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3.4: Propuestas

  • Page ID
    96450
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    La redacción de propuestas puede parecer una tarea desalentadora. Esto se debe en parte a que el término está cargado con equipaje negativo. Considere las siguientes creencias comunes sobre la redacción de propuestas:

    • Escribir propuestas da miedo y difícil.
    • Escribir una propuesta es poner tu alma en la línea.
    • La presentación debe ser perfecta.
    • Una propuesta debe ser redactada a última hora bajo estrés extremo. [1]

    Estas creencias son comunes, por muy grande que sea el proyecto de propuesta. Haz tu mejor esfuerzo para dejar ir estas creencias y reemplazarlas por otras más productivas. Además de limitar las creencias, otra barrera común para la redacción de propuestas es la procrastinación [2]. Si pospones, no producirás tu mejor trabajo. Para evitar esto, establece una serie de metas a corto plazo y date un plazo concreto. Sea realista al establecer sus metas y deje tiempo para que surjan barreras inesperadas en el camino [3]. Comenzar a escribir la propuesta temprano.

    Durante el proceso de redacción de una propuesta, es importante mantener una actitud abierta al cambio. Como la mayoría de la escritura, una propuesta evoluciona y cambia porque es un proceso. Si eres demasiado rígido en tus procesos de pensamiento y metas, es probable que te quedes atascado [4]. La apertura al cambio y la disposición a comunicarse son clave, especialmente cuando se trabaja con un individuo u organización a la que está dirigiendo su propuesta. Escribir una propuesta a menudo implica un diálogo continuo con un oficial de programa [5]. Este diálogo incluirá que hagas preguntas al oficial del programa para guiar tu investigación, y completarlas con tu progreso, usando sus comentarios como guía. Mantener este ciclo de comunicación asegurará que tu propuesta se mantenga en línea con la misión de la organización, y te mantendrá perdiendo tiempo y energía al descarrilarte.

    Investigación Preliminar

    Definición del problema Una propuesta es esencialmente una solución a un problema. Las propuestas a menudo provienen del deseo sincero de un individuo de abordar este problema. Si bien la convicción personal y la pasión pueden dar sentido e impulso hacia la conclusión de la propuesta, éstas no son suficientes [6]. Para llegar a una solución viable, es necesario construir una base sólida de investigación sobre el problema. Puede utilizar fuentes en línea, impresas y empíricas para investigar el problema (por ejemplo, entrevistas, observación de campo, etc.) [7]. La recopilación de esta investigación le ayuda a identificar posibles soluciones y eliminar soluciones que no funcionarán. También puedes incluir tu investigación en tu propuesta para demostrar que tienes un conocimiento práctico del tema, fortaleciendo tu credibilidad.

    Escribiendo con la Mente del Lector A medida que escribes tu propuesta, es útil imaginar a tu audiencia real. Hacer esto actúa como ancla porque te recuerda que tu objetivo es explicarle tus ideas a una persona real. Una vez que tengas en mente a tu audiencia, puedes comenzar a analizar lo que quieren haciendo una serie de preguntas. Kitta Reeds describe esto en términos del “comprador” y demuestra la importancia de pasar de preguntas vagas y generales a preguntas específicas:

    Desde Para
    ¿Mi idea es buena, de todos modos? ¿Quién va a querer comprar esta idea?
    ¿Qué quiero decir? ¿Qué quiere escuchar el comprador?
    ¿De verdad puedo escribir esto? ¿Cómo puedo dirigir mi idea a este comprador específico?
    ¿Cuál es la mejor manera para mí de decirlo? ¿Cómo lo entenderá mejor ese comprador?
    ¿Cómo puedo convencer a alguien para que compre esta idea? ¿Qué lógica de persuasión o entretenimiento atraerá a ese comprador?
    ¿Qué quiero decir primero? ¿Qué querrá saber primero este comprador?
    ¿Cómo quiero organizar esta propuesta? ¿Qué querrá saber el comprador a continuación?
    ¿Qué quiero decir aquí? ¿Qué necesita escuchar este comprador en este momento para estar convencido?

    [8]

    Al cambiar a preguntas sobre una audiencia real, el escritor de propuestas reduce simultáneamente su ansiedad a través de la despersonalización mientras produce respuestas específicas que guiarán el proceso de escritura. Si bien el gráfico anterior apunta a un comprador específico, este tipo de análisis puede extenderse a propuestas que no están pidiendo dinero (aunque en cierto sentido, cualquiera que lea tu propuesta es un “comprador” de tus ideas).

