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2.2: El Sistema Nervioso

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    146505
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    Por Aneeq Ahmad

    Universidad Estatal de Henderson

    El sistema nervioso de los mamíferos es un órgano biológico complejo, que permite a muchos animales, incluidos los humanos, funcionar de manera coordinada. El diseño original de este sistema se conserva en muchos animales a través de la evolución; por lo tanto, las funciones fisiológicas y conductuales adaptativas son similares en muchas especies animales. El estudio comparativo del funcionamiento fisiológico en los sistemas nerviosos de diferentes animales aporta información sobre su comportamiento y su procesamiento mental y nos facilita la comprensión del cerebro y el comportamiento humanos. Además, estudiar el desarrollo del sistema nervioso en un ser humano en crecimiento proporciona una gran cantidad de información sobre el cambio en su forma y comportamientos que resultan de este cambio. El sistema nervioso se divide en sistemas nervioso central y periférico, y los dos interactúan fuertemente entre sí. El sistema nervioso periférico controla los comportamientos volitivos (sistema nervioso somático) y no volitivo (sistema nervioso autónomo) utilizando los nervios craneal y espinal. El sistema nervioso central se divide en prosencéfalo, mesencéfalo y cerebro posterior, y cada división realiza una variedad de tareas; por ejemplo, la corteza cerebral en el prosencéfalo alberga áreas sensoriales, motoras y asociativas que recopilan información sensorial, procesan información para la percepción y la memoria, y producen respuestas basadas en información entrante e inherente. Para estudiar el sistema nervioso, una serie de métodos han evolucionado con el tiempo; estos métodos incluyen el examen de lesiones cerebrales, microscopía, electrofisiología, electroencefalografía y muchas tecnologías de escaneo.

    Objetivos de aprendizaje

    • Describir y comprender el desarrollo del sistema nervioso.
    • Aprender y comprender las dos partes importantes del sistema nervioso.
    • Explica los dos sistemas en el sistema nervioso periférico y lo que sabes sobre las diferentes regiones y áreas del sistema nervioso central.
    • Aprender y describir diferentes técnicas de estudio del sistema nervioso. Entender cuáles de estas técnicas son importantes para los neurocientíficos cognitivos.
    • Describir las razones para estudiar diferentes sistemas nerviosos en animales distintos de los seres humanos. Explicar qué lecciones aprendemos de la historia evolutiva de este órgano.

    Evolución del Sistema Nervioso

    Muchos científicos y pensadores (Cajal, 1937; Crick & Koch, 1990; Edelman, 2004) creen que el sistema nervioso humano es la máquina más compleja conocida por el hombre. Su complejidad apunta a un hecho innegable: que ha evolucionado lentamente con el tiempo a partir de formas más simples. La evolución del sistema nervioso es intrigante no porque podamos maravillarnos con esta complicada estructura biológica, sino fascinante porque hereda un linaje de una larga historia de muchos sistemas nerviosos menos complejos (Figura 1.2.1), y documenta un registro de comportamientos adaptativos observados en formas de vida otras que los humanos. Por lo tanto, el estudio evolutivo del sistema nervioso es importante, y es el primer paso para comprender su diseño, su funcionamiento y su interfaz funcional con el entorno.

    Los cerebros de diversos animales —ratón, gato, perro, mono rhesus, chimpancé y humano se presentaron en orden de complejidad con el ratón teniendo menos y el ser humano teniendo más pliegues y circunvoluciones en el cerebro.
    Figura 1.2.1: Los cerebros de diversos animales

    Los cerebros de algunos animales, como simios, monos y roedores, son estructuralmente similares a los humanos (Figura 1.2.1), mientras que otros no lo son (por ejemplo, invertebrados, organismos unicelulares). ¿La similitud anatómica de estos cerebros sugiere que los comportamientos que emergen en estas especies también son similares? De hecho, muchos animales muestran comportamientos similares a los humanos, por ejemplo, los simios usan señales de comunicación no verbal con sus manos y brazos que se asemejan a formas de comunicación no verbales en humanos (Gardner & Gardner, 1969; Goodall, 1986; Knapp & Hall, 2009). Si estudiamos comportamientos muy simples, como las respuestas fisiológicas hechas por neuronas individuales, entonces los comportamientos basados en el cerebro de los invertebrados (Kandel & Schwartz, 1982) se ven muy similares a los humanos, sugiriendo que desde tiempos inmemoriales tales comportamientos básicos se han conservado en los cerebros de muchas formas animales simples y de hecho son la base de comportamientos más complejos en animales que evolucionaron más tarde (Bullock, 1984).

