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4.2: Prevención y Promoción

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    Capítulo Doce Objetivos

    Al final de este capítulo, podrás:

    • Comprender las perspectivas históricas sobre prevención y promoción
    • Definir los diferentes tipos de prevención
    • Identificar ejemplos de factores de riesgo y de protección
    • Describir diversos aspectos de los programas de prevención y evaluación
    Victoria BC Canada Rise for Climate” de 350.org está licenciado bajo CC BY-NC-SA 2.0

    Una característica notable en el campo de la Psicología Comunitaria es el enfoque en la prevención de problemas y la promoción del bienestar, como se discute en el Capítulo 1 (Jason, Glantsman, O'Brien, & Ramian, 2019). Esto ocurre abordando competencias a nivel individual dentro de una comunidad y también trabajando para cambiar sistemas y contextos. Como se destaca en el Capítulo 1, la prevención sirve como marco ejemplar para la investigación en Psicología Comunitaria y también una forma innovadora de abordar los problemas del mundo real. La creencia fundamental es que tomar medidas desde el principio puede evitar que se desarrollen problemas más graves en el futuro. Estudio de caso 12.1 perfiles de Head Start, un programa de prevención de la primera infancia para niños con el objetivo de reducir los efectos negativos de la pobreza. El estudio de caso destaca la forma en que las fuerzas políticas y sociales de la época dieron forma al desarrollo de Head Start. Este programa representa un cuento fundamental en la historia de la prevención, sirviendo como ejemplo de muchos de los conceptos clave detallados a lo largo de este capítulo.

    Estudio de caso 12.1
    El modelo de Head Start

    “El jardín de infantes es divertido” de woodleywonderworks está licenciado bajo CC BY 2.0

    Head Start, un programa de educación infantil para niños que experimentan pobreza y factores estresantes relacionados, se estableció por primera vez en 1965. Head Start fue creado en respuesta al famoso discurso del presidente Lyndon B. Johnson sobre el Estado de la Unión en 1964 donde llamó a una “guerra incondicional contra la pobreza” (Mira el discurso aquí). Los programas de esta época reflejaron esfuerzos para mejorar las condiciones sociales y prevenir los resultados negativos asociados a la pobreza.

    El propósito de la programación de Head Start es reducir las brechas en las habilidades, que aparecen al ingreso al jardín de infantes, entre los niños que viven en la pobreza y sus Estas disparidades tempranas pueden continuar a lo largo de la escolaridad y hasta la edad adulta; por lo tanto, Head Start tiene como objetivo brindar servicios preescolares equitativos para mejorar la preparación de los niños para ingresar El modelo de Head Start adopta un enfoque ecológico e integral y brinda servicios integrales a los niños mientras promueve el bienestar de toda la familia que se extiende más allá de lo académico (vea The Head Start Advantage para una mirada más cercana). La participación de Head Start ha permitido mejorar el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje/pre-académico y las habilidades socioemocionales de los niños para el momento de ingresar al jardín de infantes (Departamento de Salud y Administración de Servicios Humanos de los Estados Unidos para Niños y Familias, 2010).

    Desde sus inicios hace más de 50 años, Head Start se ha expandido y evolucionado mucho. Consulta el cronograma interactivo y detallado de Office of Head Start. Los programas Head Start (y Early Head Start) actualmente atienden a niños desde el nacimiento hasta los 5 años de edad. Según la Oficina de Head Start, existen programas de Head Start en los 50 estados y varios territorios de Estados Unidos.

    PERSPECTIVAS HISTÓRICAS

    La foto de Possible está licenciada bajo CC BY 2.0

    El concepto de prevención proviene del ámbito de la salud pública. Esto es muy diferente al modelo médico, que se refiere al marco de tratar los problemas sociales de la misma manera que tratamos la enfermedad. Los psicólogos comunitarios han criticado desde hace mucho tiempo el modelo médico, dadas sus deficiencias en la localización de los problemas sociales en el individuo, que a menudo están enraizados en desigualdades sistemáticas. Esta charla describe distinciones clave entre el modelo médico y la incidencia comunitaria para abordar la delincuencia juvenil femenina.

