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14.9: Patrimonio cultural en peligro en todo el mundo

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    Patrimonio cultural en riesgo: Mali

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    Mezquita Djingareyber, construida 1327, Tombuctú, Mali. Dos tumbas en esta mezquita fueron atacadas por extremistas islámicos en 2012. (foto: Johannes Zielcke, CC BY-NC-ND 2.0)
    \(\PageIndex{1}\)Figura:Mezquita Djingareyber, construida 1327, Tombuctú, Mali. Dos tumbas en esta mezquita fueron atacadas por extremistas islámicos en 2012. (foto: Johannes Zielcke, CC BY-NC-ND 2.0)

    El conflicto interno ha tenido un impacto desastroso en el rico patrimonio arqueológico de Malí en los últimos años. En 2012, los separatistas tuareg e islámicos se apoderaron del norte de Malí, destruyendo obras cruciales del patrimonio maliense (AllAfrica). Los sitios históricos de Tombuctú, Gao y Kidal sufrieron grandes daños.

    Según la UNESCO, “Quince de los mausoleos de Tombuctú fueron destruidos, entre ellos nueve que forman parte de los sitios del Patrimonio Mundial. Estimamos que alrededor de 4 mil 200 manuscritos del centro de investigación Ahmed Baba fueron quemados, y que otros 300 mil en la región de Tombuctú son vulnerables al tráfico ilícito”.

    El impacto devastador del conflicto y la contienda civil en el patrimonio interno es claro en esta instancia y subraya aún más la necesidad de trabajar juntos para ayudar a Malí a proteger su patrimonio.

    ¿Qué está en juego para Mali?

    Las numerosas grandes civilizaciones de Malí han dejado atrás un rico registro arqueológico que abarca desde el Neolítico hasta el siglo XVIII. El valle del río Níger albergó una encrucijada para la cultura y el comercio basado en el comercio transsahariano, que intercambió oro, marfil, sal y esclavos por productos del Mediterráneo y Medio Oriente. Ciudades como Gao y Tombuctú se levantaron como grandes centros de comercio y aprendizaje durante la época medieval, presumiendo de espléndidas mezquitas y arquitectura islámica así como del complejo sepulcral del emperador Askia Mohamed. Bamako se convirtió en un importante centro comercial más adelante en el siglo XVII. El asentamiento en Djenné-Jeno, un importante centro comercial, abarcó más de 16 siglos. La ocupación aquí ha dejado atrás un montículo arqueológico de más de cinco metros de espesor, lo que ha aportado valiosa información sobre el surgimiento del comercio y la complejidad social en este sitio.

    Desafortunadamente estos ricos recursos culturales han demostrado ser una tentación demasiado grande para los saqueadores. Malí ha sufrido saqueos desde que los primeros funcionarios coloniales recolectaron artefactos como recuerdos, pero el problema se volvió realmente grave a partir de la década de 1970, cuando una serie de sequías impulsaron a los agricultores pobres a buscar otras fuentes de ingresos. Estas sequías sucedieron coincidiendo con el descubrimiento de figuras de terracota en Djenné (Sanogo, Sidibé 1995). La actividad de saqueo aumentó significativamente después de este punto, por lo que ahora las estimaciones sitúan el número de sitios saqueados en el valle del río Níger entre 80 y 90%. El saqueo varía desde individuos que recolectan artefactos aleatorios expuestos en la superficie hasta la destrucción masiva de sitios enteros por grupos de trabajadores que cavan agujeros y trincheras. Los montículos arqueológicos de Kané Boro, Hamma Djam y Natamatao han sido saqueados por saqueadores que destruyeron los sitios con trincheras y pozos.

    En tanto, el mercado internacional de antigüedades se ha interesado mucho en los objetos de Mali. Estatuillas zoomorfas en terracota, cuentas, vasijas de cobre y joyas, y figuras de hierro se encuentran entre algunos de los artículos que se venden regularmente en casas de subastas, en las galerías de distribuidores e incluso en línea. Gracias al saqueo, el número de objetos que inundan el mercado es grande, mientras que nuestro conocimiento del patrimonio antiguo de Malí sigue siendo extremadamente limitado.

    Qué hace Malí para proteger su patrimonio cultural

    Ante los daños generalizados causados por los saqueos, el gobierno de Malí tomó medidas para proteger su patrimonio cultural con una serie de leyes y decretos aprobados entre 1985 y 1987. Estos estatutos tienen como objetivo proteger y promover el patrimonio cultural de Malí, regular las excavaciones y controlar la exportación y comercialización de bienes culturales. En estas leyes se incluye una disposición que establece que los artefactos que salgan del país deben ir acompañados de una licencia de exportación de los Servicios de Patrimonio Cultural del Museo Nacional de Bamako. Malí también ratificó la Convención de la UNESCO de 1970 en 1987, mostrando su apoyo en la regulación del tráfico de artefactos ilícitos a nivel mundial. Además de esta legislación, el gobierno de Malí se ha esforzado por educar a sus funcionarios y al público en general, sensibilizando sobre el problema del saqueo.

    Los programas enfocados a nivel local han utilizado la radio, la televisión, las reuniones, las exposiciones itinerantes e incluso escenificaron obras de teatro para transmitir el mensaje y fomentar la participación (Sidibé 2001). Las misiones culturales se establecieron en Djenné, Bandiagara y Tombuctú en 1993. En algunas zonas, el éxito de estos esfuerzos ha convertido a los aspirantes a saqueadores en custodios del patrimonio cultural: los pobladores están fundando museos y trabajando para proteger y preservar los tesoros arqueológicos de Malí en la región de Mopti y cerca de Djenné-Jeno (Sidibé, 2001). A mayor escala, el Museo Nacional de Mali en Bamako ha realizado esfuerzos sobresalientes para proteger los bienes culturales y avanzar en la comprensión de la historia, no solo para Malí, sino para África en su conjunto.

    Apenas el año pasado el museo recibió el Premio Fondo Príncipe Claus por promover el patrimonio cultural y el intercambio cultural. El país también participó en talleres organizados por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) en Arusha, Bamako y Kinshasa. Profesionales de museos, agentes de la ley, funcionarios de aduanas, arqueólogos y otros profesionales colaboraron en estos talleres para lograr un mejor entendimiento entre los países de importación y exportación.

    Qué hacen otros países para ayudar a la causa de Malí

    Los esfuerzos internos de Malí demuestran que el país ha tomado acciones positivas para proteger su patrimonio cultural, pero lamentablemente no es suficiente para frenar la ola de saqueos y el tráfico ilícito. Si bien el país ha tomado gran iniciativa en la batalla contra el saqueo, como nación en desarrollo, Malí cuenta con recursos limitados para la protección de sitios arqueológicos y la vigilancia de sus fronteras (McIntosh, 1995). Aun así, la nación dedica una porción admirable de su escaso presupuesto a estos esfuerzos. En tanto haya una demanda internacional de artefactos malienses, habrá necesidad de cooperación internacional para combatir el saqueo.

    Agradecidamente, otros países están colaborando con Mali para mostrar su compromiso con la preservación del patrimonio cultural mundial. En 2005 Noruega lanzó un proyecto de fondos fiduciarios de la UNESCO para ayudar a los países de Malí, Etiopía y Senegal. Este proyecto tiene como objetivo preservar y documentar las colecciones arqueológicas y sitios arqueológicos, sensibilizar sobre la crisis del saqueo y educar a los funcionarios locales y al público. El ICOM, cuyos miembros incluyen instituciones de todo el mundo, ha redactado una “lista roja” para Mali de categorías de artefactos más afectados por el saqueo. El ICOM apela a museos, coleccionistas, comerciantes y casas de subastas para que no compren estos objetos y proporciona información sobre la legislación que los protege. Las medidas preventivas como estas intentan disminuir la demanda en el extranjero de artefactos robados, y son útiles y necesarias. En enero de 2007, funcionarios de aduanas franceses incautaron más de 650 artefactos de Malí que se pasaban de contrabando a través del aeropuerto Charles de Gaulle en París. Estos objetos se encontraban presumiblemente de camino a Estados Unidos, donde serían vendidos a distribuidores y coleccionistas privados. Tales casos demuestran la necesidad de la cooperación estadounidense para combatir el problema del saqueo. Agradecidamente, el Memorándum de entendimiento entre Estados Unidos y Mali se renovó en 2012.

    ¿Cómo sigue Mali compartiendo su cultura sin poner en peligro sus recursos?

    Estos esfuerzos demuestran que restringir el comercio ilícito de artefactos no impide el intercambio cultural entre naciones. Por el contrario, ha propiciado la colaboración internacional y nuevos esfuerzos para educar y difundir la cultura entre las naciones. La exposición itinerante “Vallée du Niger” se inauguró en París en 1993 y visitó numerosos países africanos. En 2003, el Festival Smithsoniano de Folklife realizó una inmensa exposición de la cultura de Malí con música, baile, comida, películas, artes e incluso la aparición de Amadou Toumani Toure, presidente de Malí. Numerosas universidades en todo Estados Unidos también cuentan con programas de estudios en el extranjero en Malí, incluyendo Harvard, Michigan State, Drew University y Antioch College. Ejemplos como estos muestran que el patrimonio cultural de Malí puede formar parte del patrimonio cultural mundial a través de formas positivas de intercambio.