    Incluso a nivel microanatómico, observamos que las neuronas individuales difieren en complejidad entre especies animales. Las neuronas humanas presentan una complejidad más intrincada que otros animales; por ejemplo, los procesos neuronales (dendritas) en humanos tienen muchos más puntos de ramificación, ramas y espinas.

    La complejidad en la estructura del sistema nervioso, tanto a nivel macro como micro, da lugar a comportamientos complejos. Podemos observar movimientos similares de las extremidades, como en la comunicación no verbal, en simios y humanos, pero la variedad y complejidad de los comportamientos no verbales usando las manos en humanos supera a los simios. Las personas sordas que usan el lenguaje de señas americano (ASL) se expresan en inglés de manera no verbal; usan este idioma con una gradación tan fina que existen muchos acentos de ASL (Walker, 1987). La complejidad del comportamiento con creciente complejidad del sistema nervioso, especialmente la corteza cerebral, se puede observar en el género Homo (Figura 1.2.2). Si comparamos la sofisticación de la cultura material en Homo habilis (hace 2 millones de años; volumen cerebral ~650 cm3) y Homo sapiens (300,000 años hasta ahora; volumen cerebral ~1400 cm3), la evidencia muestra que Homo habilis utilizó herramientas de piedra cruda en comparación con herramientas modernas utilizadas por Homo sapiens para erigir ciudades, desarrollar lenguajes escritos, embarcarse en viajes espaciales y estudiarse a sí misma. Todo esto se debe a la creciente complejidad del sistema nervioso.

    Cambios en el volumen cerebral a lo largo de la evolución — de Ardipithecus a Australopithecus a Homo Habilis a Homo Erectus a Homo Sapiens, siendo el primero el que tiene el menor volumen cerebral y el segundo el que tiene más.
    Figura 1.2.2: Cambios en el volumen cerebral a lo largo de la evolución

    ¿Qué ha llevado a la complejidad del cerebro y del sistema nervioso a través de la evolución, a su refinamiento conductual y cognitivo? Darwin (1859, 1871) propuso dos fuerzas de selección natural y sexual como motores de trabajo detrás de este cambio. Profetizó, “la psicología se basará en un nuevo fundamento, el de la adquisición necesaria de cada poder y capacidad mental por gradación” es decir, la psicología se basará en la evolución (Rosenzweig, Breedlove, & Leiman, 2002).

    Desarrollo del Sistema Nervioso

    Donde el estudio del cambio en el sistema nervioso a lo largo de eones es inmensamente cautivador, estudiar el cambio en un solo cerebro durante el desarrollo individual no es menos atractivo. En muchos sentidos, la ontogenia (desarrollo) del sistema nervioso en un individuo imita el avance evolutivo de esta estructura observado en muchas especies animales. Durante el desarrollo, el tejido nervioso emerge del ectodermo (una de las tres capas del embrión mamífero) a través del proceso de inducción neural. Este proceso provoca la formación del tubo neural, que se extiende en un plano rostrocaudal (cabeza a cola). El tubo, que es hueco, se cose en la dirección rostrocaudal. En algunas condiciones de enfermedad, el tubo neural no se cierra caudalmente y resulta en una anomalía llamada espina bífida. En esta condición patológica, se alteran los segmentos lumbar y sacro de la médula espinal.

    A medida que avanza la gestación, el tubo neural se eleva (cefalización) en el extremo rostral, y el prosencéfalo, el mesencéfalo, el cerebro posterior y la médula espinal se pueden delinear visualmente (día 40). Cerca de 50 días de gestación, seis áreas cefálicas pueden ser discernidas anatómicamente (ver también a continuación para una descripción más detallada de estas áreas).