    Dos aspectos clave de un enfoque de salud pública para los problemas son la medición de la incidencia y prevalencia de la enfermedad. En Psicología Comunitaria, un enfoque de salud pública requiere que el enfoque esté en medir la incidencia o prevalencia de un problema social. La incidencia se refiere al número de nuevos casos durante un periodo determinado de tiempo (por ejemplo, la tasa anual de nuevos casos de depresión entre las mujeres, la tasa anual de nuevos individuos que experimentan falta de vivienda). La prevalencia es el número total de casos en una población (por ejemplo, el número total de mujeres en la población con depresión, el número total de personas en la población que se encuentran sin hogar en un país en particular). Comprender la incidencia y prevalencia de un problema social es un primer paso crítico para desarrollar un enfoque de prevención.

    Foto de Wokandapix está licenciada bajo la Licencia Pixabay

    La década de 1960 fue un punto crítico en el tiempo para el cambio de enfoque hacia la prevención, más que el tratamiento, de la enfermedad individual (modelo médico). Como se vio en el discurso del presidente Johnson, el enfoque en la prevención estaba en el espíritu de los tiempos. Durante este punto de la historia, hubo un enfoque concentrado en la desigualdad social y los derechos civiles, la prevención de los trastornos de salud mental y el establecimiento de programas innovadores de prevención en la comunidad (por ejemplo, Head Start). Esta vez no estuvo exenta de debates sobre dónde enfocar los recursos y cómo definir los problemas sociales. Por ejemplo, Albee (1983) argumentó enérgicamente en contra del modelo médico para el tratamiento de enfermedades mentales. Es decir, ningún trastorno masivo que afecte a grandes cantidades de individuos (por ejemplo, pobreza, enfermedad mental, falta de vivienda) jamás ha sido erradicado al brindar tratamiento a cada persona afectada por el problema. Tampoco es factible formar suficientes profesionales (por ejemplo, psicólogos clínicos) para acabar con un problema (por ejemplo, una enfermedad mental) que tiene raíces en problemas sociales más profundos como la pobreza y la opresión. Los esfuerzos de prevención requieren una ideología alineada con el cambio social, la educación y la prevención primaria (Albee, 1983).

    La foto de Max Pixel está licenciada bajo CC 1.0

    El campo de la prevención era algo nuevo para muchos en el campo de la psicología. El público tampoco estaba familiarizado con esta idea ya que representaba una forma muy diferente de pensar sobre la solución de problemas. Como ejemplo, en una convención psicológica en 1981, Bob Felner y Leonard Jason, dos psicólogos comunitarios, tuvieron una conversación muy interesante con Jerry Frank, quien era editor senior en Pergamon, una importante compañía editorial de libros. Lo que suele ocurrir en este tipo de reuniones es que editores y autores tienen discusiones sobre posibles ideas de libros, y Felner y Jason se acercaron a Jerry con la idea de un libro editado en un nuevo campo de la psicología. Jerry parecía interesado, y luego Felner y Jason dijeron que querían titular el libro Psicología Preventiva. Jerry se veía desconcertado y les preguntó por qué querrían prevenir la psicología. La reacción de Jerry en realidad fue muy típica de cuántas personas reaccionaron ante esta nueva forma de pensar sobre los problemas sociales. Felner y Jason se rieron entre dientes y dijeron que no estaban tratando de impedir el campo de la psicología, sino que más bien querían dar ejemplos de cómo se podría utilizar la prevención para abordar muchos problemas que los psicólogos estaban lidiando como las adicciones y las dificultades escolares. Jerry no había pensado en este enfoque antes, y después de una larga discusión, finalmente entendió las emocionantes posibilidades de este campo y accedió a publicar el libro que se tituló: Psicología Preventiva: Teoría, Investigación y Práctica.

    TIPOS DE PREVENCIÓN

    ©UNICEF/ECU/2017/ArtunDuaga” de UNICEF Ecuador está licenciado bajo CC BY 2.0

    A raíz de estos debates, surgió una abundancia de programación e investigación empírica. Esto incluyó investigaciones sobre intervenciones preventivas para reducir enfermedades mentales y problemas sociales como la delincuencia y la falta de vivienda. Los hallazgos de estos estudios demostraron que tomar un enfoque de prevención es efectivo (por ejemplo, ver el metaanálisis de Durlak & Wells en 1997 sobre este tema).

    Figura 1. “Tipos de Prevención” de Valerie Anderson, Samanta Boddapati y Symone Pate.

