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17.4: Ejemplos de casos que vinculan los conocimientos socioecológicos con la seguridad humana en biorregiones particulares

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    Partiendo de los ejemplos anteriores, pasamos ahora a dos ejemplos específicos a escala mesográfica para lidiar con la complejidad de la seguridad sanitaria en contextos socioecológicos particulares. La mesoescala aquí se refiere a escalas intermedias que tienden a incluir microclimas únicos, cuencas hidrográficas o biomas ecológicos específicos, pero que pueden atravesar múltiples jurisdicciones humanas, incluida la gobernanza local. Aquí, utilizamos ejemplos de meso-nivel debido a sus vínculos inherentes entre lo social y lo ecológico para manifestar los riesgos para la seguridad de la salud.

    Seguridad Alimentaria en África Oriental

    La seguridad alimentaria y la seguridad humana están íntimamente relacionadas, y ambas tienen implicaciones directas para la seguridad de la salud (FAO, 2016). Algunos especialistas en seguridad humana han argumentado a favor de “redefinir la seguridad alimentaria en términos de asegurar a las poblaciones vulnerables de la violencia estructural del hambre” (Shepherd, 2012, p. 28). Los disturbios alimentarios mundiales son un ejemplo particularmente fuerte de sistemas socioecológicos acoplados. Como afirman Berazneva y Lee:

    una fuerte escalada en los precios mundiales de los productos básicos precipitó la crisis alimentaria mundial de 2007—2008, afectando a la mayoría de los pobres del mundo, provocando protestas en los países en desarrollo y presentando a los responsables políticos el reto de abordar simultáneamente el hambre, la pobreza y la inestabilidad política. (2013, p. 28)

    Al examinar la variabilidad entre países en África, donde la mayoría de la población sufre episódicamente inseguridad alimentaria, y alrededor de una cuarta parte es crónicamente insegura alimentaria, encontraron que “niveles más altos de pobreza (según el índice de pobreza humana [del país]), restringieron el acceso y la disponibilidad de alimentos, la urbanización, una ubicación costera, regímenes más opresivos y sociedades civiles más fuertes se asociaron con una mayor probabilidad de que se produjeran disturbios” (p. 28).

    Sin embargo, la variabilidad climática (inseguridad ambiental) y el conflicto (inseguridad sociopolítica) también tienen efectos sobre los precios de los alimentos y, por ende, la seguridad alimentaria. Raleigh y sus colegas (2015) perfeccionaron los mercados de la principal ciudad comercial de distritos de administración de primer nivel en 24 estados africanos con violencia política reportada de enero de 1997 a abril de 2010. Encontraron que “existe retroalimentación entre el precio de los alimentos y la violencia política: los precios más altos de los alimentos aumentan el conflicto dentro de los mercados y el conflicto aumenta el precio Los niveles de lluvia inferiores a lo esperado aumentan directamente el precio de los alimentos e indirectamente incrementan el conflicto por su impacto en el precio de los alimentos” (p. 188).

    La Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (CIF) integra análisis complejos de situaciones de inseguridad alimentaria y desnutrición. Su sitio web presenta un mapa de la red del Sistema de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS) de África Oriental. También se puede acceder a una versión interactiva ampliable de este mapa que muestra clasificaciones regionales de inseguridad alimentaria en contextos agudos y crónicos.

    Estos hallazgos empíricos cuantitativos se reflejan en mapas de inseguridad alimentaria aguda en curso producidos por la Red del Sistema de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS, 2019). Centrándose en África Oriental, la actualización muestra áreas de conflicto intenso y niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda (es decir, Sudán del Sur), junto con áreas de crisis en curso (por ejemplo, Somalia), y las que están estresadas (por ejemplo, Kenia).

    Particularmente en tales contextos, las organizaciones de las Naciones Unidas han acordado enfoques de seguridad humana para la seguridad alimentaria (FAO, 2016). En una revisión narrativa sobre conflicto y cambio climático, Brown y Crawford (2009) señalan que “las reducciones en los rendimientos de los cultivos y los patrones climáticos cada vez más impredecibles en todo el mundo pueden llevar a precios más altos de los alimentos y a una mayor inseguridad alimentaria” etiquetando al clima “un 'multiplicador de amenazas' que hace que exista preocupaciones, como la escasez de agua y la inseguridad alimentaria, más complejas e intratables” (p. 2).