    Las células progenitoras (neuroblastos) que forman el revestimiento (neuroepitelio) del tubo neural generan todas las neuronas y células gliales del sistema nervioso central. Durante las primeras etapas de este desarrollo, los neuroblastos se dividen rápidamente y se especializan en muchas variedades de neuronas y células gliales, pero esta proliferación de células no es uniforme a lo largo del tubo neural, es por eso que vemos que el prosencéfalo y el cerebro posterior se expanden hacia tejidos cefálicos más grandes que el mesencéfalo. El neuroepitelio también genera un grupo de células especializadas que migran fuera del tubo neural para formar la cresta neural. Esta estructura da lugar a neuronas sensoriales y autonómicas en el sistema nervioso periférico.

    La Estructura del Sistema Nervioso

    El sistema nervioso de los mamíferos se divide en sistemas nerviosos central y periférico.

    El Sistema Nervioso Periférico

    Los diversos componentes del sistema nervioso periférico —el sistema nervioso periférico consta de dos partes— el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso somático está compuesto por nervios craneales y espinales que procesan la información sensorial y controlan los movimientos musculares voluntarios. Y el sistema nervioso autónomo está compuesto por el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático que controlan otros músculos y órganos viscerales.
    Figura 1.2.3: Los diversos componentes del sistema nervioso periférico

    El sistema nervioso periférico se divide en sistemas nerviosos somáticos y autonómicos (Figura 3). Donde el sistema nervioso somático consiste en nervios craneales (12 pares) y nervios espinales (31 pares) y está bajo el control volitivo del individuo en la maniobra de los músculos corporales, el sistema nervioso autónomo también corriendo a través de estos nervios permite que el individuo tenga poco control sobre los músculos y glándulas. Las principales divisiones del sistema nervioso autónomo que controlan las estructuras viscerales son los sistemas nervioso simpático y parasimpático.

    En una señal apropiada (digamos un objeto inductor de miedo como una serpiente), la división simpática generalmente energiza muchos músculos (por ejemplo, corazón) y glándulas (por ejemplo, glándulas suprarrenales), provocando actividad y liberación de hormonas que llevan al individuo a negociar la serpiente causante de miedo con respuestas de lucha o huida. Ya sea que el individuo decida pelear contra la serpiente o huir de ella, o bien la acción requiere energía; en definitiva, el sistema nervioso simpático dice “ve, ve, vete”. El sistema nervioso parasimpático, por otro lado, restringe la movilización de energía indebida hacia los músculos y las glándulas y modula la respuesta diciendo “parar, parar, parar”. Este sistema en tándem push—pull regula las respuestas de lucha o huida en todos nosotros.

    El Sistema Nervioso Central

    El sistema nervioso central y sus componentes, el SNC está compuesto por 4 componentes principales distintos: el cerebro anterior, el mesencéfalo, el cerebro posterior y la médula espinal. El prosencéfalo, o prosencefalia, está compuesto por tálamo (diencéfalo), cerebro (telencéfalo) y el cerebro, a su vez está compuesto por Isocortex, el sistema límbico y ganglios basales. El mesencéfalo o mesencéfalo está compuesto por Colliculos Superior e Inferior y el Sistema de Activación Reticular. El cerebro posterior, o Rombencefalia, contiene Médula, Pons y Cerebelo siendo estos dos últimos una parte del Metencéfalo.
    Figura 1.2.4: El sistema nervioso central y sus componentes

    El sistema nervioso central se divide en una serie de partes importantes (ver Figura 1.2.4), incluyendo la médula espinal, cada una especializada para realizar un conjunto de funciones específicas. El telencéfalo o cerebro es un nuevo desarrollo en la evolución del sistema nervioso de los mamíferos. En los humanos, es aproximadamente del tamaño de una servilleta grande y cuando se arruga en el cráneo, forma surcos llamados sulci (forma singular, surco). Los bultos entre sulcos se llaman giras (forma singular, circunvolución). La corteza se divide en dos hemisferios, y cada hemisferio se divide además en cuatro lóbulos (Figura 5a), los cuales tienen funciones específicas. La división de estos lóbulos se basa en dos sulcos delineantes: el surco central divide el hemisferio en lóbulos frontal y parietal-occipital y el surco lateral marca el lóbulo temporal, que se encuentra debajo.