    Existen tres tipos de prevención: primaria, secundaria y terciaria (Caplan, 1964). La Figura 1 anterior correspondiente proporciona una visión general de estos tipos de prevención. La prevención primaria incluye esfuerzos para detener el problema desde el inicio en primer lugar. Por ejemplo, Durlak y Wells (1997), en un metaanálisis, analizaron estudios de tratamiento de salud mental y resultados de intervenciones de prevención con otra área de enfoque: consumo de drogas, salud física, rendimiento académico. Identificaron que programas específicos de alta calidad pueden prevenir múltiples problemas en diferentes áreas. Esta investigación especificó lo importante que es que se produzca la colaboración entre los científicos de prevención en todas las disciplinas. La colaboración y el trabajo interdisciplinario son otras áreas de enfoque clave de la Psicología Comunitaria. La colaboración puede maximizar la eficiencia de prevención y ayudar a investigadores y profesionales a comprender los efectos a corto y largo plazo de las intervenciones preventivas. El otro hallazgo importante de este estudio fue que los resultados positivos de salud mental podrían lograrse a través de intervenciones dirigidas a otros aspectos del desarrollo y funcionamiento humanos. Por ejemplo, (1) una programación educativa exitosa puede reducir el consumo futuro de drogas y (2) los programas que promueven una salud física positiva pueden impulsar el logro académico.

    La prevención secundaria incluye intervenciones que detectan una enfermedad de manera temprana y evitan que empeore. En otro metaanálisis, Durlak y Wells (1998) evaluaron los resultados de 130 programas secundarios de prevención de salud mental para niños y adolescentes. Encontraron que la prevención secundaria produce efectos positivos en los jóvenes que reciben tratamiento para la salud mental al reducir significativamente el comportamiento problemático, aumentar las competencias de los jóvenes y mejorar el ajuste social y emocional. Este trabajo fue innovador ya que destacó cómo las intervenciones preventivas pueden ser tan efectivas como brindar psicoterapia individualizada a niños y adolescentes y más efectivas que los enfoques reactivos para prevenir comportamientos problemáticos como fumar, consumo de alcohol, y delincuencia. Un ejemplo de estudio de caso de prevención secundaria es la prevención de agresiones sexuales en campus universitarios. La Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto afirma que las mujeres en edad universitaria tienen una alta probabilidad de sufrir agresión sexual. Los esfuerzos de prevención secundaria para reducir la agresión sexual en los campus universitarios pueden incluir autodefensa, capacitación de intervención de transeúntes, educación sexual con respecto al consentimiento, educación de recursos y aumento de la visibilidad de sobrevivientes de agresión sexual. Los Centros para el Control de Enfermedades y la Asociación Americana de Psicología han publicado recomendaciones para reducir la violencia sexual y hacer que los campus universitarios sean más seguros. Una transición de vida puede ser estresante, como ingresar a la escuela, graduarse de la escuela o casarse, y estos son excelentes momentos para implementar intervenciones preventivas secundarias. El siguiente Estudio de Caso 12. 2 ilustra uno de esos programas de jóvenes que se trasladan a una nueva escuela cuando algunos niños están en alto riesgo de desarrollar problemas académicos y sociales.

    Estudio de caso 12.2 Jóvenes en
    riesgo que se trasladan a una nueva escuela

    Centennial Elementary School 41” de Pasco County Schools está licenciado bajo CC BY-NC 2.0

    Un grupo de psicólogos comunitarios diseñó una intervención para trasladar estudiantes de primaria que incluyó una orientación a la nueva escuela y un compañero de programa en la nueva escuela. Además, a los alumnos trasladados que se evaluaba que tenían algunas dificultades académicas tempranas se les brindaba tutoría dos veces por semana, durante todo el año académico. Para algunos jóvenes en riesgo, el aspecto tutorial de la intervención se centró en trabajar directamente con los niños; para otro grupo de niños, la intervención se centró en trabajar tanto con los niños como con sus padres. Un año después de que finalizó la intervención, solo los niños de las escuelas con la condición de participación parental continuaron mejorando en sus calificaciones de matemáticas y lectura. El aumento continuo de las calificaciones de lectura tras la intervención sugiere que los estudiantes que recibieron tutoría tanto escolar como domiciliaria se beneficiaron más de la intervención integral. Esta intervención demuestra el valor de brindar intervenciones de prevención integral en puntos críticos de la vida de un niño (Jason et al., 1992).

