6.1: Stephen Colbert, de The Colbert Report
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¿Cómo sabemos lo que es verdad?
Aristóteles fue uno de nuestros primeros defensores de las virtudes en el comportamiento humano. Creía que una persona virtuosa tomaría buenas decisiones en la vida, y así tendría un enfoque moral y ético de la acción. Honestidad, coraje, generosidad, amabilidad, todas estas son virtudes.
Una virtud que la mayoría de la gente afirma que aprecia es la honestidad, decir la verdad. Podemos debatir un poco sobre preguntas como: “¿Te gusta mi nuevo corte de pelo?” y cómo se podría responder eso cuando el corte de pelo es... interesante. Pero en general, la mayoría de nosotros nos aferramos a que la honestidad es importante, todos debemos decir la verdad.
Nuestra cultura estadounidense está atravesando un periodo en el que es bastante difícil saber cuándo alguien está diciendo la verdad. Sin embargo, el concepto de Fake News no es tan nuevo como se podría pensar. Hemos tenido sesgos, fabricaciones, exageraciones y mentiras rotundas en la cultura popular desde hace mucho tiempo. Lyndon Johnson mintió al público estadounidense sobre la guerra de Vietnam. Richard Nixon proclamó que no era un ladrón, hasta que quedó bastante claro que lo era. Los anuncios en la década de 1920 prometían que fumar cigarrillos beneficiaría la respiración, incluso cuando cada vez era más obvio que fumar podría matar a una persona.
Aún así, las grandes cantidades tanto de publicidad como de noticias, de argumento social y división social son cada vez más accesibles y visibles hoy en día a través de la televisión las 24 horas, las redes sociales, las notificaciones telefónicas y mucho más. Estamos bombardeados con detalles, datos e historias todo el día. ¿Cómo lo manejamos todo? ¿Cómo sabemos qué es la Verdad?
Las personas que hacen comedia para ganarse la vida se están volviendo proféticas en nuestro mundo. Los comediantes siempre han señalado las idiosincrasias en la vida humana. Pero nuestros comediantes políticos están siendo un conjunto de voces que, cada vez más, nos señalan realidades éticas y filosóficas a todos nosotros. Se han convertido en los bufones de la Corte, haciendo agujeros en el poder.