    Cuatro lóbulos del cerebro — en la parte frontal tenemos el Lóbulo Frontal que contiene el bulbo olfativo y que está separado del Lóbulo Parietal por la Circunferencia Precentral y Postcentral con el Sulcus Central en el medio. Más en la parte posterior del cerebro el Lóbulo Occipital, y más abajo, inferior al Lóbulo Occipital se encuentra el Cerebelo y el Lóbulo Temporal separados del Lóbulo Frontal por la Fisura Silviana.
    Figura 1.2.5: Los lóbulos del cerebro

    Justo frente al surco central se encuentra una zona llamada corteza motora primaria (circunvolución precentral), que conecta con los músculos del cuerpo, y en orden volitivo los mueve. Desde la masticación hasta los movimientos en los genitales, el mapa corporal se representa en esta franja (Figura 1.2.6).

    Algunas partes del cuerpo, como dedos, pulgares y labios, ocupan una mayor representación en la tira que, digamos, el tronco. Esta representación desproporcionada del cuerpo en la corteza motora primaria se llama factor de aumento (Rolls & Cowey, 1970) y se ve en otras áreas motoras y sensoriales. En el extremo inferior del surco central, cerca del surco lateral, se encuentra el área de Broca (Figura 1.2.8) en el lóbulo frontal izquierdo, el cual está involucrado con la producción del lenguaje. El daño a esta parte del cerebro llevó a Pierre Paul Broca, neurocientífico francés en 1861, a documentar muchas formas diferentes de afasias, en las que sus pacientes perderían la capacidad de hablar o retendrían el habla parcial empobrecida en sintaxis y gramática (AAAS, 1880). No es de extrañar que otros hayan encontrado ensayos subvocales y procesos ejecutivos centrales de memoria de trabajo en este lóbulo frontal (Smith & Jonides, 1997, 1999).

    Partes específicas del cuerpo que se mapean en el surco central del cerebro. Como garganta y áreas circundantes, cara y áreas circundantes, cuello, mano, brazo, dígitos y áreas circundantes, tronco, pierna y áreas circundantes, y genitales.
    Figura 1.2.6: Partes específicas del cuerpo como la lengua o los dedos se mapean en ciertas áreas del cerebro incluyendo la corteza motora primaria.

    Justo detrás de la circunvolución central, en el lóbulo parietal, se encuentra la corteza somatosensorial primaria (Figura 1.2.7) en la circunvolución postcentral, que representa a todo el cuerpo recibiendo entradas de la piel y los músculos. La corteza somatosensorial primaria es paralela, colinda y se conecta fuertemente con la corteza motora primaria y se asemeja a ella en términos de áreas dedicadas a la representación corporal. Todos los nervios espinales y algunos craneales (por ejemplo, el nervio facial) envían señales sensoriales desde la piel (por ejemplo, el tacto) y los músculos a la corteza somatosensorial primaria. Cerca del extremo inferior (ventral) de esta franja, curvado dentro del lóbulo parietal, se encuentra la zona gustativa (corteza somatosensorial secundaria), la cual está involucrada con experiencias gustativas que se originan en la lengua, faringe, epiglotis, etc.

    La Corteza Somatosensorial Primaria proporciona inervación a cara, mano, brazo entre otras partes del cuerpo.
    Figura 1.2.7: La corteza somatosensorial primaria

    Justo debajo del lóbulo parietal, y debajo del extremo caudal de la fisura lateral, en el lóbulo temporal, se encuentra la zona de Wernicke (Demonet et al., 1992). Esta área está involucrada con la comprensión del lenguaje y está conectada con el área de Broca a través del fasciculus arqueado, fibras nerviosas que conectan estas dos regiones. El daño al área de Wernicke (Figura 1.2.8) da como resultado muchos tipos de agnosias; la agnosia se define como una incapacidad para conocer o entender el lenguaje y comportamientos relacionados con el habla. Por lo que un individuo puede mostrar sordera de palabras, que es una incapacidad para reconocer el lenguaje hablado, o ceguera de palabras, que es una incapacidad para reconocer el lenguaje escrito o impreso. Muy cerca del área de Wernicke se encuentra la corteza auditiva primaria, que está involucrada con la audición, y finalmente la región cerebral dedicada al olfato (olfato) se encuentra escondida dentro de la corteza olfativa primaria (corteza prepiriforme).