    Patrimonio cultural en riesgo: Perú

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    Laderas adosadas en las ruinas Inka de Písac, Perú
    Figura\(\PageIndex{2}\): Laderas adosadas en las ruinas Inka de Pisac, Perú (foto: Paulo JC Nogueira, CC BY-SA 3.0)

    El patrimonio cultural del Perú es extenso y diverso, incluyendo importantes sitios y artefactos de las antiguas civilizaciones de Moche y Nazca. Si bien existe legislación nacional e internacional para proteger el patrimonio del país, en gran parte es ineficaz debido al amplio alcance y la falta de fondos suficientes para proteger los sitios y hacer cumplir las leyes (como suele ocurrir). La gravedad de las circunstancias actuales se evidenció a raíz de la protesta de Greenpeace de diciembre de 2014, donde activistas invadieron las líneas históricas de Nazca del país durante un truco publicitario destinado a enviar un mensaje a las pláticas climáticas de la ONU delegados en Lima.

    A raíz del escándalo de las líneas de Nazca, el ministro de Cultura de Perú afirmó que “más de mil de los sitios arqueológicos peruanos están en riesgo por falta de seguridad y recursos para resguardar los sitios”. De acuerdo con el ministro, “Es imposible que la Secretaría de Cultura, con los recursos que tiene, vigile miles de sitios arqueológicos o 5 mil 500 kilómetros de las Líneas Nasca”.

    Sin embargo, esta no es la primera vez que el patrimonio peruano se ve dañado por circunstancias evitables. Los sitios de renombre mundial de Machu Picchu y Chan Chan han enfrentado extensos daños debido a su popularidad como atracción turística. Además, “en 2000, un reloj solar inca se dañó durante la filmación de un comercial, mientras que un quad dejó marcas en un geoglifo de candelabros en la cercana Paracas en 2010”. De igual manera, en 2013 se informó que maquinaria pesada había desfigurado a un grupo de las líneas de Nazca y el rally París-Dakar dañó partes fuera de la zona Patrimonio de la Humanidad. Tales acontecimientos angustiosos apuntan a la necesidad de una mayor protección y conciencia del patrimonio cultural.

    El vandalismo y la invasión no son los únicos en amenazar los sitios arqueológicos del Perú. Otro gran riesgo son los saqueos generalizados y las excavaciones ilícitas que ocurren en todo el país.

    Entre 2004 y 2006 se interceptaron exportaciones ilícitas de más de 5 mil objetos culturales y naturales. Sin embargo, el número de excavaciones clandestinas en sitios arqueológicos ha aumentado, así como los robos a iglesias y museos. El comercio ilícito de bienes culturales peruanos causa daños irreparables al patrimonio e identidad del país, y constituye una grave pérdida para la memoria de la humanidad. (ICOM)

    ¿Qué está en juego para Perú?

    Mirando a través del desierto peruano, se puede imaginar que es un paisaje lunar salpicado de cráteres hasta donde el ojo puede ver, excepto que los agujeros son tumbas saqueadas. Tumbas reales que alguna vez contenían adornos de oro, plata y cobre han sido despojadas sin ningún cuidado por la información cultural que su excavación científica pudiera revelar. Hoy en día puedes encontrar auténtica cerámica de Chimú y Nazca que se vende en eBay, desenterrada por campesinos rurales que buscan objetos como los de los catálogos de Sotheby's.

    Visitantes de todo el mundo acuden cada año a sitios como Machu Picchu para presenciar de primera mano la magnificencia de la civilización Inca. El turismo es la tercera industria más grande del Perú, y sus sitios culturales y museos son grandes atractivos. El saqueo de sitios arqueológicos y la remoción de objetos del Perú están impactando negativamente en el turismo. Preservar ruinas arqueológicas y devolver artefactos para exhibirlos en museos en el lugar es mutuamente beneficioso para la población local y los visitantes extranjeros que comparten un interés en nuestro patrimonio global.

    Los saqueadores no regresaron ahora al lugar porque no quedaba nada... En las dos últimas décadas del siglo XX... se perdió más patrimonio histórico andino que en los cuatro siglos anteriores...

    — Roger Atwood escribe sobre el sitio andino de Chilca, Perú, en Stealing History

    Continúa el saqueo en Perú

    El saqueo y el tráfico ilícito de antigüedades continúan pese a las medidas de protección tanto en Perú como en el extranjero. Por suerte, las restricciones a la importación de Estados Unidos han resultado en la confiscación y devolución de muchos artefactos al Perú, incluidos artefactos religiosos del siglo XVIII robados de iglesias y cráneos humanos milenarios arrancados de sus tumbas. Según la Lista Roja de Antigüedades Peruanas en Riesgo del Consejo Internacional de Museos, entre 2004 y 2006 se incautaron más de 5 mil objetos saqueados gracias al Memorando de Entendimiento.

    En uno de los mayores bustos de antigüedades traficadas, la Aduana de Estados Unidos incautó 412 artefactos precolombinos, entre ellos máscaras plateadas, quipus inca y vasijas efigie, de un ladrón de arte italiano y los devolvió a Perú en 2007. Desde 2010, la Aduana de Estados Unidos ha interceptado y devuelto al Perú los antes mencionados cráneos humanos precolombinos y manuscritos del siglo XVIII, cerámica inca, escultura moche y textiles. En 2011, una cuenta de oro Moche en forma de cabeza de mono en el Palacio de los Gobernadores del Museo de Nuevo México, fue devuelta a Perú luego de que fuera identificada como sacada ilegalmente de las tumbas reales de Sipán.

    ¿Qué hace Perú para proteger su patrimonio cultural?

    En 1990, las extensas excavaciones realizadas por los asaltantes de tumbas llevaron al gobierno de Perú a solicitar que Estados Unidos impusiera restricciones de emergencia a la importación de ciertos artefactos Moche de la costa norte de Perú. En 1997, Estados Unidos firmó un acuerdo bilateral con Perú que impuso restricciones a la importación de artefactos arqueológicos precolombinos y materiales etnológicos coloniales de todas las áreas del Perú y continuó con las restricciones de importación de material arqueológico de la región de Sipán en 1990. El Memorándum se renovó en 2002, 2007, y nuevamente el 9 de junio de 2012.

    En junio de 2013, el New York Times informó sobre el programa del Ministerio de Cultura para bloquear las antigüedades que se sacaban de contrabando del país, muchas de ellas con destino a Estados Unidos.

    Ahora se están repatriando artefactos incas que fueron excavados científicamente en Machu Picchu y curados temporalmente en el Museo Peabody de Yale con permiso del gobierno peruano. Las instalaciones para almacenar adecuadamente y exhibir públicamente estos objetos dentro del Perú se están expandiendo, y la formación profesional de arqueólogos peruanos y especialistas en patrimonio continúa aumentando. El acervo será devuelto al Centro Internacional para el Estudio de Machu Picchu y la Cultura Inca a finales de 2012, y la gente del Perú y los turistas que visiten Cuzco y Machu Picchu podrán verlos en un nuevo museo de sitio.

    El Fondo de Embajadores de Estados Unidos para la Preservación Cultural ha contribuido a varios proyectos de conservación y análisis de museos en Perú. La seguridad y el acceso público continúan mejorando en los museos peruanos, al igual que las exhibiciones de conservación y clima controlado para textiles frágiles y momias.

    Perú se compromete a compartir su rico pasado con el mundo a través de intercambios culturales con un creciente énfasis en los intercambios entre museos. Se han prestado objetos peruanos para fines de exhibición internacional, entre ellos 253 raros ornamentos incas de oro prestados por museos peruanos que se exhibieron en el museo Pinacothèque de Paris en 2010. Para conmemorar el 20 aniversario de las relaciones bilaterales entre Perú y Corea del Sur, 351 artefactos de nueve museos del Perú fueron exhibidos en 2009 en el Museo Nacional de Corea en Seúl.

    Patrimonio cultural en riesgo: Turquía

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    Çatalhöyük tras las primeras excavaciones de James Mellaart y su equipo (foto: Omar hoftun, CC: BY-SA 3.0)
    Figura\(\PageIndex{3}\): Çatalhöyük tras las primeras excavaciones de James Mellaart y su equipo (foto: Omar Hoftun, CC: BY-SA 3.0)

    El estado moderno de Turquía es uno de los lugares con mayor riqueza arqueológica y cultural del mundo; estudiosos han publicado en más de cien mil sitios en todo el país (Özdoğan 2013). Cuenta con 15 sitios de importancia cultural en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y tiene 60 sitios adicionales bajo consideración. A pesar de la identificación e información sobre miles de sitios, solo alrededor de 11 mil están oficialmente registrados ante el gobierno turco. El registro es crítico para la preservación y protección de los sitios; sin él, pueden ser destruidos durante nuevos proyectos de construcción y desarrollo de tierras.

    La lucha por proteger los sitios de la construcción y el desarrollo modernos es el resultado de recursos y personal limitados. Con miles de sitios esperando la atención del gobierno, empleados de la Secretaría de Cultura y Turismo están librando una batalla interminable. Además de examinar nuevos sitios y excavaciones, también deben mantener sitios oficialmente registrados que están amenazados por una explosión turística. Desarrollar planes de gestión patrimonial para estos sitios es fundamental, pero también requiere mucho tiempo.

    Si bien muchas de las antigüedades propias de Turquía han sido y siguen siendo saqueadas hoy en día, se ha convertido en una carretera para las antigüedades ilícitas provenientes de sus turbulentos vecinos, Siria e Irak.

    ¿Qué está en juego para Turquía?

    Turquía, ubicada dentro de la región de Anatolia, ha sido el hogar de muchas culturas modernas, históricas y antiguas diversas, y su historia captura la amplitud de la experiencia humana moderna.

