10.3: Tipos de Contratos

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Contratos bilaterales y unilaterales

En un contrato bilateral, ambas partes hacen una promesa de cumplimiento. Estos contratos también se denominan contratos mutuos o recíprocos. Los contratos bilaterales son la forma más común de contratos. Incluyen pedir comida en un restaurante, comprar gasolina para vehículos, comprar bienes y servicios, etc.

Un contrato unilateral, por otro lado, es un contrato donde una parte hace una promesa que la otra parte sólo puede aceptar haciendo algo. Por ejemplo, un negocio ofrece una recompensa por la información que lleva a la detención de un ladrón. Una persona no puede cobrar el dinero de la recompensa prometiendo dar información; debe cumplir con el contrato proporcionando la información.

Contratos expresos e implícitos

Un contrato expreso es un contrato en palabras (verbalmente o por escrito) en el que los términos se detallan directamente. Las partes en un contrato expreso, ya sea escrito u oral, pretenden claramente hacer un acuerdo jurídicamente ejecutorio. Por ejemplo, un acuerdo para comprar un auto por mil dólares y tomar título el próximo lunes es un contrato expreso.

Un contrato implícito es un contrato que se deduce de las acciones de las partes. Si bien no se llevó a cabo ninguna discusión de términos, existe un contrato implícito si queda claro por la conducta de las partes que tienen un acuerdo. Un patrón de delicatessen que pide un “sándwich de pavo para llevar” ha hecho un contrato y está obligado a pagar cuando se hace el sándwich. Al ordenar la comida, el patrón está implícitamente de acuerdo con el precio, ya sea publicado o no.

Cuasi-contrato: Contrato implícito en Derecho

Tanto los contratos expresos como los implícitos encarnan un acuerdo real de las partes. Un cuasi-contrato, por el contrario, es una obligación impuesta por la ley para evitar el enriquecimiento injusto de una persona a expensas de otra. De hecho, un cuasi-contrato no es un contrato en absoluto. Se trata de un recurso judicial en el que el tribunal decide cómo debe ser un contrato entre las partes para evitar injusticias. Por ejemplo, un carpintero cree erróneamente que un dueño de casa lo contrató para reparar su porche, cuando en realidad fue el vecino quien lo contrató. Una mañana llega el carpintero y comienza a trabajar. En lugar de detenerlo, el dueño de casa le deja proceder, emocionado de que le arreglen el porche de forma gratuita. Si bien no existe contrato porque no hubo oferta, aceptación o contraprestación, la ley implicará un contrato entre el carpintero y el propietario por el valor de la obra.

Exigibilidad

Un contrato que sea plenamente ejecutorio y refleje la intención de las partes es válido. Por el contrario, un contrato inexigible es un contrato en el que las partes pretenden formar una ganga válida pero el tribunal declara que no puede ser ejecutada por razones legales. Por ejemplo, Ramesh le debe dinero a Jai, pero Jai ha esperado demasiado para cobrarlo y se ha agotado el plazo de prescripción. El contrato de reembolso es inexigible y Jai no tiene suerte a menos que Ramesh haga una nueva promesa de pagar o realmente pague parte de la deuda.

Un acuerdo al que le falta uno de los elementos legales de un contrato es nulo porque nunca fue un contrato. Es decir, no es jurídicamente exigible porque no es un contrato en absoluto. También es nulo un acuerdo que sea ilegal. Por ejemplo, una promesa de cometer un delito a cambio de un pago es nula porque ninguna de las partes puede hacer cumplir el acuerdo en los tribunales.

Por el contrario, un contrato anulable es un contrato que puede ser anulado. Se trata de un contrato que es inexigible por una parte pero ejecutorio por la otra. Por ejemplo, un menor puede “evitar” un contrato con un adulto; es decir, el adulto no podrá hacer cumplir el contrato contra el menor si éste se niega a llevar a cabo el trato. El adulto deberá cumplir si el menor desea que se cumpla el contrato. Un contrato puede ser anulable por ambas partes si ambas son menores de edad. Por lo general, las partes de un contrato anulable tienen derecho a ser restauradas a su posición original.

Un contrato anulable sigue siendo un contrato válido hasta que sea anulado. De esta manera, un contrato con un menor permanece vigente a menos que éste decida que no desea quedar vinculado por el mismo. Cuando los menores llegan a ser adultos, tienen dos opciones:

Ratificar el contrato, es decir, convenir en obligarse por él; o
Desafirmar el contrato, es decir, desacreditarlo o evitarlo.

La ratificación podrá ser explícita o implícita. Por ejemplo, al continuar realizando pagos o reteniendo bienes por un periodo de tiempo irrazonable, una parte podrá ratificar el contrato. Si una parte no ha desafirmado el contrato siendo aún menor de edad, podrá hacerlo dentro de un plazo razonable después de convertirse en adulta.

Grado de Terminación

Un contrato ejecutorio es un contrato que aún no se ha cumplido. La mayoría de los contratos ejecutorios son ejecutables. Si se han cumplido algunos, pero no todos, de los términos del contrato, el contrato se denomina parcialmente ejecutado. Un contrato que haya sido concluido o ejecutado íntegramente por ambas partes se denomina contrato ejecutado.