    Esta imagen representa las áreas de Broca y Wernicke en el cerebro, siendo la de Broca más anterior y la de Wernicke más posterior una respecto a la otra con Fasciculus arqueado en el medio.
    Figura 1.2.8: Área de Wernicke

    En la parte posterior de la corteza cerebral se encuentra el lóbulo occipital que alberga la corteza visual primaria. Los nervios ópticos viajan hasta el tálamo (núcleo geniculado lateral, LGN) y luego a la corteza visual, donde se proyectan imágenes que se reciben en la retina (Hubel, 1995).

    En los últimos 50 a 60 años, el sentido visual y las vías visuales se han estudiado extensamente, y nuestra comprensión sobre ellos ha aumentado de forma múltiple. Ahora entendemos que todos los objetos que forman imágenes en la retina se transforman (transducción) en lenguaje neural transmitido a la corteza visual para su posterior procesamiento. En la corteza visual, todos los atributos (rasgos) de la imagen, como el color, la textura y la orientación, son descompuestos y procesados por diferentes módulos corticales visuales (Van Essen, Anderson & Felleman, 1992) y luego recombinados para dar lugar a una percepción singular de la imagen en cuestión.

    Si cortamos los hemisferios cerebrales en el medio, se vislumbran un nuevo conjunto de estructuras. Muchos de estos realizan diferentes funciones vitales para nuestro ser. Por ejemplo, el sistema límbico contiene una serie de núcleos que procesan la memoria (hipocampo y fórnix) y la atención y las emociones (giro cingulado); el globus palidus está involucrado con los movimientos motores y su coordinación; el hipotálamo y el tálamo están involucrados con impulsiones, motivaciones y tráfico de rendimientos sensoriales y motores. El hipotálamo juega un papel clave en la regulación de las hormonas endocrinas junto con la glándula pituitaria que se extiende desde el hipotálamo a través de un tallo (infundíbulo).

    El interior del cerebro con orgánulos que incluyen: Bulbo Olfatorio, Fornix, Corteza Cingulada, Tálamo, Cuerpo Mamilar, Hipocampo y Amigdala.
    Figura 1.2.9: El interior del cerebro

    Al descender por el tálamo, el mesencéfalo aparece con colliculos superiores e inferiores, que procesan información visual y auditiva, al igual que la sustancia nigra, que está involucrada con la notoria enfermedad de Parkinson, y la formación reticular que regula la excitación, el sueño y la temperatura. Un poco más abajo, el cerebro posterior con los pones procesa información sensorial y motora empleando los nervios craneales, funciona como un puente que conecta la corteza cerebral con la médula, y transfiere recíprocamente información de un lado a otro entre el cerebro y la médula espinal. El bulbo raquídeo procesa la respiración, la digestión, la función del corazón y los vasos sanguíneos, la deglución y los estornudos. El cerebelo controla la coordinación del movimiento motor, el equilibrio, el equilibrio y el tono muscular.

    El mesencéfalo y el cerebro posterior, que conforman el tronco encefálico, culminan en la médula espinal. Mientras que dentro de la corteza cerebral, la materia gris (cuerpos celulares neuronales) se encuentra afuera y la materia blanca (axones mielinizados) en el interior; en la médula espinal esta disposición se invierte, ya que la materia gris reside dentro y la materia blanca afuera. Los nervios pareados (ganglios) salen de la médula espinal, algunos más cerca en dirección hacia la espalda (dorsal) y otros hacia la parte delantera (ventral). Los nervios dorsales (aferentes) reciben información sensorial de la piel y los músculos, y los nervios ventrales (eferentes) envían señales a los músculos y órganos para responder.

    Estudiando el Sistema Nervioso

    El estudio del sistema nervioso involucra técnicas anatómicas y fisiológicas que han mejorado a lo largo de los años en eficiencia y calibre. Claramente, la morfología macroscópica del sistema nervioso requiere una visión a nivel de ojo del cerebro y la médula espinal. Sin embargo, para resolver componentes diminutos, se necesitan técnicas de microscopía óptica y electrónica.

