Nisbett, Bowdle, & Schwarz, 1996). En un entorno de cafetería, los investigadores “accidentalmente” derribaron bebidas de personas de culturas de honor así como bebidas de personas que no eran de culturas de honor. Como era de esperar, la gente de las culturas de honor se enojó más; sin embargo, no actuaron de manera más agresiva. Curiosamente, en entrevistas de seguimiento, la gente de culturas de honor dijo que esperarían que sus pares —otras personas de su cultura de honor— actuaran violentamente aunque ellos mismos no lo hubieran hecho. Este estudio de seguimiento proporciona información sobre los vínculos entre las emociones y el comportamiento social. También arroja luz sobre las formas en que las personas perciben ciertos grupos.

    Esta línea de investigación es solo un ejemplo de cómo los psicólogos sociales estudian las fuerzas que dan lugar a la agresión y la violencia. Al igual que en el caso de las actitudes, una mejor comprensión de estas fuerzas podría ayudar a investigadores, terapeutas y formuladores de políticas a intervenir de manera más efectiva en los conflictos.

    Influencia Social

    Tómate un momento y piensa en los comerciales de televisión. ¿Qué tan influenciado crees que estás por los anuncios que ves? Una percepción muy común que se expresa entre los estudiantes de psicología es “Otras personas están influenciadas por los anuncios, ¡pero no yo!” Hasta cierto punto, es un pensamiento inquietante que las influencias externas podrían influir en nosotros para gastar dinero, tomar decisiones sobre, o incluso sentir lo que ellos quieren que hagamos. Sin embargo, ninguno de nosotros puede escapar a la influencia social. Quizás, más que cualquier otro tema, la influencia social es el corazón y el alma de la psicología social. Nuestros estudios más famosos tratan sobre las formas en que otras personas afectan nuestro comportamiento; son estudios sobre la conformidad —ser persuadidos de renunciar a nuestras propias opiniones y estar de acuerdo con el grupo —y la obediencia — siguiendo órdenes o peticiones de personas en autoridad.

    Un mesero sonriente entregando cócteles en una bandeja.
    Muchas de nuestras actividades cotidianas más comunes —comer en un restaurante, por ejemplo— involucran instancias de influencia social. Puede que ni siquiera seamos conscientes de que nuestros comportamientos están siendo guiados por fuerzas externas de persuasión, pero ninguno de nosotros es inmune a la influencia social. [Imagen: Alan Light, http://goo.gl/ZdxASW, CC BY 2.0, goo.gl/t4qgsp]

    Entre los temas más investigados se encuentra la persuasión. La persuasión es el acto de entregar un mensaje particular para que influya en el comportamiento de una persona de una manera deseada. Tus amigos intentan persuadirte para que te unas a su grupo para almorzar. Tus padres tratan de persuadirte para que vayas a la universidad y te tomes en serio tus estudios. Los médicos tratan de persuadirlo para que coma una dieta saludable o haga ejercicio con más frecuencia. Y, sí, los anunciantes tratan de persuadirte también. Muestran sus productos de una manera que los hace parecer útiles, asequibles, confiables o geniales.

    Un ejemplo de persuasión se puede ver en una situación muy común: dar propina al personal de servicio en un restaurante. En algunas sociedades, especialmente en Estados Unidos, las propinas son una parte importante de la comida. Como probablemente sabrás, los servidores esperan obtener una gran propina a cambio de un buen servicio. Un grupo de investigadores tenía curiosidad por saber qué hacen los servidores para convencer a los comensales para que den propinas más grandes. Ocasionalmente, por ejemplo, los servidores escriben un mensaje personal de agradecimiento en la factura. En una serie de estudios, los investigadores estaban interesados en cómo afectaría la donación de regalos a las propinas. Primero, hicieron que dos camareros varones en Nueva York entregaran un trozo de chocolate envuelto en papel de aluminio junto con la factura al final de la comida. La mitad de 66 comensales recibieron el chocolate y la otra mitad no. Cuando a los mecenas se les dio el dulce inesperado, dieron propina, en promedio, 2% más (Strohmetz, Rid, Fisher & Lynn 2002).