    Huish (2008) ha argumentado que “En el proceso de construcción de un lenguaje común entre investigadores y formuladores de políticas, la definición acordada de seguridad alimentaria [ha] excluido muchos temas importantes. Como resultado, los temas excluidos, más radicales, han sido perseguidos por movimientos secundarios que hacen menos para involucrar directamente el proceso de formulación de políticas con la tecnocracia de formulación de políticas existente” (p. 1386). Un ejemplo serían las corporaciones multinacionales combinadas, los enfoques de ayuda gubernamental que se centran principalmente en la tecnología y los mercados, a menudo no llegan a los pequeños productores agrícolas africanos más vulnerables ni responden a sus preocupaciones (Rajaonarison, 2014).

    Los requisitos de seguridad alimentaria y sustentabilidad ambiental a largo plazo se han establecido a nivel mundial (Cole et al., 2013). Incluyen el acceso a tierra, agua, insumos agrícolas apropiados, mercados justos y gobernanza solidaria. Se han explorado retos y oportunidades específicos en África Oriental tanto en contextos urbanos (Yeudall et al., 2007 como en contextos más rurales (Braitstein et al., 2017), donde el papel del acceso a la tierra, la producción agrícola diversa, la promoción de la diversidad dietética y los derechos humanos, incluido el derecho a la alimentación, han sido dado mayor énfasis. Estos últimos son más acordes con algunos de los enfoques más radicales que menciona Huish, como la soberanía alimentaria (Torrez, 2011) que enmarcan explícitamente el logro de la seguridad alimentaria en términos de movimiento social.

    Impactos acumulados de múltiples operaciones de desarrollo de recursos en el norte de Columbia Británica

    Como se indicó anteriormente, el cambio global del sistema de tierras es significativo y ocurre en gran medida como resultado de la agricultura industrial y proyectos de desarrollo de recursos a gran escala. El desarrollo de recursos impacta la salud humana a través de una variedad de vías biofísicas, pero también sociales, ecológicas, culturales y económicas (Aalhus, 2017). Este es un enigma desafiante para las comunidades que son predominantemente rurales y remotas, y dependen casi exclusivamente de las vías de desarrollo de recursos para el desarrollo económico local (Bowles & Wilson, 2015; Halseth, 2015; Halseth y Markey, 2009).

    La Figura 17.1 demuestra cómo las condiciones ambientales cambiantes pueden producir cambios recíprocos e interrelacionados en contextos locales. Estos impactos en los determinantes de la salud (DoH) modifican así las relaciones existentes entre las personas y la tierra de manera que pueden crear una exposición diferencial al daño (es decir, vivir cerca de pozos de gas agrio recién desarrollados, o depender de un acuífero que corre el riesgo de contaminación por múltiples operaciones de fracking de gas) o modificar factores de riesgo en un contexto local (Buse et al., 2019). Por ejemplo, la dinámica de auge y caída del desarrollo de recursos puede crear grandes afluencias de trabajadores a una comunidad sin necesariamente incrementar los servicios (Mactaggart et al., 2016; Shandro et al., 2011). Esto puede llevar a estrés basado en el servicio, tasas crecientes de consumo de sustancias, falta de vivienda y riesgos para mujeres y niños. Durante una redada, los servicios de salud que ya estaban funcionando con capacidad limitada pueden ver recortes que limitan la capacidad de una comunidad para abordar los impactos sociales que dejaron atrás los auges del desarrollo de recursos (Amnistía Internacional, 2016; Buse et al., 2019).

    Estos temas adquieren relevancia para la seguridad sanitaria cuando y donde los sistemas locales son incapaces de proteger y promover la salud humana. Esto es particularmente relevante en regiones con múltiples formas de desarrollo de recursos que operan en la misma base terrestre que pueden producir impactos ambientales, comunitarios y de salud acumulativos (Gillingham et al., 2016). Los impactos acumulados han sido referidos como “muerte por mil cortes” o la “tiranía de las pequeñas decisiones” (Noble, 2010), y conceptualizan cómo los proyectos de desarrollo pasados, presentes y futuros pueden interactuar con los usos preexistentes de la tierra de manera que creen impactos tanto positivos como negativos para las personas, su salud y los ambientes más amplios en los que se encuentran.