    Los microscopios de luz y, posteriormente, los microscopios electrónicos han cambiado nuestra comprensión de las intrincadas conexiones que existen entre las células nerviosas. Por ejemplo, los procedimientos modernos de tinción (inmunocitoquímica) permiten ver neuronas seleccionadas que son de un tipo u otro o se ven afectadas por el crecimiento. Con una mejor resolución de los microscopios electrónicos, se pueden estudiar en detalle estructuras finas como la hendidura sináptica entre las neuronas pre y possinápticas.

    Junto con las técnicas neuroanatómicas, otras metodologías ayudan a los neurocientíficos a estudiar la función y fisiología del sistema nervioso. Al principio, los estudios de lesiones en animales (y el estudio del daño neurológico en humanos) proporcionaron información sobre la función del sistema nervioso, mediante la ablación (eliminación) de partes del sistema nervioso o el uso de neurotoxinas para destruirlas y documentando los efectos sobre el comportamiento o los procesos mentales. Posteriormente, se introdujeron técnicas de microelectrodos más sofisticadas, lo que llevó a registrar a partir de neuronas individuales en los cerebros de los animales e investigar sus funciones fisiológicas. Dichos estudios llevaron a formular teorías sobre cómo se procesa la información sensorial y motora en el cerebro. Para estudiar muchas neuronas (millones de ellas a la vez) se introdujeron técnicas electroencefalográficas (EEG). Estos métodos se utilizan para estudiar cómo grandes conjuntos de neuronas, que representan diferentes partes del sistema nervioso, con (potenciales relacionados con eventos) o sin estimulación funcionan juntos. Además, muchas técnicas de escaneo que visualizan el cerebro en conjunto con los métodos mencionados anteriormente se utilizan para comprender los detalles de la estructura y función del cerebro. Estos incluyen la tomografía axial computarizada (CAT), que utiliza rayos X para capturar muchas imágenes del cerebro y las emparedan en modelos 3-D para estudiarlo. La resolución de este método es inferior a la resonancia magnética (MRI), que es otra forma más de capturar imágenes cerebrales utilizando imanes grandes que bordean (precesión) núcleos de hidrógeno en el cerebro. Aunque la resolución de las resonancias magnéticas es mucho mejor que las tomografías computarizadas, no proporcionan ninguna información funcional sobre el cerebro. La Tomografía por Emisión de Positrones (PET) implica la adquisición de imágenes fisiológicas (funcionales) del cerebro basadas en la detección de positrones. Los isótopos radiomarcados de ciertos químicos, como un análogo de la glucosa (fluorodesoxiglucosa), ingresan a las células nerviosas activas y emiten positrones, los cuales son capturados y mapeados en escaneos. Tales escaneos muestran cómo el cerebro y sus muchos módulos se vuelven activos (o no) cuando se energizan con la entrada de análogo de glucosa. Las desventajas de las exploraciones PET incluyen ser invasivas y renderizar una resolución espacial deficiente. Esta última es la razón por la que las modernas máquinas PET se acoplan con escáneres CAT para obtener una mejor resolución del cerebro en funcionamiento. Finalmente, para evitar la invasividad de la PET, se desarrollaron técnicas de resonancia magnética funcional (fMRI). Las imágenes cerebrales basadas en la técnica de fMRI visualizan la función cerebral por los cambios en el flujo de fluidos (sangre) en las áreas cerebrales que ocurren con el tiempo. Estas exploraciones proporcionan una gran cantidad de información funcional sobre el cerebro ya que el individuo puede participar en una tarea, razón por la cual los dos últimos métodos de exploración cerebral son muy populares entre los neurocientíficos cognitivos.

    Comprender el sistema nervioso ha sido un largo viaje de investigación, que abarca varios cientos de años de meticulosos estudios realizados por algunos de los investigadores más creativos y versátiles en los campos de la filosofía, la evolución, la biología, la fisiología, la anatomía, la neurología, la neurociencia, las ciencias cognitivas y psicología. A pesar de nuestra profunda comprensión de este órgano, sus misterios siguen sorprendiéndonos, y sus complejidades nos hacen maravillarnos ante esta compleja estructura inigualable en el universo.

