9.1: Metabolismo de monosacáridos
- Page ID
- 123743
Metabolismo de fructosa
La fructosa es un componente dietético de la sacarosa en la fruta, como azúcar libre en la miel y en el jarabe de maíz alto en fructosa. Es absorbido por las células a través de la difusión facilitada a través del transportador GLUT5. La fructosa se metaboliza principalmente en el hígado, y el paso inicial implica la fosforilación en la posición 1 para formar fructosa 1-fosfato (figura 9.1). La fructoquinasa, la principal quinasa involucrada, fosforila la fructosa en la posición 1. La fructoquinasa tiene una fructosa alta\(V_{max}\) y fosforila rápidamente a medida que ingresa a la célula. La aldolasa B escinde la fructosa 1-fosfato en gliceraldehído 3-fosfato y dihidroxiacetona-fosfato, que pueden entrar directamente en la glucólisis.
La aldolasa B es la enzima limitante de la tasa del metabolismo de la fructosa, aunque no es una enzima limitante de la tasa de glucólisis. La afinidad de la aldolasa B por la fructosa 1-fosfato es menor que la fructosa 1,6-bisfosfato y es muy lenta en los niveles fisiológicos de fructosa 1-fosfato. En consecuencia, después de un alto consumo de fructosa, la fructosa 1-fosfato se acumulará en el hígado, y se convierte lentamente en intermedios glicolíticos a lo largo del tiempo (figuras 9.1 y 9.2).
Deficiencias en el metabolismo de fructosa
La fructosuria esencial (deficiencia de fructoquinasa) y la intolerancia hereditaria a la fructosa (HFI) (una deficiencia de la escisión de fructosa 1-fosfato por la aldolasa B) son trastornos hereditarios del metabolismo de la fructosa. Una deficiencia en fructoquinasa es un trastorno genético benigno. En este caso, un individuo tendrá fructosuria; la fructosa no está fosforilada y atrapada en la célula. En consecuencia, cualquier fructosa ingerida se desprende en la orina. La intolerancia hereditaria a la fructosa es causada por una deficiencia de aldolasa B y resulta en una acumulación de fructosa 1-fosfato en los hepatocitos. La incapacidad para metabolizar la fructosa 1-fosfato puede causar síntomas clínicos significativos, especialmente hepatomegalia e hipoglucemia en ayunas. La acumulación de fructosa 1-fosfato finalmente inhibe tanto la glucogenólisis como la gluconeogénesis (debido a la falta de fosfato libre), dando lugar a brotes de hipoglucemia en ayunas.
Metabolismo de galactosa
La galactosa se consume principalmente como lactosa, la cual se escinde a galactosa y glucosa en el intestino. La galactosa es posteriormente fosforilada a galactosa 1-fosfato por galactoquinasa (principalmente en el hígado). Después de la fosforilación, la galactosa 1-fosfato es activada a un azúcar de uridina difosfato (UDP) por galactosil uridiltransferasa (GALT). Posteriormente, la vía metabólica genera glucosa-1-fosfato, que entra en la vía glicolítica (figura 9.2)
Deficiencias en el metabolismo de galactosa
La galactosemia clásica, una deficiencia de galactosil uridiltransferasa (GALT), da como resultado la acumulación de galactosa 1-fosfato en el hígado y la inhibición del metabolismo hepático del glucógeno y otras vías que requieren UDP-azúcares. Las cataratas pueden ocurrir por la acumulación de galactosa en la sangre, que se convierte en galactitol (el alcohol de azúcar de la galactosa) en el cristalino del ojo.
La acumulación de galactosa 1-fosfato es especialmente tóxica para el hígado, los riñones y el sistema nervioso central. Si no se trata, la enfermedad es fatal por complicaciones como sepsis gramnegativa o insuficiencia hepática y renal. La ausencia de actividad de GALT puede detectarse en cualquier momento después del nacimiento y evaluarse como parte del cribado del recién nacido. Es fundamental obtener resultados puntualmente, ya que los niños con galactosemia clásica pueden tener una crisis potencialmente mortal dentro de los primeros días después del nacimiento. A los lactantes con un resultado positivo se les coloca una fórmula sin lactosa y se realizan pruebas confirmatorias midiendo las concentraciones específicas de metabolitos y la actividad enzimática en eritrocitos.
La galactosemia no clásica causa menos complicaciones médicas y se presenta con un patrón diferente de síntomas. Las presentaciones pueden involucrar cataratas, retraso en el desarrollo y problemas renales.
Referencias y recursos
Texto
Ferrier, D. R., ed. Opiniones ilustradas de Lippincott: Bioquímica, 7a ed. Filadelfia: Wolters Kluwer Health/Lippincott Williams & Wilkins, 2017, Capítulo 12: Metabolismo de Monosacáridos y Disacáridos, Capítulo 23: Efectos de la Insulina y el Glucagón: Sección IV.
Le, T. y V. Bhushan. Primeros Auxilios para el USMLE Paso 1, 29a ed. Nueva York: McGraw Hill Education, 2018, 72, 80—81.
Lieberman, M., y A. Peet, eds. Bioquímica Médica Básica de Marks: Un Enfoque Clínico, 5ª ed. Filadelfia: Wolters Kluwer Health/Lippincott Williams & Wilkins, 2018, Capítulo 22: Generación de ATP a partir de glucosa, fructosa y galactosa, Capítulo 33: Metabolismo del etanol.
Cifras
Gris, Kindred, Figura 9.1 Convergencia del metabolismo de fructosa y glucosa. 2021. https://archive.org/details/9.1_20210926. CC BY 4.0.
Grey, Kindred, Figura 9.2 Metabolismo de la fructosa y reacción por Aldolasa B. Las deficiencias en la aldolasa B pueden resultar en intolerancia hereditaria a la fructosa mientras que las deficiencias en la frutoquinasa pueden resultar en fructosuria esencial. 2021. https://archive.org/details/9.2_20210926. CC BY 4.0.
Gris, Kindred, Figura 9.3 Metabolismo de galactosa; glucosa 6-fosfato se convierte en glucosa 1-fosfato que entra en la vía. 2021. https://archive.org/details/9.3_20210926. CC BY 4.0.
Gris, Kindred, Figura 9.4 Comparación de galatosemia clásica y no clásica. 2021. https://archive.org/details/9.4_20210926. CC BY 4.0.