11.4: Resumen

Los años 60 dejaron una impresión duradera en la cultura, la política y la economía del estado. La década hizo añicos el mito de que los californianos eran una familia grande y feliz. Los afroamericanos, los hispanos, los nativos americanos y los asiático-americanos exigían no solo la igualdad de derechos y poder político, sino también el respeto por sus tradiciones culturales y contribuciones históricas. Como consecuencia, los residentes del estado se vieron obligados a reconocer que vivían en una sociedad pluralista, a menudo contenciosa, más que en un crisol donde diversos grupos étnicos se mezclaban al aceptar valores blancos, de clase media. Al mismo tiempo, rebeldes contraculturales y activistas antibélicos desafiaron las prioridades políticas y económicas de sus padres y crearon un sistema de valores alternativos que enfatizaba la cooperación; el trabajo creativo, pleno; la liberación sexual y emocional; y la conciencia ambiental.

Estos desafíos al status quo, sin embargo, también produjeron una reacción violenta. Ronald Reagan, apelando a los californianos “olvidados”, intentó reemplazar la agenda liberal de su predecesor demócrata, Pat Brown, con su propia mezcla de conservadurismo social, fiscal y político. Aunque fracasó en el ámbito fiscal, su filosofía y retórica conservadoras no sólo revitalizaron al Partido Republicano, sino que finalmente le ganaron la presidencia. Sin embargo, el cambio fue difícil de suprimir. Los años 60 dieron a muchos californianos una nueva apreciación de la diversidad cultural y una selección más amplia de opciones de estilo de vida alternativo. En el lugar de trabajo, el énfasis en la creatividad y la toma de decisiones compartidas incrementó la productividad e innovación de los trabajadores, particularmente en el emergente Silicon Valley En el hogar, muchos hombres y mujeres renegociaron sus roles y cada vez más eligieron alternativas a la familia nuclear tradicional. Los colegios y universidades dieron a los estudiantes más opciones curriculares y un mayor papel en la gobernanza. Lo más significativo es que ampliaron sus opciones curriculares para incluir estudios no occidentales, étnicos y de mujeres.

Por último, los años 60 llevaron al crecimiento de nuevos movimientos: la liberación de gays y lesbianas, el feminismo moderno, el ambientalismo y el activismo antinuclear. Lo que la derecha consideraba como un abandono de los valores tradicionales, otros veían como un sano escepticismo de la autoridad y una bienvenida expansión de horizontes culturales y políticos. En lugar de alcanzar un nuevo consenso social en las próximas décadas, los residentes del estado continuarían enfrentando los cambios drásticos introducidos durante los años 60.