    Recursos Externos

    Video: Pt. 1 video sobre la anatomía del sistema nervioso

    Video: Pt. 2 video sobre la anatomía del sistema nervioso

    Video: Para mirar las funciones del cerebro y las neuronas, ver

    Web: Para ver diferentes tipos de cerebros, visita
    http://brainmuseum.org/

    Preguntas de Discusión

    1. ¿Por qué es importante estudiar el sistema nervioso en un contexto evolutivo?
    2. ¿Cómo podemos comparar los cambios en el sistema nervioso realizados a través de la evolución con los cambios realizados durante el desarrollo?
    3. ¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo?
    4. Describir las funciones del mesencéfalo y del cerebro posterior.
    5. Describir la anatomía y funciones del prosencéfalo.
    6. Comparar y contrastar electroencefalogramas con técnicas electrofisiológicas.
    7. ¿Qué metodologías de exploración cerebral son importantes para los científicos cognitivos? ¿Por qué?

    El vocabulario

    Nervios aferentes
    Nervios que llevan mensajes al cerebro o a la médula espinal.
    Agnosias
    Debido a daños en el área de Wernicke. Una incapacidad para reconocer objetos, palabras o rostros.
    Afasia
    Debido a daños en la zona de Broca. Una incapacidad para producir o entender palabras.
    Fasciculo arqueado
    Un tracto de fibra que conecta las áreas de habla de Wernicke y Broca.
    Sistema nervioso autónomo
    Una parte del sistema nervioso periférico que conecta con glándulas y músculos lisos. Consiste en divisiones simpáticas y parasimpáticas.
    Área de Broca
    Un área en el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo. Implicado en la producción de lenguaje.
    Surco central
    La mayor fisura que divide los lóbulos frontal y parietal.
    Cerebelo
    Una estructura del sistema nervioso detrás y por debajo del cerebro. Controla la coordinación del movimiento motor, el equilibrio, el equilibrio y el tono muscular.
    Cerebro
    Consiste en hemisferios izquierdo y derecho que se asientan en la parte superior del sistema nervioso y se involucran en una variedad de funciones de orden superior.
    Circunvolución cingulada
    Una porción cortical medial del tejido nervioso que forma parte del sistema límbico.
    Tomografía axial computarizada
    Un procedimiento de exploración cerebral no invasiva que utiliza absorción de rayos X alrededor de la cabeza.
    Ectodermo
    La capa más externa de un feto en desarrollo.
    Nervios eferentes
    Nervios que llevan mensajes desde el cerebro hasta las glándulas y órganos de la periferia.
    Electroencefalografía
    Técnica que se utiliza para medir la actividad eléctrica bruta del cerebro mediante la colocación de electrodos en el cuero cabelludo.
    Potenciales relacionados con eventos
    Una medida fisiológica de gran cambio eléctrico en el cerebro producido por estimulación sensorial o respuestas motoras.
    Prosencéfalo
    Una parte del sistema nervioso que contiene los hemisferios cerebrales, tálamo e hipotálamo.
    Fornix
    (forma plural, fornices) Tracto de fibra nerviosa que conecta el hipocampo con cuerpos mamilares.
    Lóbulo frontal
    La región más adelantada (cercana a la frente) de los hemisferios cerebrales.
    Resonancia magnética funcional
    (o fMRI) Una técnica no invasiva de imágenes cerebrales que registra cambios en el flujo sanguíneo en el cerebro durante una tarea determinada (ver también imágenes por resonancia magnética).
    Globus pallidus
    Un núcleo de los ganglios basales.
    Materia gris
    Compone la corteza o la corteza del cerebro y consiste en los cuerpos celulares de las neuronas (ver también la materia blanca).
    Circulación
    (forma plural, giro) Una protuberancia que se eleva entre o entre las fisuras del cerebro enrevesado.
    Hipocampo
    (forma plural, hipocampo) Núcleo dentro (medial) del lóbulo temporal implicado en el aprendizaje y la memoria.
    Homo habilis
    Un antepasado humano, hombre práctico, que vivió hace dos millones de años.
    Homo sapiens
    El hombre moderno, la única forma sobreviviente del género Homo.
    Hipotálamo
    Parte del diencéfalo. Regula las unidades biológicas con glándula pituitaria.
    Inmunocitoquímica
