13.4: Tipos de Productos

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Al considerar las evaluaciones del ciclo de vida, es útil dividir los productos en tres categorías principales. El primero de ellos son los productos consumibles que, por la naturaleza de su uso, se agotan o se dispersan al medio ambiente sin posibilidad de recuperación. Dichos materiales incluyen detergentes para ropa que se lavan por el desagüe con agua de lavado o líquido para limpiaparabrisas, que se arroja a chorros sobre los parabrisas y luego se limpia. Otra clase de producto consiste en materias primas reciclables. El anticongelante del motor y el aceite de motor son productos potencialmente reciclables en el sentido de que, en principio (aunque poco raramente en la práctica), pueden ser recuperados después de su uso, purificados, reformulados y vendidos nuevamente. Los productos de servicio (a veces llamados productos duraderos) suelen ser dispositivos que tienen múltiples usos y duran mucho tiempo. La lavadora en la que se utiliza detergente consumible para ropa es un producto de servicio típico.

Dado que los productos consumibles se dispersan al medio ambiente, es importante que tengan características amigables con el medio ambiente. En primer lugar, deben ser no tóxicos en los niveles y la manera en que los organismos están expuestos a ellos. Además de no causar toxicidad aguda, no deben ser cancerígenos ni mutagénicos y no deben causar defectos congénitos. Otra característica que deben tener los productos consumibles es que no deben ser bioacumulativos. Como se discutió bajo el tema de “Interacción Biológica con Químicos Ambientales” en la Sección 12.9, bioacumulación es el término que se le da a la captación y concentración de materiales xenobióticos por parte de organismos vivos. Los materiales poco biodegradables y solubles en lípidos, como los compuestos de PCB, tienen una fuerte tendencia a bioacumularse, y tales sustancias deben evitarse en los productos consumibles. Los productos consumibles también deben ser degradables. El tipo de degradación más común es la biodegradación, la cual ocurre principalmente a través de la acción de microorganismos. La práctica de la química verde puede ayudar en la fabricación de productos biodegradables, por ejemplo, evitando las estructuras de hidrocarburos de cadena ramificada en compuestos orgánicos y al unir grupos funcionales, como el grupo ácido carboxílico orgánico, -CO ₂ H, que son susceptibles de ataque microbiano.

Los productos reciclables deben diseñarse teniendo en cuenta la durabilidad y el reciclaje. Para que duren a través de un ciclo de vida normal, tales materias primas no deben ser tan degradables como los consumibles. Un ejemplo de hacer que un producto sea más susceptible de reciclaje es el uso de tintas blanqueables y degradables en papel de periódico, lo que facilita el reciclaje del papel de periódico para producir un grado de papel reciclado que cumpla con los estándares de color aceptables.

Aunque los productos de servicio están diseñados para durar tiempos relativamente largos, llegan a una etapa que requiere eliminación o reciclaje. Un factor clave en el reciclaje es la disponibilidad de canales a través de los cuales se pueden reciclar dichos productos. Se han hecho propuestas para centros “de-shopping” donde artículos como computadoras viejas y pequeños electrodomésticos rotos puedan ser devueltos para su reciclaje. Los productos de servicio deben diseñarse y construirse para facilitar el desmontaje de manera que se puedan separar diversos materiales para su reciclaje.