    Las cuevas y sitios costeros occidentales que datan de los períodos Paleolítico (~400,000—14,000 a.C.E.) y Mesolítico (~14,000—10,000 a.C.E.) contienen evidencia de la presencia humana más temprana en Anatolia.

    El período neolítico (10,000—5,000 a.C.E.) está bien representado y es conocido internacionalmente por varios sitios importantes. Catalhöyuk, en el sur de Turquía, es el sitio neolítico más grande y mejor conservado. Alcanzando su pico alrededor de 7,000 a.C.E., el sitio tiene evidencia de domesticación de plantas y animales y grandes asentamientos permanentes. En el sitio de Göbeklitepe, en el sureste, los arqueólogos descubrieron un santuario en la cima de una montaña que data de alrededor de 9,000 a.C.E., convirtiéndola en la estructura religiosa identificada más antigua del mundo.

    A través de Turquía durante el Calcolítico (5,000—3,000 a.C.E.) y Bronce (3,000—1200 a.C.E.) Edades hay abundantes evidencias para el desarrollo temprano del procesamiento, el comercio y la producción de metales. La creciente complejidad económica y social provocó un aumento del urbanismo y el desarrollo de centros masivos, como Hattusha, la capital hitita. En la costa occidental, los habitantes durante este tiempo entraron en mayor contacto con otras culturas mediterráneas, como los minoicos de Creta y los griegos. Uno de los más famosos de estos asentamientos es la antigua Troya, famosa por los griegos asediada por los griegos en la Ilíada de Homero y luego saqueada por las exploraciones del sitio del siglo XIX de Heinrich Schliemann.

    En periodos históricos posteriores, muchas culturas diversas habitaron Anatolia y posteriormente el estado político de Turquía influyendo en su paisaje y en la historia de los estados que la rodean. Numerosas sociedades, entre ellas los urartianos, frigios, lidios, persas y licios, establecieron o conquistaron otros reinos en Anatolia y son conocidas a través de fuentes tanto arqueológicas como textuales. Con la conquista de Persia por Alejandro Magno, Anatolia quedó bajo la influencia griega marcando el comienzo del período helenístico (siglo 4º-1 a.C.E.). Posteriormente el Imperio Romano (siglo I a.C.E.—siglo IV d.C.) absorbió Anatolia, marcando otra transformación cultural y acontecimientos históricos que conducirían a la fundación del Imperio Bizantino (395—1453 C.E.) con sede en Constantinopla, la moderna Estambul. Los sucesores medievales y modernos de esta rica historia de Anatolia incluyen varias tribus turcomanas, los turcos selyúcidas, los ahlatshahs y artúquidos, y eventualmente los otomanos.

    El patrimonio cultural de Turquía en peligro

    Understaffed/Subfinanciado

    Turquía tiene muchas leyes que protegen su patrimonio cultural, sin embargo, la abundancia de materiales antiguos ha sobrecargado esencialmente a las agencias gubernamentales, que a menudo carecen de los recursos y la mano de obra para hacer cumplir las leyes y preservar estos sitios.

    Algunas de las políticas propias de la Secretaría de Cultura y Turismo trabajan inadvertidamente en contra de la protección de sitios. Por ejemplo, aunque pueda estar disponible una publicación académica para un sitio excavado, no es suficiente que obtenga un registro oficial con el gobierno; en cambio, un miembro del ministerio debe visitar el sitio y volver a documentar sus hallazgos (Özdoğan 2013). A menudo los empleados ya están sobrecargados, y el tiempo y los recursos para este tipo de documentación son muy limitados.

    De igual manera, las excavaciones de rescate de sitios amenazados por el desarrollo moderno solo pueden ser realizadas por museos y universidades, que también carecen de personal para esta investigación adicional, debido a que la arqueología por contrato no es reconocida por el gobierno (Özdoğan 2013). Esta limitación puede llevar a excavaciones apresuradas o sólo parciales de sitios que pueden contener miles de años de ocupación humana.

    Construcción y Desarrollo Modernos

    El pasado y el presente de Turquía se enfrentan constantemente entre sí; negociar los derechos de sus ciudadanos modernos mientras se protege el pasado es uno de sus mayores desafíos en la actualidad. Algunos ejemplos recientes de actividades modernas que amenazan la integridad de los sitios arqueológicos incluyen la agricultura y el pastoreo cerca de sitios arqueológicos, la inundación de grandes áreas de tierra después de la construcción de presas en el este, y la construcción de nuevas carreteras y edificios. Estos últimos son problemas importantes dentro de la Estambul moderna, que está experimentando un boom poblacional que agota los recursos y la infraestructura de la ciudad.

    En 2004, se iniciaron planes para un nuevo sistema de metro y tren ligero en Estambul para aliviar parte del tráfico en la ciudad. Teniendo en cuenta la rica arqueología debajo de la ciudad, el metro debía perforarse en el lecho de roca para evitar molestar a posibles sitios. El proyecto fue aprobado, pero se descuidó considerar la necesidad de conductos de ventilación y escaleras para llegar a las líneas del metro, cuya excavación probablemente descubriría sitios y características. Inevitablemente se descubrieron sitios y se llevaron a cabo excavaciones de rescate imprevistas lideradas por el Museo Arqueológico de Estambul en toda la ciudad, retrasando temporalmente el proyecto del metro, durante varios años en algunas zonas (Özdoğan 2013). La presión del público y del gobierno obligó a que estas excavaciones se realizaran a un ritmo más rápido de lo normal. Si bien las excavaciones tuvieron éxito, es claro que la infraestructura moderna era más un tema apremiante que los sitios arqueológicos debajo de la ciudad. Casi todos los proyectos de construcción en Estambul probablemente enfrentarán desafíos similares en el futuro.

    Los Jardines Yedikule han sido un elemento fijo en Estambul desde la Era Bizantina y continúan siendo utilizados por los residentes locales como huertos urbanos. Una parte de los jardines están rodeados por murallas masivas construidas bajo Teodosio II en el siglo V d.C., y son un sitio protegido del patrimonio de la UNESCO. En 2013 estaban en marcha planes para transformar parte de los jardines en un parque urbano con alberca decorativa. La demolición de la zona comenzó sin previo aviso, destruyendo los huertos de los habitantes locales, y las excavaciones profundas cerca de la antigua muralla dañaron su cimentación y estabilidad. Intervinieron arqueólogos del Museo Arqueológico de Estambul, argumentando que se trataba de un área protegida, el proyecto estaba desenterrando y destruyendo materiales arqueológicos otomanos y bizantinos, y las excavaciones deben proceder bajo su dirección para garantizar que no se hagan más daños (White et al. 2015). Por suerte, en una decisión judicial de julio de 2015, el desarrollo en y cerca de los jardines se detuvo indefinidamente.

    De igual manera, el jardín asociado a la mezquita Piyalepaşa del siglo XVI también estuvo bajo amenaza recientemente (a partir de agosto de 2015). Los planes para convertir el espacio en una estructura de estacionamiento se detuvieron temporalmente y están en revisión. El jardín fue concebido por el arquitecto original de la mezquita y se consideró esencial para el uso y la experiencia previstos del espacio.

    Turismo

    Si bien es positivo en muchos aspectos, el aumento del turismo en Turquía amenaza la preservación de los sitios arqueológicos. El creciente número de visitantes anualmente (en algunos sitios que suman más de un millón al año) da como resultado una mayor demanda de hospedaje, comida y transporte cerca de los sitios. La prestación de estos servicios tiene impactos inevitables tanto en los sitios arqueológicos como en el entorno circundante (Serin 2005). Ofrecer hospedaje para turistas que deseen visitar un sitio arqueológico requiere construir cerca del sitio. A menudo, solo una parte de un sitio es visible y gran parte de él permanece sin excavar; sin una inspección adecuada antes de la nueva construcción, las áreas invisibles de los sitios pueden dañarse fácilmente o destruirse por completo.

    Adicionalmente, sin planes adecuados de manejo patrimonial, los sitios pueden ser dañados por los visitantes que caminan sobre o alrededor de áreas frágiles que comprometen la integridad de las estructuras. La falta de recursos y personal deja algunos sitios completamente desatendidos y desprotegidos del comportamiento dañino de los visitantes y puede aumentar la posibilidad de saqueos por parte de ladrones.

    Demanda del mercado de antigüedades turcas

    El saqueo y venta de antigüedades de Turquía es un problema continuo ya que muchos sitios quedan desprotegidos o no han sido completamente excavados. Redes establecidas de saqueadores, contrabandistas, intermediarios y compradores transportan antigüedades fuera del país. El destino de muchas de estas antigüedades es Suiza donde se alojan artefactos, a veces durante varias décadas, antes de aparecer en el mercado a compradores en Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.

    El conflicto sirio y la destrucción por parte de ISIS, actualmente devastando el paisaje arqueológico en la vecina Siria e Irak, están intensificando el transporte de antigüedades ilícitas a través de Turquía. Los civiles quedan desempleados y desesperados por mantener a sus familias, y los materiales arqueológicos fácilmente disponibles se han convertido en una fuente primaria de ingresos. Los objetos saqueados de estos sitios a menudo se ingresan de contrabando a Turquía y se venden a compradores occidentales.

    Las monedas antiguas, los sellos cilíndricos y las mesas cuneiformes son muy apreciadas en sitios en Turquía, Siria e Irak. Son fáciles de ocultar y transportar y son los favoritos entre los coleccionistas. Adicionalmente, las figurillas preislámicas son deseables como piezas de arte y también son relativamente fáciles de transportar.