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    Figura 17.1: Las relaciones entre el cambio ambiental, social, cultural y económico en la producción de impactos en la salud del desarrollo de los recursos. [Descripción larga]

    Por ejemplo, la Figura 17.2 ilustra una serie de proyectos de recursos naturales e infraestructura de apoyo desarrollados en el norte de Columbia Británica, Canadá. No solo cada uno de los proyectos individuales, ya sea una mina, una instalación hidroeléctrica, un pozo o un oleoducto de gas natural, y el derecho de vía asociado en forma de carreteras, ferrocarriles y líneas eléctricas, producen riesgos individuales para la salud humana, sino que es la confluencia de múltiples proyectos lo que plantea riesgos nuevos y emergentes para la salud y la seguridad económica, política, social y sanitaria general de una población a nivel regional, pero particularmente aquellas regiones que tienen una alta dependencia de las operaciones de recursos naturales como principal impulsor económico, y donde la tierra brinda oportunidades para explotar múltiples tipos de recursos naturales recursos.

    Considere un ejemplo simple: la calidad del aire y los impactos resultantes en la salud respiratoria de vivir adyacentes a pozos de gas natural pueden poner a un individuo en cierto grado de riesgo, vivir en una comunidad que ya tenía una fundición, una fábrica de pulpa y papel, o un historial de mala calidad del aire puede crear nuevas exposiciones acumulativas tanto para individuos como para poblaciones. Sin embargo, estos impactos físicos también pueden ser desempaquetados y entendidos en relación con otras formas de impactos acumulativos que se han acumulado a lo largo de décadas y a veces incluso siglos. Por ejemplo, los impactos coloniales en las comunidades indígenas de todo el mundo son bien entendidos y se manifiestan en una variedad de impactos en la salud derivados de la violencia, el trauma y la pérdida de cultura (Greenwood et al., 2015). Cuando se combina con nuevas exposiciones ambientales del ejemplo anterior de la calidad del aire, se produce una doble injusticia, por la cual los determinantes de la salud entran en interacción directa con exposiciones biofísicas que producen nuevos tipos de impactos en la salud, desafíos para la prestación de servicios de salud, o para la capacidad de acceso y beneficiarse de los servicios ecosistémicos que son inhibidos por los procesos de cambio industrial.

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    Figura 17.2: Cambios en el uso del suelo industrial en el norte de Columbia Británica: Visualización de la huella antropogénica acumulada de múltiples industrias. [Descripción larga]

    Los dos ejemplos de casos a mesoescala que se presentan aquí, ofrecen múltiples puntos de entrada desde los cuales explorar tanto la seguridad de la salud como el SES. Se ha encontrado que los ejemplos de casos relacionados a mesoescala son útiles en una variedad de contextos de enseñanza y aprendizaje que abordan directa e indirectamente temas relevantes de la interfaz de la seguridad de la salud y el SES, como ejemplificó la década de trabajo en la Comunidad Canadiense de Práctica en Enfoques Ecosistémicos para la Salud ( COPEH-Canadá) (ver Cole et al., 2018; Parkes et al., 2017). Desde 2016, la COPEH-Canadá ha realizado un curso híbrido multi-institucional (Cole et al., 2018), y ha utilizado consistentemente la mesoescala de cuencas hidrográficas como contexto de sistemas socioecológicos desde el que explorar temas del curso, conectando a través de contextos institucionales en relación con temas de “El papel de las universidades en progresar la salud dentro de sus cuencas hidrográficas” en 2016-2018 y “Salud de los humanos y otras especies en sus cuencas” en 2019. Se pueden utilizar ejemplos y experiencias conceptuales y de campo para explorar y apreciar las características de SES de estas mesoescalas, y también para 'acercar' y 'alejar' para considerar los beneficios de examinar temas relacionados a múltiples escalas, incluyendo el uso de 'actividades de extensión' y ejercicios como los que se presentan a continuación (ver también Buse, Smith, et al., 2018; Galway et al., 2016; Parkes & Horwitz, 2016).