    Delineando una Solución

    En el proceso de construir y organizar ideas, es útil usar una variedad de técnicas para ayudarte a visualizar y jugar con la estructura. Los mapas mentales, las notas adhesivas y la creación de listas son buenas formas de generar y organizar ideas (puedes buscar en Google programas gratuitos de mindmapping). Un mapa mental utiliza símbolos organizados espacialmente y se enfoca en las relaciones entre ideas, generalmente usando flechas. Las notas adhesivas se pueden convertir en un mapa mental y son convenientes porque te permiten mover ideas fácilmente [9]. Además de utilizar las herramientas para organizar tus ideas, también puedes investigar más para hacer crecer tu solución. Encuentra proyectos similares y determina qué aspectos los hacen exitosos o fracasados. Una vez que tenga un esquema básico de su solución, haga una tabla de sus costos y beneficios [10].

    Redacción de la propuesta

    Introducción Una introducción fuerte es concisa y directa. Si elige dar información de antecedentes, manténgala al mínimo [11]. Según Johnson-Sheehand, una introducción debe contener los siguientes puntos en algún orden u otro: tema, propósito, información de antecedentes, importancia del tema para los lectores y el punto principal [12].

    Descripción del problema A continuación de su introducción hay una descripción del problema. Esto debe comenzar enfatizando por qué este problema es importante y relevante para el lector, seguido de sus causas y consecuencias. Esta sección debe terminar con un sentido de exigencia (creando una necesidad urgente que exija acción). Dígale al lector qué pasará si no se aborda el problema - [13].

    Cuerpo La introducción al cuerpo principal de tu propuesta también debe ser concisa (¿notar un tema aquí?). Exponga cuál es su propuesta y por qué es la mejor [14]. Una breve y directa explicación y justificación de su propuesta establece credibilidad temprano, y prepara al lector para seguir los detalles de su propuesta. Después de esta breve descripción general, puede proporcionar una explicación detallada y paso a paso de cómo se llevará a cabo su plan [15]. Su declaración final deberá discutir los entregables de su propuesta, es decir, los beneficios concretos de llevar a cabo su propuesta [16].

    Costos y beneficios Antes de su conclusión, puede apoyar aún más su argumento al incluir una sección de costos y beneficios [17].

    Conclusión Una vez más, la conclusión debe ser breve y concisa. En ella se deben hacer tres cosas: reafirmar la tesis, reafirmar la importancia del tema, y “mirar hacia el futuro”, lo que ayuda al lector a visualizar cómo la propuesta resultará en un futuro más brillante [18].

    Presentando la Propuesta Antes de presentar su propuesta, debe hacer una revisión y revisión a fondo. Debe ser pulida, libre de errores y representar tu mejor obra [19]. Tu estilo debe ser persuasivo y autoritario [20]. Conectarse con tu audiencia es importante, porque estás tratando de persuadirlos para que acepten tu propuesta. Los dispositivos retóricos (ethos, pathos y logos) mejorarán tu argumento. Las metáforas y símiles pueden ser particularmente influyentes [21].

    Referencias

    1. Cañas, Kitta. El zen de la redacción de propuestas. Nueva York: Three Rivers Press, 2002. Imprimir. p. 4-5.
    2. Cañas, p. 9
    3. Cañas, p. 10
    4. Cañas, p. 15
    5. Moursund, David. Obtención de recursos para la tecnología en la educación: una guía práctica para escribir propuestas, formar asociaciones y recaudar fondos. Eugene: Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación, 1996. Imprimir. p. 35.
    6. Moursund, p. 51
    7. Johnson-Sheehan y Paine 232-233
    8. Cañas, p. 20
    9. Cañas, p. 56-57
    10. Johnson-Sheehand, Richard, Paine, Charles. Redacción Hoy. Boston: Pearson, 2010. Imprenta. p. 235.
    11. Johnson-Sheehand y Paine, p. 235
    12. Johnson-Sheehand y Paine, p. 235
    13. Johnson-Sheehand y Paine, p. 237
    14. Johnson-Sheehand y Paine, p. 237
    15. Johnson-Sheehand y Paine, p. 238
    16. Johnson-Sheehand y Paine, p. 238
    17. Johnson-Sheehand y Paine, p. 239
    18. Johnson-Sheehand y Paine, p. 239
    19. Moursund, p. 35
    20. Johnson-Sheehand y Paine, p. 240
    21. Johnson-Sheehand y Paine, p. 240

    3.4: Propuestas is shared under a CC BY-NC-SA 4.0 license and was authored, remixed, and/or curated by LibreTexts.