    En un estudio de seguimiento, los investigadores cambiaron las condiciones. En este caso, dos servidores hembra trajeron a la mesa una pequeña canasta de chocolates surtidos (Strohmetz et al., 2002). En una condición de investigación, les dijeron a los comensales que podían recoger dos dulces; en una condición de investigación separada, sin embargo, les dijeron a los comensales que podían elegir uno dulce, pero luego —cuando los comensales se preparaban para irse— los meseros regresaron y les ofrecieron un segundo dulce. En ambas situaciones, los comensales recibieron la misma cantidad de dulces, pero en la segunda condición los meseros parecían ser más generosos, como si estuvieran tomando una decisión personal de dar un pequeño regalo adicional. En ambas condiciones la cantidad promedio de propinas subió, pero las propinas aumentaron un enorme 21% en la condición “muy generosa”. Los investigadores concluyeron que dar un pequeño regalo pone a la gente en el estado de ánimo para devolver un poco de algo, principio llamado reciprocidad.

    La investigación sobre la persuasión es muy útil. Si bien es tentador descartarlo como un mero intento de los anunciantes de conseguir que compres bienes y servicios, la persuasión se utiliza para muchos propósitos. Por ejemplo, los profesionales médicos a menudo esperan que las personas donen sus órganos después de morir. Los órganos donados se pueden utilizar para capacitar a estudiantes de medicina, avanzar en el descubrimiento científico o salvar la vida de otras personas a través del trasplante. Durante años, médicos e investigadores intentaron persuadir a la gente para que donara, pero relativamente pocas personas lo hicieron. Entonces, los formuladores de políticas ofrecieron una opción de donación de órganos para las personas que obtuvieron su licencia de conducir, y las donaciones aumentaron. Cuando las personas recibían su licencia, podían marcar una casilla que los inscribía en el programa de donación de órganos. Al acoplar la decisión de donar órganos con un evento más común —obtener una licencia— los responsables políticos pudieron aumentar el número de donantes. Entonces, tuvieron la idea adicional de “incitar” a las personas a donar, haciéndolas “optar por no participar” en lugar de “optar por participar”. Ahora, las personas se inscriben automáticamente para donar órganos a menos que hagan el esfuerzo de marcar una casilla que indique que no quieren hacerlo. Al hacer de la donación de órganos el defecto, más personas han donado y se han salvado más vidas. Este es un pequeño pero poderoso ejemplo de cómo podemos ser persuadidos de comportarnos de ciertas maneras, muchas veces sin siquiera darnos cuenta de lo que nos está influyendo.

    Cognición Social

    Tú, yo, todos nosotros, pasamos gran parte de nuestro tiempo pensando en otras personas. Hacemos conjeturas en cuanto a su honestidad, sus motivos y sus opiniones. Cognición social es el término para la forma en que pensamos sobre el mundo social y cómo percibimos a los demás. En cierto sentido, continuamente estamos contando una historia en nuestras propias mentes sobre las personas que nos rodean. Nos cuesta entender por qué no se presentó una cita, si podemos confiar en las notas de un compañero de estudios, o si nuestros amigos se ríen de nuestros chistes porque somos graciosos o si solo están siendo amables. Cuando hacemos conjeturas educadas sobre los esfuerzos o motivos de otros, esto se llama atribución social. Estamos “atribuyendo” su comportamiento a una causa particular. Por ejemplo, podríamos atribuir el fracaso de una fecha para llegar a tiempo a problemas con el automóvil, olvido o la posibilidad equivocada de que no somos dignos de ser amados.