    Un método de tinción de tejido incluyendo el cerebro, usando anticuerpos.
    Núcleo geniculado lateral
    (o LGN) Núcleo en el tálamo que está inervado por los nervios ópticos y envía señales a la corteza visual en el lóbulo occipital.
    Surco lateral
    La fisura mayor que delimita el lóbulo temporal por debajo de los lóbulos frontal y parietal.
    Estudios de lesiones
    Método quirúrgico en el que se extrae una parte del cerebro animal para estudiar sus efectos sobre el comportamiento o la función.
    Sistema límbico
    Una red vagamente definida de núcleos en el cerebro involucrados con el aprendizaje y la emoción.
    Resonancia magnética
    O MRI es una técnica no invasiva de imágenes cerebrales que utiliza energía magnética para generar imágenes cerebrales (ver también fMRI).
    Factor de aumento
    Espacio cortical proyectado por un área de entrada sensorial (e.g., mm de corteza por grado de campo visual).
    bulbo raquídeo
    Un área justo por encima de la médula espinal que procesa la respiración, la digestión, la función del corazón y los vasos sanguíneos, la deglución y los estornudos.
    Cresta neural
    Un conjunto de neuronas primordiales que migran fuera del tubo neural y dan lugar a neuronas sensoriales y autonómicas en el sistema nervioso periférico.
    Inducción neuronal
    Un proceso que provoca la formación del tubo neural.
    Neuroblastos
    Células progenitoras cerebrales que se dividen asimétricamente en otros neuroblastos o células nerviosas.
    Neuroepitelio
    El revestimiento del tubo neural.
    Lóbulo occipital
    La parte posterior del cerebro, que alberga las áreas visuales.
    Sistema nervioso parasimpático
    Una división del sistema nervioso autónomo que es más lenta que su contraparte, es decir, el sistema nervioso simpático, y funciona en oposición a ella. Generalmente se dedica a las funciones de “descanso y digestión”.
    Lóbulo parietal
    Un área del cerebro justo detrás del surco central que está ocupada con sensación somatosensorial y gustativa.
    Pons
    Un puente que conecta la corteza cerebral con la médula, y transfiere recíprocamente información de un lado a otro entre el cerebro y la médula espinal.
    Tomografía por emisión de positrones
    (o PET) Un procedimiento invasivo que captura imágenes cerebrales con emisiones de positrones del cerebro después de que el individuo ha sido inyectado con isótopos radiomarcados.
    Corteza motora primaria
    Una tira de corteza justo frente al surco central que está involucrada con el control motor.
    Corteza somatosensorial primaria
    Una tira de tejido cerebral justo detrás del surco central dedicada a la recepción sensorial de las sensaciones corporales.
    Rostrocaudal
    Plano delantero-trasero utilizado para identificar estructuras anatómicas en el cuerpo y el cerebro.
    Sistema nervioso somático
    Una parte del sistema nervioso periférico que utiliza nervios craneales y espinales en acciones volitivas.
    Espina bífida
    Una enfermedad del desarrollo de la médula espinal, donde el tubo neural no se cierra caudalmente.
    Sulcus
    (forma plural, sulci) Las grietas o fisuras formadas por circunvoluciones en el cerebro.
    Sistema nervioso simpático
    Una división del sistema nervioso autónomo, que es más rápida que su contraparte que es el sistema nervioso parasimpático y funciona en oposición a él. Generalmente se dedican a funciones de “lucha o huida”.
    Lóbulo temporal
    Un área del cerebro que se encuentra por debajo del surco lateral; contiene regiones de proyección auditiva y olfativa (olfativa).
    Tálamo
    Una parte del diencéfalo que funciona como puerta de enlace para la información entrante y saliente.
    Transducción
    Un proceso en el que la energía física se convierte en energía neuronal.
    Área de Wernicke
    Un área lingüística en el lóbulo temporal donde se comprende información lingüística (Ver también el área de Broca).
    Materia blanca
    Regiones del sistema nervioso que representan los axones de las células nerviosas; de color blanquecino por mielinización de las células nerviosas.
    Memoria de trabajo
    Memoria transitoria corta procesada en el hipocampo.

    Referencias

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