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14.3: Dar una presentación

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    Objetivos de aprendizaje
    • Reconocer las características de los altavoces efectivos.
    • Identificar los beneficios de ensayar una presentación con anticipación.
    • Planee partes de la presentación que no se puedan ensayar completamente de antemano, como una sesión de preguntas y respuestas.
    • Aplicar estrategias para reducir la ansiedad por hablar en público.

    Para este momento, ya has completado gran parte de la preparación para tu presentación. Has organizado tus ideas y planificado tanto los componentes textuales como visuales de tu presentación. Aún así, puede que no te sientas del todo listo para hablar frente a un grupo.

    Hablar en público es estresante. De hecho, algunos investigadores han encontrado que un gran porcentaje de las personas encuestadas califican el hablar en público como su miedo número uno. La mayoría de la gente se siente al menos un poco nerviosa ante la perspectiva de hablar en público.

    Al mismo tiempo, es una habilidad cada vez más necesaria en el ámbito laboral. Un gerente de recursos humanos presenta políticas y planes de beneficios de la compañía a grandes grupos de empleados. Un emprendedor presenta la idea de un nuevo negocio a potenciales inversionistas. Una enfermera podría presidir una reunión de personal para introducir nuevos procedimientos hospitalarios. Un oficial de policía podría presentar consejos de prevención de delitos en una reunión comunitaria. En algunos campos, como la capacitación y la enseñanza, hablar en público es un requisito laboral regular.

    En esta sección, aprenderás estrategias para convertirte en un orador seguro y efectivo. Ya has dado los principales pasos para que tu presentación sea exitosa, como resultado de la planificación de contenido que hiciste en la Sección 14.1 y la Sección 14.2. Ahora, es el momento de planificar y practicar tu entrega.

    ¿Qué hace que un orador sea efectivo?

    Piensa en los momentos en los que has sido parte de la audiencia para un discurso, conferencia u otra presentación. Probablemente hayas notado cómo ciertos rasgos y gestos funcionan para involucrarte y hacer que la experiencia sea agradable. Los oradores efectivos proyectan confianza e interés tanto en su audiencia como en su tema. Presentan ideas con claridad y se presentan como relajadas pero en control.

    En contraste, los hablantes menos efectivos pueden parecer ansiosos o, peor aún, apáticos. Pueden ser difíciles de escuchar o entender, o su lenguaje corporal puede distraer de su mensaje. Tienen problemas para establecer una conexión con su audiencia. Esto puede suceder incluso cuando el hablante conoce su material y ha preparado ayudas visuales efectivas.

    En ambos casos, dos factores contribuyen a tu impresión general del hablante: la voz y el lenguaje corporal. En las siguientes secciones se discuten puntos específicos en los que enfocarse.

    Encontrar tu voz

    La mayoría de la gente no piensa mucho en cómo sus voces se encuentran en las conversaciones cotidianas. Hablar con otras personas se siente natural. Desafortunadamente, hablar en público no lo hace, y eso puede afectar tu voz. Por ejemplo, muchas personas hablan más rápido cuando dan presentaciones, porque están nerviosas y quieren terminar rápidamente. Además, algunos rasgos que no importan demasiado en la conversación ordinaria, como la tendencia a hablar tranquilamente, pueden ser un problema a la hora de hablar con un grupo. Piensa en las características que se discuten en la siguiente sección y cómo podría aparecer tu propia voz.

    Resonancia

    Una cualidad de una buena voz oral es la resonancia, que significa fuerza, profundidad y fuerza. Esta palabra está relacionada con la palabra resonar. El habla resonante comienza en las cuerdas vocales del hablante y resuena en toda la parte superior del cuerpo. El hablante no simplemente usa su boca para formar palabras, sino que se proyecta desde los pulmones y el pecho. (Es por eso que tener un resfriado puede dificultar hablar con claridad.)

    Algunas personas tienen voces poderosas y resonantes. Pero aunque tu voz sea naturalmente más suave o de tono más alto, puedes mejorarla con la práctica.

    • Respira hondo antes de comenzar a ensayar.
    • Tarea algunas veces, bajando poco a poco el tono para que sientas la vibración no solo en tu garganta sino también en tu pecho y diafragma.
    • Intenta ser consciente de esa vibración y de tu respiración mientras hablas. Puede que no sientas la vibración con tanta intensidad, pero deberías sentir que tu habla resuena en la parte superior de tu cuerpo, y debes sentir como si estuvieras respirando fácilmente.
    • Sigue practicando hasta que se sienta natural.