    ¿Qué está haciendo Turquía para proteger su patrimonio cultural?

    Turquía tiene una larga lista de leyes para proteger sitios arqueológicos y artefactos de la destrucción, el saqueo y la venta ilícita (Base de datos de la UNESCO de las leyes del patrimonio cultural nacional — Turquía). Su más importante, la Ley de Protección de los Bienes Culturales y Naturales, fue promulgada en 1983 como una forma de legislación general, que declara que todas las antigüedades encontradas y aún no encontradas dentro de Turquía son propiedad del Estado; por lo tanto, las antigüedades encontradas dentro de sus fronteras son ilegales de exportar. Con este tipo de leyes, todo objeto que se retire de sus fronteras se considera propiedad robada; sin embargo, no se aplica a las antigüedades descubiertas más allá de sus fronteras, lo que significa que los artefactos ilícitos que viajan por Turquía no están sujetos a estas leyes.

    Turquía ha utilizado este tipo de legislación general para demandar a los museos extranjeros por la devolución de artículos que consideran que han sido saqueados de sitios dentro de sus fronteras. En el caso del tesoro lidiano, Turquía emprendió acciones legales contra el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York para recuperar una colección de 363 artefactos, que creían que habían sido saqueados de túmulos funerarios en las regiones de Manisa y Uşak de Turquía en la década de 1960. El conjunto, que incluía vasijas de oro y plata y joyas, pinturas murales y un par de esfinges de mármol, quedó oculto al público hasta aproximadamente 25 años después de que fueran adquiridas por el museo. Mediante la comparación de otros materiales encontrados en los túmulos funerarios y entrevistas con los saqueadores originales, Turquía pudo demostrar que efectivamente los objetos fueron robados, y posteriormente el Met los devolvió.

    Çatalhöyük después de las primeras excavaciones de James Mellaart y su equipo (foto: Omar hoftun, CC: BY-SA 3.0) Hoy en día, arqueólogos y académicos están trabajando para desarrollar planes de gestión patrimonial para muchos sitios en Turquía. Los planes para proteger sitios de fama mundial, como Capadocia, están en marcha con el apoyo de la comunidad internacional. Los fondos fiduciarios de Japón para la preservación del patrimonio cultural mundial, en cooperación con el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, están invirtiendo 1,2 millones de dólares para proteger los sitios rocosos de Capadocia. El proyecto se enfoca en proteger 22 iglesias pintadas y talladas en roca y hacer que el área sea más sustentable para el turismo al tiempo que promueve la cooperación internacional.

    Patrimonio cultural en riesgo: Siria

    por

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    Palmyra, 2007 (foto: James Gordon, CC BY 2.0)
    Figura\(\PageIndex{4}\): Palmyra, 2007 (foto: James Gordon, CC BY 2.0)

    Siria, hogar de algunas de las ciudades y sitios arqueológicos más antiguos y culturalmente ricos del mundo, está experimentando actualmente una devastación significativa. Se han reportado daños en todos los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO en Siria, y esto es solo la punta del iceberg. No sólo los bombardeos directos y la ocupación militar son un tema enorme sino que, además, la ruptura en el orden a menudo conduce a saqueos generalizados, así como casos, como hemos visto recientemente, de iconoclasia.

    La situación ha empeorado desde que los yihadistas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), cuya estricta interpretación salafista del Islam considera idólatra la veneración de tumbas y vestigios no islámicos, se apoderaron de franjas de Siria e Irak en los últimos meses, destruyeron sitios y quemaron preciosos manuscritos y archivos. (Al-Akhbar)

    Legiones de sitios antiguos en Siria han sido destruidos, dañados o saqueados a lo largo del perdurable conflicto según nuevas imágenes satelitales.

    El UNITAR encontró que 24 sitios estaban completamente destruidos, 189 severamente o moderadamente dañados y otros 77 posiblemente dañados.

    Además, con frecuencia se reportan historias impactantes de antiguas ciudadelas tomadas por facciones militares y con mayor daño constantemente. Se han reportado saqueos generalizados en sitios de todo el país, sobre todo, en Palmyra. La situación actual en Siria pone de relieve la difícil situación del patrimonio cultural en países expuestos a la guerra y a la inestabilidad política.

    El patrimonio cultural de Siria en peligro

    La arqueología del Cercano Oriente es posiblemente una de las más desarrolladas del mundo. Las tradiciones de investigación de larga data han ayudado a resaltar el papel de esta área dentro de las principales fases de la (pre) historia de la humanidad. Esto ha llevado al desarrollo de proyectos arqueológicos y de conservación/conservación a través de la colaboración de equipos internacionales y locales. En Siria, casi todos los períodos arqueológicos están representados por una variedad de sitios (más de 6,000 se registraron en 2010), cada uno contribuyendo en sus formas únicas a nuestra comprensión del pasado. Los arqueólogos han presenciado evidencias del Paleolítico Inferior, humanos modernos que salieron de África, el desarrollo de la agricultura temprana, los sistemas de riego, el urbanismo y los sistemas de escritura, en lugares como 'Umm el Tlel, Abu Hureyra, Hamoukar, Ebla, Palmira y Damasco. El país también cuenta actualmente con 6 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Damasco (1979); Palmira (1980); la antigua ciudad de Bosra (1980); Alepo (1986); el Crac des Chevaliers y Qal'at Salah El-Din (2006); y los antiguos pueblos del norte de Siria (2011).

    Según Bruce G. Trigger en su libro A History of Archaeological Thought, publicado en 2006, la mayoría de los países árabes y musulmanes han creado complejos sistemas burocráticos con el fin de proteger su patrimonio cultural. En Siria, la legislación relativa a las antigüedades define cuestiones como la propiedad y la compensación, así como las características que constituyen una “antigüedad” en primer lugar (es decir, cualquier mercancía fabricada, producida, escrita o estirada que tenga más de 200 años de antigüedad, así como cualquier otra mercancía que no encajaría esta categoría pero tendría un importante estatus histórico). Estos objetos no pueden ser propiedad de particulares y son propiedad inalienable del Estado. La Dirección General de Antigüedades y Museos (DGAM) proporcionó una estructura oficiosa para la preservación y estudio de este material. Sin embargo, hay algunas cuestiones en parte inherentes a la naturaleza de este tipo de estructura. La falta de seguridad en algunos de los museos regionales, los limitados inventarios y, en general, la escasa documentación de las colecciones llevan a situaciones inestables en tiempos de apuros, que ponen en gran peligro el patrimonio cultural de estos países (como ya se vio en Líbano en 1978 y 1982, o de nuevo, en Hama, Siria, en 1982).

    Varias asociaciones/organizaciones (véase Appel à la préservation des musées syriens adressé aux institutions internationales et à la communauté internationale) han estado haciendo un seguimiento de los daños causados al patrimonio cultural desde el inicio de los disturbios. Todos enfatizan el peligro de subestimar la amenaza bajo la cual se encuentra actualmente el patrimonio cultural. El colectivo Patrimoine Syrien en Danger (PAS) comenta en una carta, de fecha 07/07/2011 (documento #9575 /1) y dirigida por 'Adel Safar, a cada uno de los diferentes ministerios. Aquí 'Adel Safar menciona que el patrimonio del país está en riesgo de ser saqueado de grupos especializados y altamente capacitados que apuntan a documentos y artefactos antiguos. El colectivo sugiere que esta carta estaba utilizando el peligro del saqueo para legitimar algunas de sus acciones militares, instrumentalizando así el patrimonio de Siria.

    Más recientemente, el Instituto para el Estudio de la Guerra ha emitido informes periódicos de situación sobre las actividades militares en toda Siria. El conflicto generalizado que lleva a una inestabilidad sostenida en el país ha puesto en peligro la seguridad de sus sitios de patrimonio cultural más preciados.

    Los daños reales pueden dividirse en diferentes categorías y variar en grados de degradación. Estos van desde el simple graffiti en un templo romano en El Dumaier hasta la destrucción de Qalaat el Mudeeq. Un extenso informe encontrado en la Red del Patrimonio Mundial, proporcionado por Emma Cunlife de la Universidad de Durham el 16 de mayo de 2012, enumera la mayor parte de la destrucción que conocemos. Además de este reporte, la mayoría de las fuentes disponibles para nosotros provienen del grupo de Facebook Patrimoine archéologique Syrien en danger donde individuos sirios comparten artículos y videos de Youtube de la destrucción del patrimonio material. Solo se comparten algunos de los videos, pero se pueden ver aquí. Parte de esta información también ha sido confirmada directamente por fuentes independientes en Siria.

    Los devastadores efectos del saqueo en Siria

    Esta categoría abarca las excavaciones ilegales así como los robos de antigüedades y, de manera más general, resume cualquier daño causado al patrimonio cultural con fines comerciales. Después de la carta de 'Adel Safar, algunas fuerzas gubernamentales parecen haber trasladado partes de las colecciones de los museos Der'a, Alpe, Quneitra, Hama y Homs ya sea a Damasco y/o a algunos otros lugares desconocidos. Ante esta situación, el riesgo que representa la naturaleza limitada de la documentación e inventarios de estas colecciones ya es considerable.

    El caso más famoso desde el inicio de los disturbios es el caso del museo Hama donde, posiblemente entre otros artefactos, se robó una estatuilla aramea dorada. Interpol publicó un llamado a la vigilancia, y lo ha destacado en la lista de los más buscados desde diciembre de 2011.