    La prevención terciaria trata enfermedades o problemas sociales con el objetivo de mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas del problema después de que se haya desarrollado. La prevención terciaria difiere de la prevención primaria y secundaria en que no se enfoca en reducir la incidencia o prevalencia de una enfermedad o problemas sociales, sino en tratar el problema una vez que surge. Por ejemplo, como se muestra en el video “Una onza de prevención”, los programas para padres que aumentan las características clave de los padres, como la calidez de los padres, y apoyan las habilidades de los padres para manejar comportamientos disruptivos durante la primera infancia, pueden prevenir el maltrato infantil y futuras preocupaciones de comportamiento en niños. El video describe específicamente el impacto de tal esfuerzo de prevención terciaria para una familia inmigrante mexicana que enfrenta varios riesgos que pueden colocar a los niños en mayor riesgo de maltrato y angustia conductual futura, incluidos los factores médicos subyacentes y la pobreza. Estos programas pueden ser entregados a familias de forma individual o grupal (por ejemplo, Incredible Years®, Triple P — Positive Parenting Program®) en la comunidad.

    El video Onza de Prevención muestra además cuatro programas de prevención y promoción para niños pequeños, adolescentes de secundaria, adultos desempleados y personas mayores. Estos programas destacan cada uno de los diferentes tipos de prevención discutidos anteriormente y por qué estos programas son ventajosos para sus respectivas poblaciones. El video incluye entrevistas a los participantes y desarrolladores del programa, imágenes de las actividades del programa y una discusión sobre los resultados del programa. De hecho, una onza de prevención puede reducir una serie de comportamientos problemáticos y resultados más adelante en la vida.

    Figura 2. Los esfuerzos de prevención del Instituto de Medicina por Valerie Anderson, Samanta Boddapati y Symone Pate

    El Instituto de Medicina también ha desarrollado definiciones para los esfuerzos de prevención. Una distinción clave en esta definición es que la prevención terciaria ya no se considera un tipo de prevención, sino una estrategia de intervención.

    La prevención indicada se refiere a la programación dirigida a personas que tienen signos tempranos detectables de inadaptación que presagian problemas sociales, físicos o de salud mental. Por ejemplo, el campo de la pediatría ha aumentado la atención para disminuir la prevalencia de obesidad infantil con el fin de prevenir la obesidad adulta. Goldschmidt et al. (2013) describen específicamente un enfoque de prevención indicado que empleó un tratamiento intensivo basado en la familia que incluyó una combinación de dieta, ejercicio y estrategias conductuales (por ejemplo, automonitoreo, entrenamiento de habilidades de los padres) que se dirigieron a 669 jóvenes obesos y con sobrepeso en tres ciudades en Estados Unidos. Los investigadores midieron el cambio de peso necesario para alterar el estado de los jóvenes con sobrepeso u obesidad a no sobrepeso. Los resultados mostraron que a pesar de algunas diferencias por edad y clasificación de peso inicial, incluso una pequeña disminución en el peso fue suficiente para trasladar a los niños al estado sin sobrepeso después de un año. Específicamente, esto subraya que los esfuerzos preventivos durante la infancia pueden necesitar solo una pequeña inversión de recursos para producir cambios importantes. Otro ejemplo de programas de prevención indicados dirigidos al consumo de sustancias entre los jóvenes se puede encontrar aquí.

    La prevención selectiva implica una programación dirigida a individuos que no muestran ningún indicio del problema, pero que están en alto riesgo para el desarrollo del problema. Por ejemplo, Head Start puede considerarse un tipo de prevención selectiva porque muchos programas tienen como objetivo brindar apoyos integrales (por ejemplo, escolaridad, intervenciones familiares) a niños que experimentan factores de riesgo específicos que ponen a los niños en riesgo de dificultades académicas y socioemocionales posteriores, tales como como pobreza o retrasos en el desarrollo.

    La prevención universal, que es similar a la prevención primaria, se dirige a todas las personas de una población determinada. Los programas de prevención universal basados en la escuela que apuntan al funcionamiento conductual y socioemocional a nivel escolar o de clase son un ejemplo de un enfoque de prevención universal para aumentar el acceso a los servicios. Estos programas son una respuesta directa a la literatura que indicó que las necesidades no satisfechas de salud mental y conductual de niños en edad escolar aumentan el riesgo de caídas a largo plazo en la salud mental, académica y funcionamiento social (Costello, Egger, & Angold, 2005; Nastasi, 2004). Un enfoque de prevención de la salud de la población que ha demostrado beneficios conductuales, académicos y sociales inmediatos y a largo plazo, el PAX Good Behavior Game, se describe en el Estudio de Caso 12.3.