    Enunciación

    La enunciación se refiere a la claridad con la que articula las palabras mientras habla. Intenta pronunciar las palabras con la mayor claridad y precisión que puedas, enunciando cada sílaba. Evite murmurar o sorber palabras. A medida que ensaya su presentación, practique hablar un poco más lenta y deliberadamente. Pídele a alguien que conozcas que te dé su opinión.

    Volumen

    El volumen es simplemente lo fuerte o suavemente que hablas. La timidez, el nerviosismo o el exceso de entusiasmo pueden hacer que las personas hablen demasiado bajo o demasiado alto, lo que puede hacer que el público se sienta frustrado o desanimado. Aquí hay algunos consejos para administrar el volumen de manera efectiva:

    • Temeroso de ser demasiado ruidoso, mucha gente habla demasiado silenciosamente. Como regla general, procura usar un volumen un poco más alto para hablar en público que el que usas en la conversación.
    • Considera si podrías ser una excepción a la regla. Si sabes que tiendes a ser ruidoso, es mejor que uses tu voz normal o retrocedas un poco.
    • Piense en el volumen en relación con el contenido. Los puntos principales generalmente deben entregarse con más volumen y fuerza. Sin embargo, bajar la voz en puntos cruciales también puede ayudar a atraer a su audiencia o enfatizar contenido serio.

    Pitch

    El tono se refiere a qué tan alta o baja es la voz de un hablante. El tono general de las voces de las personas varía entre los individuos. También naturalmente variamos nuestro tono al hablar. Por ejemplo, nuestro tono aumenta cuando hacemos una pregunta y, a menudo, cuando expresamos emoción. A menudo baja cuando damos una orden o queremos transmitir seriedad.

    Una voz que no varía en tono suena monótona, como un músico tocando la misma nota repetidamente. Ten en cuenta estos consejos para gestionar el pitch:

    • El tono, como el volumen, debe variar con tu contenido. Evalúa tu voz para asegurarte de que no estás hablando al mismo tono a lo largo de tu presentación.
    • Está bien elevar ligeramente tu tono al final de una oración cuando haces una pregunta. No obstante, algunos oradores hacen esto por cada oración, y como resultado, se ven como tentativos e inseguros. Observe los lugares donde su tono se eleva, y asegúrese de que el cambio sea apropiado para el contenido.
    • Baja tu tono cuando quieras transmitir autoridad. Pero no exageres. Las preguntas deben sonar diferentes a las declaraciones y órdenes.
    • Lo más probable es que tu tono general caiga dentro de un rango típico. No obstante, si tu voz es muy alta o baja, trata conscientemente de bajarla o levantarla ligeramente.

    Pace

    El ritmo es la velocidad o velocidad a la que hablas. Hablar demasiado rápido hace que sea difícil para una audiencia seguir la presentación. El público puede llegar a ser impaciente.

    Muchos oradores menos experimentados tienden a hablar más rápido a la hora de dar una presentación porque están nerviosos, quieren acabar con la presentación, o temen que se les acabe el tiempo. Si te encuentras apurado durante tus ensayos, prueba estas estrategias:

    • Respira hondo antes de hablar. Asegúrate de no olvidar respirar durante tu presentación.
    • Identifique lugares donde sea apropiada una breve pausa estratégica, por ejemplo, al pasar de un punto principal a otro. Construye estas pausas en tu presentación.
    • Si aún te encuentras apresurado, es posible que necesites editar el contenido de tu presentación para asegurarte de que te quedes dentro del tiempo asignado.

    Si, por otro lado, tu ritmo parece lento, necesitarás amenizar las cosas. Un ritmo lento puede provenir de la incertidumbre sobre tu contenido. Si ese es el caso, la práctica adicional debería ayudarte. También ayuda a desglosar cuánto tiempo planea dedicar a cada parte de la presentación y luego asegurarse de que está cumpliendo con su plan.

    Tip

    El ritmo afecta no solo a su presentación física sino también al punto de vista; ralentizar la presentación puede permitir que su audiencia comprenda y considere aún más su tema. El ritmo también puede referirse a la velocidad a la que aparecen las diapositivas de PowerPoint. Si la diapositiva o la animación en la diapositiva aparecen automáticamente, asegúrese de que la audiencia tenga el tiempo adecuado para leer la información o ver la animación antes de que la presentación continúe.

    Tono

    El tono es la emoción que transmites al hablar: emoción, molestia, nerviosismo, aturdimiento, etc. Varios factores, como el volumen, el tono y el lenguaje corporal, afectan la forma en que su tono llega a su audiencia.