    Un hombre con una expresión enojada en su rostro se sienta al volante de un automóvil mirando hacia adelante.
    ” ¿Soy el único que sabe conducir? ¡Los caminos están llenos de maníacos e idiotas hoy!” Si alguna vez has tenido estos sentimientos mientras estás al volante probablemente hayas experimentado lo que los psicólogos llaman el error de atribución fundamental. [Imagen: seppschanz, http://goo.gl/eVkDIs, CC BY-NC 2.0, goo.gl/IF4hmm]

    Debido a que la información que tenemos con respecto a los motivos y el comportamiento de otras personas no es tan completa como nuestros conocimientos sobre los nuestros, es probable que hagamos juicios poco confiables sobre ellos. Imagina, por ejemplo, que una persona en la autopista acelera detrás de ti, sigue peligrosamente cerca, luego se desvía y te pasa ilegalmente. A medida que el conductor acelera a la distancia, podrías pensar para ti mismo: “¡Qué imbécil!” Estás empezando a contarte una historia sobre por qué esa persona se comportó de esa manera. Porque no tienes ninguna información sobre su situación, ¿corriendo al hospital o escapando de un robo a un banco? —incumbe a juicios de carácter: claramente, ese conductor es impaciente, agresivo y francamente grosero. Si tuvieras que hacer exactamente lo mismo, sin embargo, cortar a alguien en la autopista, sería menos probable que atribuyeras el mismo comportamiento a un personaje pobre, y más probable que lo atribuyeras a la situación. (Quizás la radio te distrajo momentáneamente.) La manera consistente en que atribuimos las acciones de las personas a los rasgos de personalidad mientras pasamos por alto las influencias situacionales se denomina error de atribución fundamental.

    El error de atribución fundamental también puede surgir de otras maneras. Puede incluir grupos a los que pertenecemos versus grupos opuestos. Imagina, por ejemplo, que eres fanático del rugby. Tu equipo favorito es el All Blacks, de Nueva Zelanda. En un partido en particular, notas lo antideportivo que es el equipo contrario. Parecen hacer pucheros y parecen cometer un número inusualmente alto de faltas. Su conducta faltante está claramente ligada a su carácter; ¡son personas malas! Sin embargo, cuando un jugador de los All Blacks es llamado por una falta, puede que te inclines a verlo como una mala llamada por parte del árbitro o producto de que tu equipo es presionado por un horario difícil y una serie de lesiones a sus jugadores estrella. Este proceso mental permite a una persona mantener su propia alta autoestima mientras descarta el mal comportamiento de los demás.

    Conclusión

    Las personas están más conectadas entre sí hoy que en cualquier otro momento de la historia. Por primera vez, es fácil tener miles de conocidos en redes sociales. Es más fácil que nunca viajar y conocer gente de diferentes culturas. Empresas, escuelas, grupos religiosos, partidos políticos y gobiernos interactúan más que nunca. Por primera vez, las personas en mayor número viven agrupadas en ciudades que viven repartidas en entornos rurales. Estos cambios tienen consecuencias psicológicas. A lo largo de los últimos cien años, hemos visto cambios dramáticos en el compromiso político, las relaciones étnicas, e incluso la definición misma de familia misma.

    Los psicólogos sociales son científicos que están interesados en comprender las formas en que nos relacionamos entre nosotros, y el impacto que estas relaciones tienen en nosotros, individual y colectivamente. La investigación en psicología social no solo puede conducir a una mejor comprensión de las relaciones personales, sino que puede conducir a soluciones prácticas para muchos males sociales. Legisladores, maestros y padres de familia, terapeutas y formuladores de políticas pueden usar esta ciencia para ayudar a desarrollar sociedades con menos conflictos y más apoyo social.

    Recursos externos

    Web: Una colección de enlaces sobre el tema de la psicología de la paz
    https://www.socialpsychology.org/peace.htm
    Web: Un gran recurso para todas las cosas de la psicología social, todo en un solo lugar - Red de Psicología Social
    http://www.socialpsychology.org/
    Web: Una lista de perfiles de las principales figuras históricas de la psicología social
    https://www.socialpsychology.org/social-figures.htm
    Web: Una revisión de la historia de la psicología social así como de los temas de interés en el campo
    https://en.Wikipedia.org/wiki/Social_psychology
    Web: Una breve revisión de las principales figuras históricas de la psicología social
    http://www.simplypsychology.org/soci...sychology.html
    Web: Un artículo sobre la definición y áreas de influencia de la psicología de la paz
    https://en.Wikipedia.org/wiki/Peace_psychology
    Web: Artículo que describe otra forma de conceptualizar los niveles de análisis en psicología social
    http://psych.colorado.edu/~oreilly/cecn/node11.html
    Web: Lista ampliada de las principales figuras históricas de la psicología social
    http://www.sparknotes.com/psychology...haracters.html
    Web: Historia y principios de la psicología social
    https://opentextbc.ca/socialpsychology/chapter/defining-social-psychology-history-and-principles/
    Web: Enlaces a fuentes sobre historia de la psicología social así como a grandes figuras históricas
    https://www.socialpsychology.org/history.htm
    Web: La Sociedad para el Estudio de la Paz, el Conflicto y la Violencia
    http://www.peacepsych.org/