    Aún en la zona de Hama, se ha informado que también se ha saqueado la ciudadela de Shaïzar.

    En el Crac des Chevaliers, Bassam Jamous, Director General de la DGAM habla sobre grupos armados que penetran en el castillo e inician excavaciones ilegales. El mismo tipo de actividades ilegales también se han presenciado en las provincias de Der'a, Hama y Homs.

    El PAS también aborda el posible saqueo de algunas piezas en el museo de Homs.

    En Tartous, el señor Marwan Hassan, Director de las Antigüedades de la ciudad menciona la confiscación de más de mil 300 objetos (época clásica e islámica) en un intento de contrabandear artefactos fuera del país.

    En Tell Hamukar en la cuenca de Khabur, algunos individuos presenciaron lo que parecía ser una excavación ilegal y episodios de saqueos. Incluso hay un reporte de una casa que se está construyendo en el tell (PAS). También podrían haber sido testigos de instancias en Tell Ashari, Tell Afis, Khan Shiekhoun y Tell Acharneh.

    En el sitio de Afamya, en la ciudad de Hama, se han robado algunos mosaicos.

    En Palmyra, además de la presencia de tanques en la zona, ha habido alguna evidencia de saqueo y destrucción en el campamento de Diocleciano, y alrededor del templo de Bel. A partir de mayo de 2015, las fuerzas de ISIS han capturado la antigua ciudad de Palmira.

    En Apamée, ha desaparecido un mosaico así como el encabezamiento de la columna Decumanus en el centro de la ciudad.

    Por último, hay que tener presente el peligro que genera la ausencia de autoridad y los disturbios en zonas aledañas a varios museos regionales, entre ellos Ma'aret el-Nu'man, Ebla-Tell Mardikh, Qal'at Jabar y Deir ez-Zor.

    Esta categoría abarca los daños ocasionados al patrimonio de Siria a través de la ocupación militar o civil de zonas arqueológicas y el bombardeo de monumentos.

    Múltiples edificios religiosos han sido dañados. Las mezquitas de Der'a, Bosra e Inkhil, y la mezquita al-Tawhid han sufrido severos bombardeos. Los minaretes de Qa'ab el-Ahbar (Homs) y Al-Tekkiyeh (Ariha) así como la mezquita Khaled Ibn al-Walid en Homs han sido parcialmente destruidos. En Alepo, el PAS señala daños hechos en la tumba del jeque Dahur al-Muhammad y la mezquita Abou Der Al-Gefary. Algunos sitios cristianos también han sufrido algunos daños. Estos incluyen los monasterios Deir Mar Mousa al-Habashi (El Monasterio de San Moisés el Abisinio), Nuestra Señora de Seydanya y Mar Elías, y la catedral de Umm el-Zinnar en Homs, donde se han notado impactos de bala. Aunque no se debe pasar por alto la dimensión religiosa de parte de esta destrucción, es importante aprovechar la fragmentación de nuestras fuentes y las diferentes razones que subyacen a la destrucción de estos monumentos.

    La ocupación militar también provocó la destrucción de varios sitios arqueológicos mediante bombardeos o la modificación de paisajes. Los monumentos de Homs han sido particularmente dañados. Además de las mezquitas antes mencionadas, la cúpula del Hammam al-Basha, Bab Dreb, el Suq al-Hashish, y posiblemente otras partes del Suq han sufrido graves daños. En Hamma, el barrio de El-Arba'en ha sido parcialmente destruido por un incendio. En Tell Sheikh Hamad, un templo asirio colapsó cuando el sitio se transformó en un campo de batalla. De la misma manera, los sitios de Apamea (y su ciudadela), Palmyra, Bosra, castillo de Salamyeh-Chmemis, Ebla-Tell Mardikh y Tell A'zzaz resultaron muy dañados cuando se cavaron trincheras y refugios de tanques. Se atestiguó una situación igual en el sitio achelense de Latamne. Además, en el norte de Siria, y especialmente en la región de Idlib, la zona del macizo caliza y sus “ciudades muertas” también ha sido el centro de gran destrucción. Hasta el momento, también se han reportado daños en los poblados de Kafr Nubbel, Ain Larose, Al-Bara y Deir Sunbel.

    La ocupación civil de áreas arqueológicas ha llevado adicionalmente a la destrucción progresiva de monumentos, principalmente a través de la reutilización de material arqueológico en la construcción de nuevas casas, pero también a través de la degradación activa. Este último se ejemplifica con el caso del templo romano de El Dumaier donde se han encontrado grafitis en la pared. El mismo tema se ha presenciado en Bosra donde algunas paredes ahora llevan huellas de pintura. En la provincia de Der'a, la ocupación civil de la zona provocó la reutilización de cuadras de sitios como Tell 'Ashari, Tell Umm Hauran, Tafas, Da'al, Sahm el-Golan, y la antigua ciudad de Matta'iya (PAS). Alrededor de Quneitra, el gobierno local ha permitido la construcción de nuevos edificios en áreas patrimoniales protegidas. Esto parece ser también el caso en sitios como Tell'Ashara (Terka), Jabal Wastani, Sheikh Hamad, Sura y Sheikh Hassan.

    ¿Qué se está haciendo para proteger el patrimonio de Siria?

    Los disturbios en Siria han durado ya más de un año. Rápidamente después de las primeras protestas, se presenció el primer daño al patrimonio cultural de Siria: la gente local usando piedras antiguas para construir sus casas, los militares cavando sitios arqueológicos para proteger sus tanques, peleas en Homs y Hama destruyendo la cultura de las ciudades. Todavía no está claro en qué contexto se lleva a cabo parte de los daños. En última instancia, es responsabilidad del gobierno sirio y de la DGAM proteger su patrimonio contra cualquier tipo de destrucción. Varias instituciones han planteado su preocupación por el aparente desprecio del gobierno sirio a esta destrucción. Las recientes pláticas de la UNESCO en Bamako plantearon preocupaciones sobre la situación en Siria y mencionaron la posibilidad de enviar un equipo de expertos a sitios como el Krak des Chevaliers, los castillos Cruzados Salah ed-Din, y Palmira.

    INTERPOL también envió un “llamado a la vigilancia sobre el saqueo de mosaicos antiguos en Siria”, con el objetivo de recuperar un número a mosaicos robados a Afamya. Esto, por lo tanto, sugiere que la presión internacional en Siria va en aumento y ojalá conduzca pronto a un esfuerzo concreto realizado hacia la protección del patrimonio sirio y del patrimonio cultural común de la humanidad.

    Patrimonio cultural en riesgo: Camboya

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    Templo Prasat Bram, Koh Ker, Camboya (foto: BlueSyPete, CC BY-SA 3.0)
    Figura\(\PageIndex{5}\): Templo Prasat Bram, Koh Ker, Camboya (foto: BlueSyPete, CC BY-SA 3.0)

    Camboya contiene dentro de sus fronteras modernas innumerables sitios arqueológicos que documentan más de 6,000 años de habitación humana. Los sitios conocidos cubren todo el lapso de la historia del sudeste asiático. Van desde refugios rocosos paleolíticos, hasta sitios de aldeas al aire libre que documentan la adopción de la agricultura, la metalurgia del bronce y el hierro, hasta la formación de los primeros estados históricos que comenzaron a conectar Camboya con el mundo, y hasta el ascenso y caída del imperio jemer que controlaba gran parte del continente Sudeste Asiático desde el siglo IX hasta principios del siglo XV C.E.

    Este patrimonio cultural colectivo es visto como una fuente de orgullo nacional por la mayoría de los jemeres, especialmente cuando los proyectos de colaboración internacional pueden excavar y documentar a fondo un sitio y compartir los hallazgos con las comunidades locales y el mundo. En cuanto a los numerosos ejemplos de arquitectura monumental de época histórica que salpican el campo, los de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como el Parque Arqueológico de Angkor se han convertido en una gran fuente de ingresos gracias al turismo de masas.

    A finales de 2012, según el Tourism Cambodia, Camboya había recibido más de 3.5 millones de turistas, cifra que aumentó durante cada uno de los cinco años cubiertos por el último Memorándum de Entendimiento. Dicho turismo ha demostrado ser una gran fuente de ingresos económicos, pero también es un factor primordial que alimenta el saqueo de sitios arqueológicos para alimentar el continuo comercio ilícito de antigüedades de Camboya.

    ¿Qué está en juego para Camboya?

    Muchos sitios arqueológicos, especialmente los cementerios prehistóricos, permanecen sin descubrir o documentados incorrectamente y, por lo tanto, son vulnerables. Muchos sitios de templos más pequeños que datan de la época de la construcción de Angkor Wat (c. siglo XII d.C.) y antes también permanecen sin excavar, sin mapear y poco conocidos, aunque autoridades gubernamentales camboyanas como APSARA, así como ONG establecidas como Centro para Estudios Khmer, Heritage Watch y el Centro Memot, han estado haciendo todo lo posible para documentar y excavar o salvar tantos sitios como sea posible.

    A pesar de estos esfuerzos, algunos sitios de templos jemeres de época histórica, especialmente complejos más pequeños o más remotos (por ejemplo, Preah Khan Kampong Svay, Koh Ker), han sufrido saqueos recientes o siguen en riesgo. La escultura ornamentada y los sitios estatuarios, como estos, forman parte de un corpus histórico del arte que abarca colectivamente todas las fases estilísticas del Imperio Khmer así como los estados precursores de Funan y Chenla. Perderlos por más saqueos y tráfico de personas causaría un daño irreparable a futuras investigaciones.