    Antes de comenzar a ensayar su presentación, piense en qué tono es apropiado para el contenido. ¿Debería sonar contundente, preocupado o de hecho? ¿Hay lugares en tu presentación donde sea apropiado un tono más humorístico o más serio? Piensa en el tono que debes proyectar, y practica establecer ese tono.

    Ejercicio\(\PageIndex{1}\)

    En este ejercicio trabajarás en refinar la entrega oral del esquema anotado que desarrollaste en el Ejercicio 4 de la Sección 14.1.

    1. Configura un micrófono para grabarte. (Puede usar una cámara web si lo desea). Para este ejercicio, valórate solo en tu entrega verbal, no en tu lenguaje corporal).
    2. Analiza y graba tu presentación.
    3. Reproduzca la grabación y evalúese usando los siguientes criterios: resonancia, enunciación, volumen, tono, ritmo y tono. Califícate de uno a cinco en cada criterio, siendo cinco la calificación más alta. Determine qué áreas son fortalezas y qué áreas necesita mejorar.
    4. Si lo deseas, pídele a otra persona que evalúe tu presentación.

    El poder del lenguaje corporal

    El contenido no verbal de una presentación es tan importante como la entrega verbal. El lenguaje corporal de una persona (contacto visual, expresiones faciales, postura, gestos y movimiento) comunica un mensaje poderoso a una audiencia antes de que se pronuncien palabras.

    Las personas interpretan y responden instintivamente al lenguaje corporal de los demás. Cuando hablas con alguien, notas si la otra persona está inclinada hacia adelante o colgando hacia atrás, asintiendo con la cabeza de acuerdo o desacuerdo, mirándote atentamente o mirando hacia otro lado. Si tu oyente se encorva, inquieta o mira fijamente al espacio, interpretas estas señales no verbales como signos de incomodidad o aburrimiento. En las conversaciones cotidianas, las personas suelen comunicarse a través del lenguaje corporal sin darle mucho pensamiento consciente. Dominar este aspecto de la comunicación es un poco más desafiante, sin embargo, cuando estás dando una presentación. Como orador, estás en el escenario. No es fácil verte a ti mismo como tu audiencia te ve.

    Piensa en las veces que has formado parte de la audiencia de un orador. Probablemente hayas visto a algunos presentadores que parecían ser dueños de la sala, proyectando confianza y energía y conectando fácilmente con el público. Otros presentadores pueden haber parecido nerviosos, sombríos o desconectados. ¿Cómo hizo la diferencia el lenguaje corporal?

    Tres factores trabajan juntos poderosamente para transmitir un mensaje no verbal: contacto visual, postura y movimiento.

    Contacto visual y expresiones faciales

    “Mantener el contacto visual” es un consejo común para hablar en público, tan común que puede sonar elemental y clichéd. ¿Por qué ese simple consejo es tan difícil de seguir?

    Mantener el contacto visual puede no ser tan sencillo como parece. En la conversación cotidiana, las personas establecen contacto visual pero luego apartan la mirada de vez en cuando, porque mirar a los ojos de alguien continuamente se siente incómodamente intenso. Dos o tres personas conversando pueden establecer un patrón cómodo de contacto visual. Pero, ¿cómo logras eso cuando te diriges a un grupo?

    El truco es enfocarse en una persona a la vez. Céntrate en una persona, haz contacto visual y manténgalo el tiempo suficiente para establecer una conexión. (Unos segundos bastarán.) Después, seguir adelante. De esta manera, te conectas con tu audiencia, una persona a la vez. A medida que avanza, puede encontrar que algunas personas sostienen tu mirada y otras miran hacia otro lado rápidamente. Eso está bien, siempre y cuando te conectes con personas en diferentes partes de la habitación.

    Presta atención a tus expresiones faciales también. Si has pensado en cómo quieres transmitir emoción durante diferentes partes de tu presentación, probablemente ya estés monitoreando tus expresiones faciales mientras ensaya. Ten en cuenta que la presión de presentar puede hacer que tu expresión sea seria o tensa sin que te des cuenta.

    Tip

    Si estás hablando con un grupo muy grande, puede ser difícil hacer contacto visual con cada individuo. En cambio, concéntrese en un grupo más pequeño de personas o en una fila de personas a la vez. Mira en su dirección durante unos segundos y luego desplaza tu mirada hacia otro pequeño grupo en la habitación.