    Preguntas de Discusión

    1. Enumere los tipos de relaciones que tiene. ¿Cómo afectan estas personas a tu comportamiento? ¿Hay acciones que realizas o cosas que haces que no podrías de otra manera si no fuera por ellas?
    2. Cuando piensas en dónde se sienta cada persona de tu clase de psicología, ¿qué influye en el asiento que elige usar? ¿Es solo cuestión de preferencia personal o hay otras influencias en el trabajo?
    3. ¿Alguna vez intentaste persuadir a amigos o familiares para que hagan algo? ¿Cómo intentas persuadirlos? ¿Cómo intentan persuadirte? Dar ejemplos específicos.
    4. Si fueras psicólogo social, ¿qué te gustaría investigar? ¿Por qué? ¿Cómo lo harías?

    El vocabulario

    Actitud
    Una forma de pensar o sentir sobre un objetivo que a menudo se refleja en el comportamiento de una persona. Ejemplos de objetivos de actitud son individuos, conceptos y grupos.
    Atracción
    El proceso psicológico de estar sexualmente interesado en otra persona. Esto puede incluir, por ejemplo, atracción física, primeras impresiones y rituales de citas.
    Ciego a la hipótesis de la investigación
    Cuando los participantes en la investigación no están al tanto de lo que se está estudiando.
    Conformidad
    Cambiar la actitud o el comportamiento de uno para que coincida con una norma social percibida.
    Cultura de honor
    Una cultura en la que la reputación personal o familiar es especialmente importante.
    Discriminación
    La discriminación es un comportamiento que beneficia o perjudica a las personas simplemente en función de su pertenencia al grupo.
    Error de atribución fundamental
    La tendencia a enfatizar los rasgos de personalidad de otra persona al describir los motivos y comportamientos de esa persona y pasar por alto la influencia de factores situacionales.
    Hipótesis
    Una posible explicación que se puede probar a través de la investigación.
    Niveles de análisis
    Vistas complementarias para analizar y comprender un fenómeno.
    Necesidad de pertenecer
    Un fuerte impulso natural en los humanos para formar conexiones sociales y ser aceptados por los demás.
    Obediencia
    Responder a una orden o mando de una persona en una posición de autoridad.
    Aprendizaje observacional
    Aprender observando el comportamiento de los demás.
    Prejuicio
    Una evaluación o emoción hacia las personas basada meramente en la pertenencia a su grupo.
    Reciprocidad
    El acto de intercambiar bienes o servicios. Al darle un regalo a una persona, el principio de reciprocidad puede utilizarse para influir en los demás; luego se sienten obligados a retribuir.
    Investigación confederada
    Persona que trabaja con un investigador, haciéndose pasar por participante de la investigación o como transeúnte.
    Participante de investigación
    Una persona en estudio como parte de un programa de investigación.
    Atribución social
    La forma en que una persona explica los motivos o comportamientos de los demás.
    Cognición social
    La forma en que las personas procesan y aplican la información sobre otros.
    Influencia social
    Cuando una persona provoca un cambio de actitud o comportamiento en otra persona, ya sea intencional o involuntariamente.
    Psicología social
    La rama de la ciencia psicológica que se ocupa principalmente de entender cómo la presencia de otros afecta nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos.
    Estereotipos
    Un proceso mental de usar atajos de información sobre un grupo para navegar de manera efectiva por situaciones sociales o tomar decisiones.
    Grupo estigmatizado
    Un grupo que sufre de desaprobación social basada en alguna característica que los distingue de la mayoría.

    Referencias

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