    Estudio de caso 12.3
    El juego PAX Good Behavior®

    PAX Good Behavior Game Imagen por PAXIS Institute

    El PAX Good Behavior Game® es un conjunto de estrategias universales de prevención, arraigadas en décadas de ciencias del comportamiento que son implementadas por maestros de aula en las escuelas. PAX GBG tiene como objetivo crear un ambiente de aula positivo, seguro y nutritivo para el aprendizaje y las interacciones prosociales. Este ambiente enriquecedor mejora las habilidades conductuales de los niños, como la autorregulación y la corregulación con otros compañeros de clase, y puede mejorar los resultados de aprendizaje en los niños. PAX es un ejemplo de prevención universal porque se dirige y beneficia a todos los estudiantes en un aula o escuela, incluyendo a los estudiantes que están exhibiendo signos de preocupaciones conductuales y/o de aprendizaje, así como aquellos que no están exhibiendo estas preocupaciones. Da clic aquí para conocer más sobre el juego del buen comportamiento y ver hablar sobre PAX al Dr. Dennis Embry, presidente y científico senior del Instituto PAXIS.

    Además de los cambios inmediatos en el aula, como el menor número de casos de remisiones de disciplina, los estudios han demostrado que los niños que estuvieron en las aulas PAX GBG durante la escuela primaria tenían menos probabilidades de consumir tabaco y otras sustancias y más probabilidades de experimentar un mejor comportamiento y salud mental en las altas la escuela y la edad adulta joven (e.g., Storr, Ialongo, Kellam, & Anthony, 2002; Wilcox et al., 2008). Conoce más sobre algunos de los beneficios a corto y largo plazo de PAX GBG aquí.

    * Imágenes del juego PAX Good Behavior reproducidas con permiso del Instituto PAXIS

    PROMOCIÓN

    Foto de geralt está licenciada bajo la Licencia Pixabay

    Relacionado con el concepto clave de prevención primaria está la promoción. La promoción implica empoderar a las personas para aumentar el control de su salud y bienestar mediante la alfabetización y la programación. Psicólogos comunitarios identificaron que el objetivo de prevenir problemas se puede lograr a través del fomento del bienestar. Generalmente, hay dos enfoques para la promoción. El primero es a través de la reducción de las posibilidades de que surja el problema. El segundo es a través del aumento de habilidades, fortalezas y competencias de individuos y entornos para reducir el riesgo de que surjan problemas. Los análisis de costo-beneficio de la promoción han demostrado que los esfuerzos que se centran en la promoción de la salud son muy rentables en comparación con los enfoques reactivos o orientados al tratamiento (Durlak & Wells, 1997). Los psicólogos comunitarios argumentan que la promoción también debe tomar en consideración enfoques ecológicos para mejorar la condición humana. Es decir, quienes estén interesados en prevenir problemas sociales y promover las competencias humanas y el bienestar deben llamar la atención sobre la relación entre fuerzas sociales más amplias y tasas de enfermedad y angustia social que se observan en las comunidades (Albee, 1983). Por ejemplo, el Estudio de Caso 12.4 describe un programa de incidencia basado en la comunidad desarrollado por psicólogos comunitarios para promover el bienestar de las niñas en el sistema de justicia juvenil.

    Estudio de Caso 12.4
    Resiliencia, Oportunidad, Seguridad, Educación, Fuerza (ROSES)

    La foto de Pexels está licenciada bajo la Licencia Pixabay

    Resiliencia, oportunidad, seguridad, educación, fuerza es un programa basado en la comunidad en la ciudad de Nueva York que empareja a un defensor capacitado con niñas involucradas o en riesgo de involucrarse en el sistema de justicia juvenil. El programa trabaja para proporcionar a las niñas recursos y educación, definiendo metas personales, desarrollando habilidades de autoeficacia, fomentando el compromiso con diversos contextos sociales (es decir, escuela, familia, compañeros) y promoción para reducir la participación del sistema de justicia. Resiliencia, Oportunidad, Seguridad, Educación, Fuerza tiene como objetivo aprender más sobre las necesidades de las niñas involucradas en el sistema de justicia. La investigación muestra que aquellas niñas que han participado en este programa reportaron mayor resiliencia y autoeficacia; menos conductas de riesgo, incluyendo violencia, crimen y consumo de sustancias; y disminución de las emociones negativas como depresión, ansiedad e ira (Javdani & Allen, 2016).