    Postura

    Si bien el contacto visual establece una conexión con tu audiencia, tu postura establece tu confianza. Párese derecho y alto con la cabeza en alto para proyectar confianza y autoridad. Encorvarse o caer, por otro lado, transmite timidez, incertidumbre o falta de interés en su propia presentación.

    No parecerá natural, pero practica tu postura frente a un espejo. Respira hondo y déjalo salir. Ponte de pie e imagina una línea recta que va desde los hombros hasta las caderas y los pies. Rocíe ligeramente hacia adelante y hacia atrás en las bolas de sus pies hasta que su peso se sienta equilibrado. No debes estar inclinado hacia adelante, hacia atrás, ni hacia ninguno de los lados. Deja que tus brazos y manos cuelguen flojamente a tus costados, relajados pero no flameados. Entonces levanta la barbilla ligeramente y mira a tus propios ojos. ¿Te sientes más seguro?

    Puede que aún no. De hecho, puede que te sientas demasiado cohibido o francamente tonto. Con el tiempo, sin embargo, mantener una buena postura vendrá de manera más natural, y mejorará tu efectividad como orador.

    Tip

    El nerviosismo afecta la postura. Cuando se siente tensa, la gente suele encorvarse los hombros sin darse cuenta. (Hacerlo solo los hace sentir aún más tensos y puede inhibir la respiración, lo que puede afectar su parto). Mientras ensaya, relaja los hombros para que no queden encorvados hacia adelante o empujados hacia atrás de manera poco natural. Párese recto pero no rígido. No trates de chuparte tu estómago ni empujes tu pecho de manera antinatural. No necesitas pararte como un oficial militar, solo una versión más segura de ti mismo.

    Movimiento y Gestos

    La última pieza del lenguaje corporal que ayuda a unir tu presentación es tu uso de gestos y movimiento. Un orador que apenas se mueve puede parecer de madera o carente de energía y emoción. El movimiento excesivo y los gestos, por otro lado, distraen. Esforzarse por el equilibrio.

    Un poco de movimiento puede hacer mucho para ayudarte a conectarte con tu audiencia y agregar energía a tu presentación. Intenta dar un paso adelante hacia tu audiencia en momentos clave en los que realmente quieres establecer esa conexión personal. Considera dónde podrías usar gestos como señalar, levantar la mano o mover las manos para enfatizar. Evite meter las manos en los bolsillos o sujetarlas delante o detrás de usted.

    escribir en el trabajo

    Cuando das una presentación en el trabajo, usar el atuendo adecuado puede ayudarte a sentirte más preparado y confiado. El atuendo adecuado también puede ayudarte a evitar hacer gestos que distraigan. Mientras hablas, no quieres estar tirándote de una corbata atada demasiado apretada o tambaleándose en zapatos endebles de tacón alto. Elige ropa que sea apropiadamente profesional y cómoda.

    Ejercicio\(\PageIndex{2}\)

    En este ejercicio, presenta la misma presentación oral del Ejercicio 1, pero esta vez, evalúa tu lenguaje corporal.

    1. Configura una cámara de video para grabarte, o pídele a otra persona que te evalúe.
    2. Ensayar y, en su caso, grabar su presentación.
    3. Reproduzca la grabación y evalúese (o haga que su compañero lo evalúe) según los siguientes criterios: contacto visual, expresiones faciales, postura, movimiento y gestos. Califícate de uno a cinco en cada criterio, siendo cinco la calificación más alta. Determina en qué áreas tienes fuerza y en qué áreas necesitas mejorar.

    Ensayando su presentación y haciendo los preparativos finales

    La práctica es esencial si quieres que tu presentación sea efectiva. Hablar frente a un grupo es una tarea complicada porque hay muchos componentes para estar al tanto: tus palabras, tus ayudas visuales, tu voz y tu lenguaje corporal. Si eres nuevo en hablar en público, la tarea puede parecer como hacer malabarismos con huevos mientras monta un monociclo. Con la experiencia, se vuelve más fácil, pero incluso los oradores experimentados se benefician de la práctica.

    Tómese el tiempo para ensayar su presentación más de una vez. Cada vez que lo atraviese, elija otro elemento para refinar. Por ejemplo, una vez que se sienta cómodo con el contenido verbal general, trabaje en la integración de sus imágenes. Entonces concéntrate en tu entrega vocal y tu lenguaje corporal. Múltiples sesiones de práctica te ayudarán a integrar todos estos componentes en una presentación fluida y efectiva.