    Los túmulos funerarios prehistóricos tardíos (Edad del Hierro, c. 500 aC-500 C.E.) se descubren debajo de casas de aldea y jardines y se saquean antes de que puedan ser registrados (por ejemplo, Prohear en la provincia de Prey Veng, y Phum Slay y Phum Sophy en las provincias de Banteay Meanchey y Badtambang). Incluso la Edad del Bronce hasta la Edad del Hierro temprana (c. mediados del primer milenio a.C.) Sitios de “movimiento de tierras circulares”, como Memot y Krek 52/62 (en la región de la “Tierra Roja” de la provincia de Kampong Cham), han sido víctimas de un desarrollo no planificado.

    Si bien continúan las campañas de sensibilización multimedia administradas por ONG colaboradoras internacionales y la creciente acción de las autoridades arqueológicas, museísticas y gubernamentales camboyanas, sigue siendo una carrera contra el tiempo para descubrir y documentar sitios arqueológicos antes de que ocurra el saqueo. El tema fundamental sigue siendo: cómo equilibrar las necesidades de las comunidades locales de ingresos estables y lícitos (a los que puede contribuir el turismo arqueológico) con la necesidad de preservar sitios intactos, excavarlos cuando sea posible y compartir nuevos descubrimientos con diversos actores.

    Para obtener más información sobre qué categorías de artefactos se saquean de los sitios arqueológicos prehistóricos e históricos de Camboya, consulte la “Lista Roja” del ICOM.

    La demanda de antigüedades en el mercado estadounidense

    El saqueo en Camboya es alimentado por la alta demanda de antigüedades asiáticas en el mercado global. Según el sitio web de Sotheby's, 189 piezas de origen camboyano se han vendido por más de 100.000 dólares (EE.UU.) en los últimos años. Algunas piezas pueden incluso obtener precios mucho más altos. Por ejemplo, durante la venta en marzo de Sotheby's 2012 del arte indio y del sudeste asiático en Nueva York, una estatua de la diosa Uma, tallada en arenisca marrón pulida y que data del periodo Baphuon c. siglo XI C.E. (lote 249), se vendió por $530,000 (EE.UU.), mientras que otra arenisca marrón Baphuon escultura de Uma vendida en Christie's (lote 63) el 23 de septiembre de 2004 por $1,127,500 (U.S.).

    Las batallas legales y de relaciones públicas entre el gobierno camboyano y la casa de subastas de Sotheby's continúan sobre el destino de una estatua de C. E. del siglo X desde la remota Koh Ker. Muchas piezas presentes en el mercado del arte, especialmente los artefactos prehistóricos, no tienen una procedencia clara, primero surgiendo no antes de mediados de la década de 1980 Según Davis (2011), aproximadamente el 80% de las 345 piezas de origen camboyano que aparecieron en subasta entre 1988 y 1995 no tenían procedencia publicada. A pesar del creciente escrutinio, las casas de subastas, tanto grandes como pequeñas, tienden a preferir el “negocio como de costumbre” si se considera factible o rentable.

    ¿Qué hace Camboya para proteger su patrimonio?

    A pesar de que el gobierno camboyano tiene medios financieros limitados para ayudar a proteger su patrimonio, sigue haciendo loables esfuerzos para salvaguardar los principales sitios fuera del complejo angkoriano. La autoridad de APSARA y sus colegas internacionales han estado liderando el esfuerzo por crear una base de datos nacional de todos los sitios de arquitectura monumental de época histórica, estén asociados o no con Angkor. Además, el permiso para todos los nuevos proyectos de excavación o restauración arqueológica debe provenir de ellos.

    Sin embargo, Camboya ya cuenta con algunos medios legales que pueden ayudar a detener el flujo de antigüedades cuando se aplican consistentemente. En 1996 se promulgó la Ley de Protección del Patrimonio Cultural de Camboya. Esto permite que un artefacto camboyano sea devuelto al país si hay pruebas que prueben que estuvo en Camboya después de 1996. Además, Camboya ha ratificado la “Convención de la UNESCO sobre los medios para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales” de 1970 y la “Convención del UNIDROIT sobre Bienes Culturales Robados o Exportados Ilícitamente” de 1995. Estas convenciones proporcionan los principales medios a través de los cuales los Estados signatarios pueden cooperar en un esfuerzo de combatir el tráfico ilícito de antigüedades y así disminuir la pérdida de patrimonio cultural a nivel mundial.

    Desde hace diez años Camboya y Estados Unidos mantienen un Memorándum de Entendimiento (MOU) bilateral en materia de bienes culturales. Cuando se aplica plenamente tanto en Camboya como en Estados Unidos, permite que solo aquellos artefactos con licencia de exportación vigente del Ministerio de Cultura y Bellas Artes ingresen a Estados Unidos. El Memorando también facilita el enjuiciamiento de los delincuentes y proporciona una sólida base legal para las demandas de repatriación que involucran a instituciones públicas y privadas de Estados Unidos.

    Agradecidamente, el Memorándum de Entendimiento con Estados Unidos fue modificado y ampliado por cinco años adicionales, a partir del 19 de septiembre de 2013; sin embargo, esto no significa que el patrimonio de Camboya ya no esté en riesgo.

    Patrimonio cultural en riesgo: Estados Unidos

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    Estados Unidos experimenta desafíos únicos con el saqueo de sitios arqueológicos. Los objetos del patrimonio cultural, a menos que se descubran en tierras federales o tribales, pertenecen al terrateniente. Las tierras federales son demasiado vastas para ser monitoreadas de cerca por el limitado número de funcionarios gubernamentales. Por lo tanto, la exitosa persecución del gobierno a los saqueadores y la prohibición del mercado negro es muy desafiante.

    Artefactos excavados ilegalmente en un sitio prehistórico de nativos americanos en un Refugio Nacional de Vida Silvestre del Sur de Illinois (NWR) fueron incautados por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. (Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos)
    Figura\(\PageIndex{6}\): Artefactos excavados ilegalmente en un sitio prehistórico de nativos americanos en un Refugio Nacional de Vida Silvestre del Sur de Illinois (NWR) fueron incautados por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. (Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos)

    Las continuas colaboraciones entre el personal del museo, el público, la academia y los arqueólogos han ralentizado la tasa de saqueos. Aún así, las estadísticas aleccionadoras indican que sigue siendo un problema sustancial. Más del 90% de los sitios arqueológicos de indios americanos conocidos ya han sido destruidos o afectados negativamente por saqueadores, y este proceso está en curso. Seguir trabajando es fundamental para evitar más daños irreparables a nuestro pasado.

    ¿Qué está en juego para Estados Unidos?

    Los sitios arqueológicos de Estados Unidos contienen artefactos que en algunos casos tienen más de 14,000 años de antigüedad. Estos sitios cuentan una historia fascinante de la historia humana en el continente, desde los orígenes de la agricultura (Poverty Point, Luisiana) hasta la diversificación de los nativos americanos, la innovación, el conflicto y el contacto europeo. La investigación crítica sobre estos temas está en curso.

    El sitio Poverty Point muestra evidencia de experimentación temprana con alfarería de arcilla cocida. Los sitios de Adena y Hopewell (Ohio River Valley, c. 1000 BCE — 500 C.E.) están asociados con elaborados artículos funerarios y alfarería blanda. Cahokia Mounds (c. 800 C.E.) es un centro de Mississippian que contiene la pirámide más grande construida al norte de México. Numerosos entierros encontrados en este sitio reflejan las complejas jerarquías sociales y estructuras comunitarias que existían en esos caciques. En el suroeste, la mayoría de las comunidades en la prehistoria temprana eran pequeñas y ampliamente dispersas, con diferentes estilos de viviendas, cerámica y prácticas de subsistencia que giraban en torno al cultivo de maíz, frijol, calabaza, algodón y otros alimentos silvestres o semicultivados. El Cañón del Chaco (c. 900 d.C.) es una región del noroeste de Nuevo México que contiene varios de los mejores ejemplos de las viviendas de acantilados “puebloanos”. Los asentamientos aquí tenían poblaciones que rivalizaban con las de los pueblos pequeños de hoy.

    Parque Histórico Nacional Cultura Chaco, Nuevo México (foto: Steven C. Price, CC BY-SA 3.0)
    Figura\(\PageIndex{7}\): Parque Histórico Nacional Cultura Chaco, Nuevo México (foto: Steven C. Price, CC BY-SA 3.0)

    Gracias a la mayor conciencia pública y al financiamiento estatal y federal, se están preservando grandes complejos como Cahokia y Cañón del Chaco. Sin embargo, tales esfuerzos de preservación se limitan a un pequeño número de sitios. Debido a que la mayoría de los nativos americanos prehistóricos e históricos vivían en comunidades pequeñas y dispersas, los saqueadores aprovechan los sitios pequeños y remotos si no existen medidas de protección. Adicionalmente, los sitios arqueológicos son frecuentemente dañados para despejar tierras para proyectos agrícolas o de desarrollo.

    Para 1988, alrededor del 90% de los sitios conocidos en Four Corners (Utah, Colorado, Arizona y Nuevo México) habían sido saqueados o vandalizados. La mayoría de las tierras federales no han sido encuestadas (El Servicio de Parques Nacionales solo ha encuestado el 10% de sus 5.29 millones de acres). El reducido número de personal en la mayoría de los sitios federales dificulta dedicar una cantidad significativa de tiempo a patrullar y asegurar sitios arqueológicos.

