3.6: Implementar Procedimientos con Fidelidad

La efectividad es el grado de aprendizaje, o la cantidad de cambio en el desempeño de los estudiantes, es decir, el cambio de comportamiento (ya sea aumentar o disminuir) desde la línea base hasta después de que se implemente la intervención. La efectividad analiza los datos de desempeño de los estudiantes para modificar lo que se enseña (es decir, programas o planes de estudio) así como la forma en que se enseña. Los datos, especialmente los datos graficados visualmente, ayudan a los maestros a tomar decisiones para seguir adelante, revisar o detener una intervención. Cuando no se realiza el desempeño de los estudiantes, se examinan las contingencias que rodean el ambiente de aprendizaje y estas incluyen monitorear y modificar el comportamiento del personal.

Las medidas de confiabilidad y la recopilación de datos de acuerdo entre observadores proporcionan una mirada objetiva a la consistencia de cómo el personal está registrando el comportamiento y también cómo el personal está implementando los programas. Un componente importante del desempeño del personal es el tecnológico, término que describe la claridad y precisión de los procedimientos escritos para que otros puedan replicar la enseñanza. El éxito de las intervenciones depende en gran medida de la medida en que se implementen según se diseñen con precisión y consistencia (es decir, integridad del tratamiento; Gresham, 1989). Para ayudar con la consistencia, los procedimientos se operacionalizan en acciones paso a paso con indicaciones visuales que impulsan comportamientos precisos del personal (Noell et al., 2002). La retroalimentación del desempeño es otra herramienta valiosa para ayudar al personal a mejorar el desempeño en la implementación de planes de intervención (Codding, Livanis, Pace, & Vaca, 2008). De hecho, la investigación muestra que cuando el personal implementa procedimientos con alta fidelidad, las tasas de comportamiento problemático son bajas, y también se muestra lo contrario, cuando hay baja fidelidad al tratamiento, hay un aumento en el comportamiento problemático (Fryling, Wallace, & Yassine, 2012; St. Peter Pipkin, Vollmer, & Slaman, 2010).