    Practica frente a otra persona (o un grupo pequeño) al menos una vez. Practicar con una audiencia de prueba te ayudará a acostumbrarte a interactuar con otras personas mientras hablas, y te dará la oportunidad de obtener comentarios desde la perspectiva de otra persona. Tu audiencia te puede ayudar a identificar áreas para mejorar.

    Tan importante como identificar áreas de mejora, tu audiencia puede animarte a no ser demasiado duro contigo mismo. A la hora de prepararse para una presentación oral, muchas personas son sus peores críticos. Están hiperconscientes de cualquier defecto en su presentación, real o imaginario. Una audiencia de prueba puede proporcionar comentarios honestos de un observador neutral que puede brindar apoyo y crítica constructiva.

    Gestionar su entorno

    Parte de ser un buen presentador es administrar su entorno de manera efectiva. Tu entorno puede ser el espacio, los niveles de sonido y cualquier herramienta o equipo que uses. Toma en cuenta estos factores a medida que ensaya. Considera las siguientes preguntas:

    • ¿Tendrás suficiente espacio para moverte? Considera si podrías necesitar reorganizar las sillas o mesas de la habitación con anticipación.
    • ¿Tienes suficiente espacio para mostrar tus ayudas visuales? Si estás usando diapositivas, ¿dónde proyectarás las imágenes?
    • ¿Será necesario ajustar la iluminación de la sala para su presentación? Si es así, ¿dónde están ubicados los interruptores de luz? ¿Cómo se abren o cierran los revestimientos de ventanas?
    • ¿Tu audiencia podrá escucharte? ¿El ambiente tiene algún ruido que distraiga, como respiraderos de calefacción o refrigeración, tráfico exterior o equipos o máquinas ruidosos? Si es así, ¿cómo se puede minimizar el problema? ¿Necesitarás un micrófono?
    • ¿Tiene acceso a algún equipo técnico que necesite, como una computadora portátil, un proyector o un reproductor de CD o DVD? ¿Los enchufes eléctricos están convenientemente ubicados y son funcionales?

    Es posible que no puedas controlar todos los aspectos del entorno a tu gusto. No obstante, al pensar en el futuro, puedes aprovechar al máximo el espacio en el que tienes que trabajar. Si tienes oportunidad de ensayar en ese ambiente, hazlo.

    Involucrar a su audiencia: Planificación de una sesión de preguntas y respuestas

    Ensayar tu presentación te ayudará a sentirte seguro y en control. Los presentadores más efectivos no simplemente ensayan el contenido que entregarán. También piensan en cómo interactuarán con su audiencia y responderán de manera efectiva a los aportes de la audiencia.

    Una manera efectiva de interactuar es planificar una breve sesión de preguntas y respuestas (Q&A) para seguir su presentación. Reserva unos minutos de tu tiempo asignado para abordar las preguntas de la audiencia. Planee con anticipación. Intenta anticipar qué preguntas podría tener tu audiencia, para que puedas estar preparado para responderlas. Probablemente no tendrás tiempo suficiente para cubrir todo lo que sabes sobre el tema en tu presentación. Una sesión de preguntas y respuestas puede darte la oportunidad de llenar cualquier vacío para tu audiencia.

    Por último, acepta que interactuar con tu audiencia significa ir con la corriente y renunciar a un poco de tu control. Si alguien hace una pregunta que no estabas anticipando y no puedes responder, simplemente admite que no sabes y haz una nota para darle seguimiento.

    escribir en el trabajo

    Cada vez más, los empleados necesitan administrar un entorno virtual a la hora de dar presentaciones en el lugar de trabajo. Es posible que deba realizar un seminario web, una presentación en vivo, una reunión, un taller o una conferencia impartida a través de la web; ejecutar una sesión de chat de preguntas y respuestas en línea; o coordinar una llamada de conferencia que involucre múltiples zonas horarias.

    La preparación y el ensayo pueden ayudar a asegurar que una presentación virtual transcurra sin problemas. Complete una prueba de cualquier software que vaya a utilizar. Pídele a un compañero de trabajo que lo asista para asegurarse de que tanto usted como la audiencia tengan todas las herramientas necesarias y que las herramientas estén en buen estado. Asegúrese de tener la información de contacto de todos los asistentes clave a la reunión. Por último, saber a quién llamar si algo sale mal, y tener un plan de respaldo.