    Patrimonio cultural de Estados Unidos en peligro

    El saqueo y vandalismo de sitios arqueológicos ha persistido a lo largo de la historia reciente. Entre 1980 y 1987, por ejemplo, la Reserva Navajo vio un incremento dramático en el vandalismo y el saqueo de materiales arqueológicos. Entre 1996 y 2005, hubo un promedio anual de 791 incidentes reportados, pero en promedio anual sólo 111 fueron resueltos o se enjuició a los responsables. Muchos objetos arqueológicos y etnográficos nativos americanos se venden en Europa, Japón y Arabia Saudita a través de subastas que obligan a los nativos americanos a participar en la licitación para recomprar su propio patrimonio cultural.

    El vandalismo del arte rupestre también es una preocupación creciente. La Oficina de Administración de Tierras (BLM) está buscando a los culpables que vandalizaron el antiguo arte rupestre nativo americano ubicado en el desierto en el lado oeste del lago Utah.

    También se están excavando ilegalmente materiales de la época de la Guerra Civil. Los buscadores de botellas recorren dependencias de antiguos pueblos fronterizos y, en algunos casos extremos, la gente ha robado las tumbas de soldados de la Guerra Civil para robar restos humanos.

    Demanda del mercado de antigüedades de Estados Unidos

    Los artefactos nativos americanos, así como las obras de arte contemporáneas hechas por nativos americanos, han estado recibiendo más atención en el mundo del arte y la propiedad cultural. Por ejemplo, el mercado indio de Santa Fe ha ido creciendo en tamaño y reputación; importantes museos como el Peabody Essex Museum y MFA Boston montaron exposiciones de arte nativo americano o galerías renovadas; Sotheby's May 21 Arts of the American West la subasta obtuvo un total de $2,963,943; y la subasta de Christie's 2011 Native American Art alcanzó un volumen total de ventas de $1,116,187.

    El mercado internacional también ha vuelto su mirada hacia los objetos nativos americanos. En 2013, por ejemplo, la casa de subastas francesa Néret-Minet Tessier & Sarrou vendió setenta artefactos por 930.000 euros. Otro precio de mercado conocido para los objetos nativos americanos proviene del caso de Pierre Servan-Schreiber, el abogado francés de la tribu Hopi, quien compró un artículo Hopi por 13.000 euros a los subastadores del EVE en Francia con la intención de devolverlo a la tribu. La Fundación Annenberg también compró veinticuatro objetos nativos americanos por $530,000.

    Sin embargo, un aumento en la demanda del mercado también significa un aumento potencial en las ventas de artefactos adquiridos sospechosamente. Por ejemplo, en noviembre de 2013, la casa de subastas Skinner sacó un objeto Lakota llamado “Sioux Beaded and Quilled hide Shirt” justo antes de que comenzara la subasta porque el objeto podría haber pertenecido a un líder lakota llamado Little Thunder. Sus descendientes en la reserva Rosebud en Dakota del Sur cuestionaron la legitimidad de su propiedad. Se estimó que la playera se vendería por $150,000 a 250,000.

    ¿Qué está haciendo Estados Unidos para proteger su patrimonio cultural?

    Algunos estudiosos comentan que el Congreso de Estados Unidos se ha mostrado reacio a promulgar medidas amplias de protección de los bienes culturales. Sin embargo, existen numerosas legislaciones federales con respecto a problemas específicos. (Véase Kaufman, R.S. Manual de Derecho del Arte. Gaithersburg: Aspen Law & Business, 2000, especialmente p. 394-395).

    La Ley de Antigüedades de 1906 (16 U.S.C. §§ 431-33m) autoriza la penalización de quien destruya o dañe ruinas históricas en terrenos públicos, o excave ruinas, monumentos, o antigüedades en tierras propiedad o controladas por el gobierno federal. Esto fue complementado posteriormente por la Ley de Recursos Arqueológicos y Protección de 1979 (16 U.S.C. §§ 470aa-mm), que específicamente protege los recursos arqueológicos en terrenos públicos o indios de la venta, intercambio o transporte sin el permiso adecuado.

    La Ley Nacional de Política Ambiental de 1969 (42 U.S.C. § 4321-70a) requiere que el gobierno utilice “todos los medios y medidas practicables” para preservar importantes sitios históricos y culturales.

    La Ley de Protección y Repatriación de Tumbas Nativas Americanas de 1991 (NAGPRA) (25 U.S.C. §§ 3001-3013) aborda además preocupaciones específicas sobre los bienes culturales de los nativos americanos. NAGPRA requería que los museos que recibían fondos federales y otras instituciones federales inventariaran restos humanos, objetos funerarios o artículos sagrados de los indios americanos. Los descendientes o tribus afines tienen el derecho de decidir si los artículos deben devolverse a la tribu, volver a enterrarse o mantenerse en las colecciones a largo plazo. Bajo NAGPRA, cualquier persona que sea hallada culpable de tráfico ilícito de estos artículos puede ser sentenciada con sanciones judiciales. Esta legislación ha ayudado a desincentivar la remoción de objetos y restos humanos.

    Lo más significativo es que en 1983 Estados Unidos promulgó la Ley de Implementación de Bienes Culturales (CPIA). Se trata de una implementación de la Convención de la UNESCO de 1970 en el contexto de Estados Unidos y sus políticas de importación de bienes culturales. Bajo esta legislación, Estados Unidos puede celebrar acuerdos bilaterales o multilaterales con otros Estados Partes de la Convención de la UNESCO de 1970, o imponer restricciones de importación de emergencia, siempre que un Estado Parte lo solicite.

    La Ley Nacional de Bienes Robados (NSPA) ha sido relevante para la restricción a la importación de artículos sospechosos y la sanción penal a los importadores ilegales. Establece que “[w] quienquiera que transporte, transmita, o transfiera en el comercio interestatal o exterior cualesquiera bienes, mercancías, mercancías. del valor de $5,000 o más, sabiendo que los mismos han sido robados, convertidos o tomados por fraude.. serán multados bajo este título o encarcelados no más de diez años o ambos.”

    La Ley Nacional de Preservación Histórica (16 U.S.C. §§ 470a a 470w-6) es uno de los programas más sistemáticos de preservación histórica. Se establecieron diversas Oficinas de Preservación Histórica, las cuales crean inventarios de propiedades arqueológicas e históricas.

    Algunos estados, como Arkansas, han creado sus propios programas para dar a conocer los temas al público en general. A partir de 2013, más de 700 ciudadanos pertenecían a la Sociedad Arqueológica de Arkansas, cada uno de ellos habiendo participado en el Programa de Capacitación de Estudios Arqueológicos de Arkansas en el que miembros del público aprenden técnicas de excavación y cuestiones éticas en la arqueología estadounidense. Otras sucursales estatales del Servicio de Parques Nacionales, como la de Dakota del Sur, han implementado programas de concientización y administración y líneas telefónicas directas en un intento de reclutar a los ciudadanos como administradores del sitio.

    Las leyes y programas federales y estatales están dando pasos en la dirección correcta hacia la conciencia pública y la persecución penal de los saqueadores, pero se necesita más trabajo para continuar documentando y protegiendo lo que queda.

    Otros esfuerzos para proteger el patrimonio cultural de Estados Unidos

    El Servicio de Parques Nacionales brinda información y educación sobre prevención de saqueos y preservación de sitios históricos. Su página del Programa de Arqueología es una mina de oro de recursos. También dirige el Centro Nacional de Tecnología y Capacitación para la Preservación (NCPTT), que avanza en la aplicación de la ciencia y la tecnología a la preservación histórica en los campos de la arqueología, la arquitectura, la arquitectura del paisaje y la conservación de materiales.

    SAFE ha estado trabajando en promover la conciencia pública sobre los peligros del saqueo arqueológico en Estados Unidos. Diversas publicaciones de blog de arqueólogos proporcionan información sobre el estado actual del saqueo en Estados Unidos.

    El Instituto Arqueológico de América (AIA) ha implementado un Programa de Preservación de Sitios, que se enfoca en la concesión de subvenciones, reconocimiento y divulgación pública. También se ha involucrado en dar forma a una mejor comprensión de la ética arqueológica entre el público, por ejemplo, al pronunciarse en contra de los programas de televisión de caza del tesoro que podrían promover el saqueo y la destrucción de sitios arqueológicos.

    Otras organizaciones arqueológicas profesionales incluyen la Society for American Archaeology (SAA), que promueve la ética arqueológica y participa en testimonios CPAC, y la Society for Historical Archaeology (SHA), que promueve la investigación académica y la difusión de conocimientos sobre arqueología histórica.

    Respuesta de Estados Unidos a los problemas del patrimonio cultural internacional

    Estados Unidos ha favorecido históricamente las importaciones libres de bienes culturales, reconociendo que los intercambios mejoran el conocimiento de las civilizaciones y enriquecen la vida cultural de todas las personas. Pero las restricciones a la importación a veces se legislan bajo ciertos embargos políticos o limitan el comercio de obras robadas de bienes culturales.

    El Comité Asesor de Bienes Culturales (CPAC) asiste a los gobiernos estadounidenses y extranjeros en la evaluación de las solicitudes de acuerdos bilaterales de países extranjeros para establecer restricciones a la importación. El CPAC está formado por once miembros, entre los que se encuentran individuos de los campos de la arqueología, la antropología, la etnología y los museos.