    Conoce más sobre ROSES.

    Factores de riesgo y protección

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    Otro concepto clave es el papel de los factores de riesgo y de protección. Los factores de riesgo son variables que se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad o problema. Si bien el término proviene de una perspectiva de salud pública, los psicólogos comunitarios utilizan factores de riesgo para comprender los factores asociados con un mayor riesgo de diversos problemas sociales como la falta de vivienda, la delincuencia juvenil o la violencia de género. Por ejemplo, la Figura 3 a continuación muestra algunos de los factores de riesgo más comunes, especialmente entre niños y adolescentes, que los programas de prevención deben considerar para reducir el desarrollo de problemas sociales. El estudio de caso 12.5 proporciona un ejemplo específico de factores de riesgo para la trata de personas, un problema omnipresente en todo el mundo. En contraste con los factores de riesgo, los factores protectores incluyen variables que están relacionadas con una disminución del riesgo de desarrollar una enfermedad o un problema social. Los factores protectores pueden incluir variables como las relaciones positivas, el rendimiento académico, el apoyo de los padres y las condiciones económicas fuertes.

    Figura 3. “Factores de riesgo” de Valerie Anderson, Samanta Boddapati y Symone Pate

    Estudio de caso 12.5
    Los más vulnerables, los factores de riesgo y la programación más efectiva

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    La trata de personas es un grave problema social en EU y en todo el mundo. La trata de personas implica el uso de la fuerza, el fraude o la coerción para el sexo comercial o el trabajo involuntario (Ley de Protección a Víctimas de Trata de 2000). Para los casos de trata sexual, hay una serie de factores de riesgo para los jóvenes. Tomando una perspectiva ecológica, estos pueden incluir factores relacionados con las características sociodemográficas de un individuo, así como factores de riesgo sociales, conductuales y comunitarios más amplios. La figura 4 a continuación incluye una lista de factores de riesgo para la trata de personas.

    Por lo tanto, la programación de prevención más efectiva, como el programa El Proyecto de Prevención, debe dirigirse a la población más vulnerable (por ejemplo, mujeres jóvenes) involucrada en correlatos sociales o conductuales de la trata sexual (por ejemplo, huyendo), o involucrada con sistemas y programas comunitarios como el juvenil sistema de justicia o acogimiento familiar, o problemas sociales en general, como la pobreza. Los tipos de servicios más efectivos tienden a integrarse y enfocarse en múltiples factores de riesgo.

    Figura 4. “Factores de riesgo para la trata de personas” de Valerie Anderson, Samanta Boddapati y Symone Pate

    PREVENCIÓN, INVESTIGACIÓN Y PROGRAMACIÓN

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    El Instituto de Medicina (1994) desarrolló un modelo de evaluación de problemas, intervención y estrategias de difusión. Por ejemplo, este ciclo de investigación incluye evaluar la prevalencia de factores de riesgo y protección de un área problemática, desarrollar innovaciones de prevención, investigar la efectividad de esas innovaciones y difundir innovaciones en la comunidad. La Figura 5 a continuación describe cada aspecto del ciclo de investigación de intervención preventiva.

    Figura 5. “El ciclo de investigación de intervención preventiva” de Valerie Anderson, Samanta Boddapati y Symone Pate

