2.3: Rocas metamórficas
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Básico
El ciclo metamórfico es el tercer ciclo más grande en la formación mineral y rocosa. El metamorfismo es la alteración de la paragenesia mineral (el orden de formación) después de su deposición, por acción externa como el contacto con rocas magméticas, cambios regionales en la presión y temperatura (por ejemplo, calizas metamorfoseadas por contacto, esquistos cristalinos, etc.). Las rocas consolidadas se alteran en composición, textura o estructura interna a través de la presión, el calor y nuevas sustancias químicas.
Hay dos tipos de metamorfismo: Regional y Contacto.
- El metamorfismo regional es causado por un aumento de la temperatura y presión dirigida, afectando la corteza terrestre.
- El metamorfismo de contacto se produce cuando el magma se introduce en una masa rocosa preexistente. El calor y la presión de este magma provocan un cambio metamórfico en la roca en la que se entromete.
Tanto las rocas ígneas como las sedimentarias pueden cambiar de textura o composición química como resultado del contacto o del metamorfismo regional. Así, las rocas existentes se transforman en nuevos tipos de rocas. Suelen ser más duros y densos que el material original.
Por ejemplo, el esquisto puede alterarse en pizarra y metamorfosearse aún más en esquisto. La piedra caliza se convierte en mármol. A veces los esquistos contienen minerales de gema como granate, esmeralda y corindón.
Algunos minerales que crecen en rocas metamórficas son:
- Berilo
- Corindón
- Danburita
- Granates
- Iolita
- Lapislázuli
- Jadeíta
- Nefrita
- Espinela
- Alejandrita
- Andalucita
Figura2.3.1