4.3: Dimensiones de la desigualdad de género
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Objetivos de aprendizaje
- Resumir la situación actual de las mujeres en todo el mundo.
- Comprender el alcance y las razones de la desigualdad de género en los ingresos y el lugar de trabajo en Estados Unidos.
- Comprender el alcance y las razones del acoso sexual.
El enfoque principal de este capítulo es la desigualdad de género en Estados Unidos, pero también es importante discutir la desigualdad de género en todo el mundo. Si bien las mujeres estadounidenses son desiguales con los hombres en muchos aspectos, la situación de las mujeres en gran parte del mundo es especialmente grave. En consecuencia, primero examinamos la desigualdad global de las mujeres antes de dirigir nuestra atención a Estados Unidos.
La desigualdad global de las mujeres
El problema de la pobreza global discutido por primera vez en el capítulo 2 “Pobreza” es especialmente grave para las mujeres. Si bien, como señaló el Capítulo 2 “Pobreza”, más de 1.400 millones de personas en la tierra son desesperadamente pobres, sus filas incluyen más que su parte justa de mujeres, que se estima constituyen el 70 por ciento de los pobres del mundo. Debido a que las mujeres tienden a ser más pobres que los hombres en todo el mundo, tienen más probabilidades que los hombres de experimentar todos los problemas que causa la pobreza, incluyendo la desnutrición y las enfermedades. Pero también sufren problemas adicionales. Algunos de estos problemas derivan del papel fisiológico de la mujer en la maternidad, y algunos surgen de cómo son tratadas simplemente por ser mujeres.
Primero echemos un vistazo a la maternidad. Uno de los ejemplos más deprimentes de cómo la pobreza global afecta a las mujeres es la mortalidad materna, o el número de mujeres que mueren durante el parto por cada 100 mil nacidos vivos. Más de 500,000 mujeres mueren anualmente en todo el mundo por complicaciones durante el embarazo o el parto. La mortalidad materna suele ser el resultado de uno o más de los siguientes: nutrición prenatal inadecuada, enfermedad y enfermedad, y atención obstétrica inferior, todos los cuales son mucho más comunes en las naciones pobres que en las naciones ricas. En las naciones ricas, la tasa de mortalidad materna es de 14 por cada 100 mil nacimientos, pero en las naciones pobres la tasa es de 590 por cada 100 mil nacimientos, lo que equivale a casi 6 muertes por cada mil nacimientos. Las mujeres en las naciones pobres tienen, pues, cuarenta y dos veces más probabilidades que las de las naciones ricas de morir por complicaciones durante el embarazo o el parto (Banco Mundial, 2012).
Además de estos problemas, a las mujeres de las naciones pobres les va peor que a los hombres de otras maneras por la forma en que son tratadas como mujeres. Una manifestación de este hecho es la violencia que experimentan (Organización Mundial de la Salud, 2010) .Organización Mundial de la Salud/London School of Hygiene and Tropical Medicine. (2010). Prevenir la violencia de pareja y sexual contra las mujeres: Actuar y generar pruebas. Ginebra, Suiza: Autor. Alrededor de un tercio de las mujeres en todo el mundo han sido violadas o golpeadas, lo que llevó a Amnistía Internacional (2004) a llamar a la violencia contra las mujeres “el mayor escándalo de derechos humanos de nuestro tiempo”. Si bien la violencia contra las mujeres ciertamente ocurre en naciones ricas, es más común y extrema en las naciones pobres y de ingresos medios, y en naciones donde la desigualdad de las mujeres (como se refleja en criterios como su participación en la fuerza laboral y su logro educativo) es especialmente alta (Kaya & Cook, 2010). Más de la mitad de las mujeres en Uganda, por ejemplo, han sido abusadas física o sexualmente (Amnistía Internacional, 2010). Muchas mujeres jóvenes en la India que trabajan fuera del hogar han sido violadas por hombres que abandonan la escuela secundaria que piensan que estas mujeres carecen de virtud y deben ser castigadas con violación (Polgreen, 2011). En India y Pakistán, miles de mujeres son asesinadas cada año en muertes por dote, en las que una nueva esposa es asesinada por su esposo y/o sus familiares si no le paga al novio dinero o bienes (Kethineni & Srinivasan, 2009). En muchos países, a las jóvenes se les cortan los genitales de manera rutinaria, muchas veces sin anestesia, en lo que se ha denominado mutilación genital femenina, práctica que se cree que afecta a más de 100 millones de niñas y mujeres en todo el mundo y que ha sido llamada un acto de tortura (Kristoff, 2011; Rogo, Subayi, & Toubia, 2007).
La trata sexual es otro problema importante en países como Camboya, India, Nepal y Tailandia, donde a menudo las niñas son robadas de sus padres y obligadas a trabajar como prostitutas en lo que equivale a esclavitud sexual. Se cree que el número de niñas (y a veces niños) menores de 18 años que trabajan como esclavas sexuales llega a millones y es mayor que el número de esclavos africanos durante los siglos XVIII y XIX (Kristoff y WuDunn, 2010).
Más allá de la violencia, las mujeres en los países pobres tienen menos probabilidades que sus homólogos masculinos de obtener una educación superior, y las niñas tienen menos probabilidades que los niños de asistir a la escuela primaria. Las mujeres también tienen menos probabilidades que los hombres de trabajar en trabajos que pagan un salario digno y de ocupar cargos políticos. En muchas naciones pobres, las niñas tienen menos probabilidades que los niños de recibir atención médica adecuada cuando se enferman y tienen más probabilidades que los niños de morir antes de los 5 años. De todas estas formas, las mujeres y niñas de las naciones pobres sufren especialmente.
En marcado contraste, a las mujeres de las naciones democráticas ricas les va mucho mejor que a sus contrapartes en las naciones pobres. En muchas democracias adineradas, la condición de las mujeres frente a los hombres es mayor que en Estados Unidos. El recuadro Nota 4.23 “Lecciones de otras sociedades” analiza más a fondo esta situación.
Lecciones de Otras Sociedades
Mujeres en las Naciones Nórdicas