    Hay una serie de desafíos para realizar investigaciones de prevención y usar estos modelos ya que identifican lo que hay que hacer pero brindan muy pocos detalles sobre cómo sucederán estas cosas. La mayoría de los modelos, como el marco del Instituto de Medicina, se centran en las funciones que forman parte del proceso de innovación, implementación y difusión, pero no en los sistemas que sustentan estas funciones. Para abordar esta brecha, Wandersman y sus colegas (2008) propusieron un marco que describe sistemas relevantes para ayudar a cerrar la brecha. El Marco de Sistemas Interactivos trabaja para conectar el paso cuatro (realización de ensayos del programa) y el paso cinco (implementar el programa en la comunidad) del modelo del Instituto de Medicina. La Figura 6 a continuación detalla los componentes críticos del Marco de Sistemas Interactivos para cerrar esta brecha. Por ejemplo, Halgunseth y sus colegas (2012) utilizaron el Marco de Sistemas Interactivos para comprender la relación entre la capacidad del programa y la implementación en entornos extracurriculares. Examinaron ocho sitios extracurriculares que recibieron el Juego del Buen Comportamiento (descrito en el Estudio de Caso 12.2). Alineado con el elemento Sistema de Apoyo a la Prevención del Marco de Sistemas Interactivos, se capacitó al personal extraescolar y recibió apoyo semanal in situ para implementar la intervención. Se encontró que los entornos extracurriculares que estaban más organizados y mantenían fuertes vínculos con individuos u organizaciones comunitarias obtuvieron una puntuación más alta en fidelidad y calidad del programa. Los financiadores pueden utilizar el Marco de Sistemas Interactivos para identificar qué tipo de apoyo deben proporcionar para el elemento Sistema de Síntesis y Traducción de Prevención; de manera similar, los profesionales pueden recopilar información de ese mismo componente para lo que necesitan, así como del elemento Sistema de Apoyo a la Prevención . Adicionalmente, los profesionales pueden ver lo que necesitan hacer para desarrollar capacidades desde la perspectiva del componente Sistema de Entrega de Prevención.

    Figura 6. Componentes críticos del marco de sistemas interactivos por Valerie Anderson, Samanta Boddapati y Symone Pate

    La evaluación del programa es una piedra angular de la investigación y acción de la Psicología Comunitaria. En términos generales, la evaluación del programa implica medir la efectividad de las intervenciones y políticas. Esto puede incluir tanto procesos (por ejemplo, cómo se implementaron las actividades de intervención) como resultados (por ejemplo, si la intervención logró los objetivos de resultado). Los psicólogos comunitarios dedicados a la investigación y la acción de prevención y promoción utilizan modelos lógicos para orientar estos esfuerzos. Para leer más sobre la evaluación del programa, consulta estos recursos de los Centros para el Control de Enfermedades y la Caja de Herramientas Comunitarias. Realizar evaluaciones de programas es una forma clave para que los psicólogos comunitarios puedan medir si nuestros esfuerzos de prevención y promoción están teniendo o no el efecto deseado.

    CRÍTICAS AL PARADIGMA DE PREVENCIÓN

    Foto de RobinHiggins está licenciada bajo Licencia Pixabay

    A pesar de que la prevención y la promoción son conceptos fundamentales en la Psicología Comunitaria, no están exentos de inconvenientes. Los psicólogos comunitarios han esbozado dos críticas clave. En primer lugar, la prevención y promoción es limitada en su enfoque al empoderamiento (Rappaport, 1981). Rappaport argumentó que la prevención es “unilateral” en parte porque se deriva de un modelo de necesidades, más que de un modelo de derechos. Además, Rappaport argumentó que los programas de prevención pueden no ser suficientes para cambiar las instituciones sociales, sino que simplemente se suman a lo que ya está en marcha. Rappaport argumentó que el empoderamiento es un mejor modelo porque prioriza los derechos y ofrece una perspectiva más transformadora para cambiar los problemas sociales. En segundo lugar, Miller y Shinn (2005) esbozaron otra crítica a la prevención y promoción: la falta de adopción de programas de prevención tiene sus raíces en las dificultades de implementación y difusión.