    Diversos organismos federales contribuyen a la aplicación de los tratados, leyes y restricciones en materia de patrimonio cultural, como el Equipo de Delitos de Arte de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que coordina con organismos internacionales encargados de hacer cumplir la ley como INTERPOL. Vea una discusión más detallada aquí.

    Además, Estados Unidos celebra acuerdos bilaterales con varias naciones para impedir la importación del patrimonio cultural de esas naciones, una explicación adicional sobre la cual se puede leer aquí.

    Salvar Venecia

    por y

    Video\(\PageIndex{1}\): Una conversación sobre los temas que enfrenta Venecia y los esfuerzos por salvar la ciudad histórica, con Lisa Ackerman, Vicepresidenta Ejecutiva y Chief Operating Officer, World Monuments Fund y Steven Zucker

    Recursos adicionales:

    Venecia (del Fondo Mundial de Monumentos)

    Marcello Rossi, “¿Salva a Venecia una enorme barrera contra inundaciones nueva?” Wired Magazine, 5 de abril de 2018

    Mientras los turistas desplazan a los lugareños, Venecia se enfrenta a la lista 'en peligro de extinción' (de

    Robert C. Davis, Garry R. Marvin, Venecia, el laberinto turístico: una crítica cultural de la ciudad más turística del mundo (University of California Press, 2004)

    Imágenes Smarthistory para la enseñanza y el aprendizaje:

    Evelvación inferior de San Zacarías, VeneciaBasílica de San Marcos desde el Patio del Palacio Ducal, VeneciaVista de VeneciaCúpulas de la Basílica de San Marcos, VeneciaPlaza de San Marcos y Palacio Ducal visto desde el aguaVista del Retablo de San Zaccaria de Giovanni Bellini desde la esquina suroestePalacios Venecianos
    Figura\(\PageIndex{8}\): Más imágenes Smarthistory...

    Las consecuencias no deseadas de la inclusión del patrimonio mundial de la UNESCO

    por

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    Figura\(\PageIndex{9}\): El sitio patrimonial catalogado por la UNESCO Machu Picchu atrae a alrededor de 1,000 turistas al día (foto: Rodrigo Argenton/Wikipedia, CC BY-NC)

    Chloé Maurel, Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS)

    El principio de patrimonio mundial promovido por la UNESCO es de crucial importancia en un momento en el que el turismo se ha convertido en un fenómeno global, involucrando a más de mil millones de personas y generando en 2014 unos ingresos anuales de casi 1245 mil millones de dólares.

    Con la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, la UNESCO creó la lista de sitios considerados de excepcional valor. Si bien la inclusión en la lista no conduce automáticamente a la financiación para la protección de los sitios incluidos en la lista, y aunque la UNESCO es impotente para evitar que sean destruidos o dañados (como los Budas de Bamiyan en Afganistán, destruidos por los talibanes en 2001, o el Templo de Baal en Palmyra, Siria, demolido en 2015), la lista de sitios del patrimonio mundial sigue siendo un elemento clave de la obra de la UNESCO, y por lo que es más conocida por el público en general.

    La lista del patrimonio mundial de la UNESCO confiere prestigio. Es buscado por países que desean promover sus bienes históricos y naturales, y les da un lugar en el escenario mundial.

    Patrimonio tangible, inmaterial y documental

    La lista de sitios del patrimonio mundial comprende ahora más de mil sitios. Otra, la lista del patrimonio cultural inmaterial, fue creada en 2003 para catalogar prácticas, tradiciones, danzas, costumbres y saber hacer, más que sitios físicos. En parte, su propósito es remediar la evidente asimetría en la primera lista, que contiene una abrumadora mayoría de sitios europeos, mientras que África está drásticamente subrepresentada. Además, los sitios enumerados en África son en su mayoría sitios de patrimonio “natural”, mientras que Europa tiene un exceso de sitios “culturales”, como iglesias y castillos, que ya son muy valorados y no necesariamente requieren mayor protección.

    En 1995, la UNESCO también creó un registro llamado La Memoria del Mundo, en el que se enumeran artefactos significativos y a veces en peligro de extinción o frágiles del patrimonio documental humano, como el tapiz de Bayeux.

    Sería fácil asumir que estas iniciativas unen a las personas en un esfuerzo común para proteger el patrimonio cultural compartido. De hecho, a menudo provocan luchas y rivalidades de poder, o incluso conflictos abiertos, demostrando que el principio del patrimonio puede apropiarse con fines financieros, políticos o geopolíticos.

    El ejemplo más llamativo es el conflicto entre Japón y China tras la reciente solicitud de Japón de incluir 333 cartas de pilotos kamikaze de la segunda guerra mundial en el registro La Memoria de la Palabra. Estas cartas de despedida, escritas por pilotos a sus familias antes de su ataque final, a menudo reflejan su orgullo de luchar por lo que entonces era un régimen racista e imperialista, aliado con la Alemania nazi.

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    Figura\(\PageIndex{10}\): El piloto kamikaze japonés Ugaki Matome antes de su misión final

    China se opuso y a su vez pidió, y se le concedió, la inclusión de un conjunto de documentos relativos a la masacre de Nanjing de 1937, llevada a cabo por las fuerzas japonesas, que al parecer se cobraron 300 mil vidas chinas. Este es un claro ejemplo del listado que se está utilizando como una extensión de las relaciones hostiles entre China y Japón, cuyos recuerdos de la segunda guerra mundial siguen siendo un tema delicado.

    Turismo masivo en sitios listados

    Varios casos ilustran el carácter problemático de las medidas de protección del patrimonio de la UNESCO. Muy a menudo, el principio del patrimonio cultural mundial se desvía de su propósito oficial y se utiliza para promover el turismo, o por razones políticas y económicas. En su estudio de las políticas patrimoniales de la UNESCO, el antropólogo David Berliner habla de la “Unescoization” de la pequeña ciudad patrimonial de Luang Prabang en Laos. Demuestra que una de las consecuencias contradictorias de la protección de la UNESCO es el intenso desarrollo turístico.El desarrollo del turismo ha idealizado tradiciones, que se están escenificando, a veces de manera imprecisa en Luang Prabang. Acontecimientos históricos, como los de la Guerra de Vietnam y la época colonial, están completamente desatendidos.

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    Figura\(\PageIndex{11}\): Luang Prabang en Laos ha visto un intenso desarrollo turístico (foto: Kolibri5/PixaBay, dominio público)

    La enumeración patrimonial también puede tener consecuencias adversas, como ha sido a menudo el caso en África. Saskia Cousin y Jean-Luc Martineau estudiaron cómo se pueden explotar las costumbres y tradiciones tras su aparición en la lista de sitios del patrimonio mundial. En su estudio de la “Arboleda Sagrada” de Nigeria en Osun-Osogbo, demostraron que el cabildeo, combinado con intereses políticos y económicos, jugó un papel central en su listado de 2005.

    En esta particular instancia, era políticamente deseable atribuir profundidad histórica a la nueva capital del estado de Osun, para poder competir con el rico pasado de su ciudad rival, Ife.

    La inclusión de la Arboleda Sagrada de Osun-Osogbo en la lista de Patrimonio Mundial es el resultado de casi 15 años de esfuerzos por parte del estado de Osun para otorgarse legitimidad cultural e histórica.

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    Figura\(\PageIndex{12}\): La Arboleda Sagrada de Osun-Osogbo en Nigeria fue listada en 2005 (foto: Alex Mazzetto, CC BY-SA 3.0)

    Resultados negativos para las poblaciones locales

    Por prestigiosa que sea, la lista de sitios del patrimonio mundial también puede afectar negativamente a sectores de la población local. En la ciudad de Panamá, la lista de 1997 del histórico barrio Casco Viejo relegó a sus habitantes más pobres a los límites de la ciudad. En tanto, el distrito central se convirtió en una atracción turística.

    En su momento, el Casco Viejo era un barrio deteriorado. Sufrió una transformación radical, resultando en el brutal desalojo de personas de las clases más pobres, cuyas ventanas fueron tapadas en intentos de obligarlas a salir mientras se restauraba y gentrificaba el barrio circundante.

    Ahora está habitada en gran parte por extranjeros ricos que compran los mejores edificios coloniales para vender en parcelas. El turismo en la Ciudad de Panamá ha aumentado exponencialmente desde el listado patrimonial, homogeneizando el paisaje urbano y exacerbando las desigualdades.

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    Figura\(\PageIndex{13}\): El Casco Viejo, una vez zona pobre de la ciudad de Panamá, ha sido limpiado, remodelado y conservado para atraer turistas (foto: Pilar Berguido/Flickr, CC BY-SA)

    Estos ejemplos muestran cómo las cuestiones patrimoniales están estrechamente vinculadas con las demandas económicas, sociales y políticas, y dan como resultado disparidades de poder. Dado el papel desproporcionado de funcionarios y expertos de países occidentales en la labor patrimonial de la UNESCO, la organización podría ser acusada de imponer una visión occidental del patrimonio a los países del Sur Global.

    A pesar de estas imperfecciones, debemos encomiar a la UNESCO por sus esfuerzos para preservar nuestro patrimonio mundial. Pero el desequilibrio visible en la lista de sitios simplemente refleja las desigualdades económicas, sociales y culturales de la división Norte-Sur. Éstos deben ser atendidos con urgencia.

    Traducido del francés por Alice Heathwood para Fast for Word.

    por Chloé Maurel (CC BY-ND 4.0)

    Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

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    14.9: Patrimonio cultural en peligro en todo el mundo is shared under a CC BY-NC-SA license and was authored, remixed, and/or curated by LibreTexts.