    Ejercicio\(\PageIndex{3}\)

    Si aún no has ensayado frente a un público, ahora es el momento. Pídale a un compañero (o a un pequeño grupo de personas) que observe su presentación, brinde una sesión de preguntas y respuestas y haga que su audiencia brinde comentarios sobre lo siguiente:

    • La calidad general de tu contenido (claridad, organización, nivel de detalle)
    • La efectividad de tus ayudas visuales
    • Tu entrega vocal (resonancia, enunciación, volumen, tono, ritmo y tono)
    • La efectividad de tu lenguaje corporal (contacto visual, expresiones faciales, postura, movimiento y gestos)
    • Tu respuesta a las preguntas que la audiencia planteó durante la sesión de preguntas y respuestas

    Usa los comentarios de tu audiencia para hacer cualquier ajuste final a tu presentación. Por ejemplo, ¿podría aclarar su presentación para reducir el número de preguntas o mejorar la calidad de las preguntas que la audiencia hizo durante la sesión de preguntas y respuestas?

    Hacer frente a la ansiedad de hablar en público

    Los consejos de este capítulo deberían ayudarte a reducir cualquier nerviosismo que puedas sentir por hablar en público. Aunque la mayoría de la gente está un poco ansiosa por hablar con un grupo, la tarea generalmente se vuelve menos intimidante con la experiencia y la práctica.

    La preparación y la práctica son las mejores defensas contra la ansiedad de hablar en público. Si has hecho un esfuerzo serio para prepararte y ensayar, puedes estar seguro de que tus esfuerzos darán sus frutos. Si aún te sientes tembloroso, prueba las siguientes estrategias:

    • Cuida tu salud. En los días previos a tu presentación, asegúrate de dormir lo suficiente y comer bien. Ejercicio para ayudar a sobrellevar la tensión. Evita la cafeína si te pone nervioso.
    • Usa técnicas de relajación como meditación, respiración profunda y estiramientos para ayudarte a sentirte tranquilo y enfocado el día de tu presentación.
    • Visualízate dando una presentación exitosa. Imagínate a ti mismo triunfando. Te hará sentir más seguro.
    • Poner las cosas en perspectiva. ¿Qué es lo peor que podría pasar si algo saliera mal? ¡Mucha gente ha dado presentaciones menos que perfectas y ha vivido para contarlo! Por supuesto, debes hacer tu mejor esfuerzo, pero si algo sale mal, puedes usarlo como una experiencia de aprendizaje.
    • Entiende que es posible que no puedas superar tu nerviosismo por completo. Sentirse un poco ansioso puede ayudarte a mantenerte alerta y concentrado. Si no te sientes seguro, trata de “fingirlo hasta que lo consigas”.
    Ejercicio\(\PageIndex{4}\)

    Para practicar la superación de la ansiedad de hablar en público, pídale a un familiar, compañero de trabajo o compañero que vea un ensayo de la presentación. Programe el ensayo a la hora que más te convenga y planea descansar lo suficiente la noche anterior. Después de la presentación, conteste las siguientes preguntas.

    1. ¿Cuándo te sentiste más nervioso durante la presentación? Toma nota en tu bosquejo de los momentos más nerviosos. Junto a esta nota, agrega una estrategia que pueda aliviar tu ansiedad. Por ejemplo, podrías agregar un recordatorio para relajarte, como “¡Respira hondo aquí!” o unas palabras de aliento, como: “¡Estás haciendo un gran trabajo!”
    2. Pide a tu audiencia de ensayo comentarios sobre qué momentos de la presentación te parecieron más estresantes. ¿Qué pistas no verbales o verbales indicaron a tu audiencia que estabas nervioso? ¿Cuáles fueron los que más distrajeron al público? Toma nota de estas pistas y vuelve a practicar la presentación; sé consciente de cómo muestras tu ansiedad e intenta disminuir estas distracciones.

    Claves para llevar

    • Entregar un discurso efectivo requiere prestar atención tanto a la entrega verbal como al lenguaje corporal.
    • Los buenos oradores ensayan su presentación y, si es necesario, obtienen comentarios de otros que les ayuden a refinar su presentación antes de entregarla.
    • Monitorear la propia entrega vocal implica prestar atención a la resonancia, enunciación, volumen, tono, ritmo y tono.
    • Monitorear el lenguaje corporal implica prestar atención al contacto visual, las expresiones faciales, la postura, el movimiento y los gestos.
    • Los buenos oradores planean con anticipación para ayudarlos a administrar la presentación de manera efectiva.

    14.3: Dar una presentación is shared under a CC BY-NC-SA 4.0 license and was authored, remixed, and/or curated by LibreTexts.