    Foto de geralt está licenciada bajo la Licencia Pixabay

    Miller y Shinn (2005) describieron problemas potenciales con el modelo de difusión del Instituto de Medicina y las posibles formas en que los psicólogos comunitarios pueden contrarrestar directamente estos problemas en sus esfuerzos de difusión. Identificaron cuatro problemas distintos en la difusión de innovaciones de prevención y promoción. En primer lugar, muchas comunidades tienen una capacidad limitada (como se muestra en el enlace de video) para implementar un programa que provoca fallas de difusión. El contexto en el que funcionan las organizaciones comunitarias conforma esa capacidad, por lo que las personas interesadas en difundir programas deben tomar en cuenta los factores ecológicos. Segundo, muchas veces hay incongruencia de valores, una falta de compatibilidad y/o consistencia entre el entorno y el programa de prevención. Tercero, Miller y Shinn argumentaron que existe la presunción de que las innovaciones que “prueban su valía” en un entorno controlado y experimental son mejores de lo que podrían reemplazar cuando se implementan. Se refirieron a esto como “sesgo de innovación” que erróneamente caracteriza a las comunidades como pasivamente esperando adoptar un programa de prevención en lugar de resolver problemas por sí mismas. Por último, argumentaron que el modelo de prevención y promoción del Instituto de Medicina propone un modelo excesivamente simplista de toma de decisiones. Se asume que la evidencia del éxito de una innovación en un entorno controlado y experimental es suficiente para promover decisiones sobre la adopción de la innovación en la práctica. Sabemos que muchas otras consideraciones también son relevantes en la toma de decisiones de los organismos comunitarios. Miller y Shinn (2005) propusieron dos posibles soluciones a estas trampas del marco del Instituto de Medicina. En lugar de seleccionar innovaciones en el contexto de una universidad y luego traducirlas a un ambiente diferente en la comunidad, los psicólogos comunitarios deben identificar intervenciones prometedoras de prevención y promoción que ya funcionan en las comunidades y estudiarlas para comprender su efectividad. Por último, propusieron que los investigadores deberían centrarse menos en programas específicos y más en ideas poderosas que puedan mejorar la calidad de vida. Este enfoque en ideas poderosas en realidad puede provenir del proceso de entender cómo funcionan los programas de prevención y promoción en las comunidades especificando los elementos centrales de un programa que podrían aplicarse en otros contextos comunitarios. Así, deberíamos estar “aprendiendo de las comunidades” y difundiendo sus esfuerzos de prevención y promoción que funcionen.

    A pesar de estas críticas, la prevención sigue siendo un marco importante en la Psicología Comunitaria y tiene el potencial de crear un cambio sustentable en las comunidades. Al observar los factores precipitantes, se intenta realizar cambios significativos en los factores ambientales o personales para eliminar las barreras al éxito y al bienestar. La enfermedad y el trastorno comunitario siempre requerirán respuestas reactivas y tratamiento; sin embargo, uno de los objetivos de la Psicología Comunitaria es prevenir parte de ella. La prevención disminuye la demanda de tratamiento y permite un mayor acceso a recursos a los que los individuos de otra manera no tendrían acceso. Como se señala en este capítulo, la prevención también tiene el potencial de reducir los costos sociales a largo plazo, lo que significa que los recursos pueden seguir propagándose por una mayor cantidad de tiempo.

    RESUMIENDO

    Laboratorio de Producción de Codificación Coreográfica Nairobi 2017” de David Rittershaus está licenciado bajo CC BY-NC-SA 2.0

    En este capítulo se esbozó la importancia de la prevención y promoción como conceptos clave en la Psicología Comunitaria. Destacamos las perspectivas históricas y contemporáneas sobre prevención y promoción, incluyendo diferentes tipos de prevención (por ejemplo, primaria, secundaria, terciaria), factores de riesgo y protección, y los diversos aspectos de los programas de prevención y las técnicas necesarias para evaluar dicha programación. Como se ve a lo largo del capítulo basado en la amplia gama de ejemplos, desde los esfuerzos de prevención de la obesidad infantil hasta el examen de los factores de riesgo para la trata de personas, hay una gran cantidad de problemas sociales que los psicólogos comunitarios pueden explorar con miras a la prevención y promoción. Estos son marcos importantes a utilizar para apuntar el cambio a través de múltiples niveles (por ejemplo, individuos, grupos, entornos, sistemas sociales) con el fin de prevenir resultados negativos y promover el bienestar.

    Preguntas de Pensamiento Crítico
    1. ¿Qué papel juegan los factores de riesgo en la promoción? ¿Por qué es eso importante?
    2. ¿Cómo han dado forma los debates históricos sobre prevención y promoción a la manera en que vemos su utilidad en la actualidad?
    3. ¿Cómo afecta cada tipo de prevención a los problemas experimentados en la sociedad o por miembros de la sociedad?
    4. ¿Qué aspectos debemos considerar respecto a la investigación y programación en materia de prevención?

    Toma el cuestionario del Capítulo 12

    Ver el Capítulo 12 Diapositivas de conferencias

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    REFERENCIAS

    Albee, G. W. (1983). Prevenir la psicopatología y promover el potencial humano. Psicólogo Americano, 37, 1043—1050.

    Caplan, G. (1964). Principios de Psiquiatría Preventiva. Nueva York, NY: Libros Básicos.

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