8: La Reforma Católica
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Los historiadores se han referido tradicionalmente a los grandes cambios que tuvieron lugar en la Iglesia Católica en respuesta a la Reforma Protestante como la “Contrarreforma”, un movimiento que fue esencialmente reaccionario. Más recientemente, sin embargo, los historiadores han llegado a reconocer que probablemente sea más preciso y útil ver este período de la historia de la iglesia como una Reforma Católica en sí misma, la culminación de las tendencias reformistas que habían estado presentes en la Iglesia durante siglos antes de que Martín Lutero pusiera en marcha a los protestantes romper con la Iglesia Romana.
Lutero, después de todo, no se había propuesto dividir a la Iglesia, sino a reformarla, de ahí el término mismo “Reforma”. Su posicionamiento radicalizó bastante rápido, sin embargo, y sí desafió abiertamente tanto al Papa como a la jerarquía de la Iglesia a los pocos años de la publicación de las 95 Tesis. Dicho esto, una de las razones por las que el luteranismo captó tan rápidamente fue que había un gran número de personas dentro de la Iglesia que habían luchado durante mucho tiempo por, o al menos esperaban, cambios significativos. Así, si bien la Reforma Católica comenzó como una reacción contra el protestantismo, culminó en la reforma de la propia Iglesia.
- 8.1: La reacción inicial
- El período inicial de la Reforma Católica, de aproximadamente 1540 a 1550, fue bastante moderado que tenía como objetivo traer a los protestantes de nuevo al redil. En cierto sentido, la noción misma de una ruptura permanente de Roma era difícil de concebir para muchas personas, ciertamente muchos sacerdotes. Después de alrededor de 1550, sin embargo, cuando quedó claro que la división era permanente, la Iglesia misma se volvió mucho más dura e intolerante.
- 8.2: La Inquisición y el Concilio de Trento
- El Papa Pablo III lanzó el movimiento “de línea dura” de la Reforma Católica. En 1542 aprobó la creación de una rama permanente de la Iglesia dedicada a mantener en jaque el protestantismo: el Santo Oficio, mejor conocido como la Inquisición. Él y los posteriores papas sostuvieron el Concilio de Trento, que tuvo lugar periódicamente entre 1545 y 1563. Ahí, funcionarios de la Iglesia debatieron todos los artículos y acusaciones que se habían formulado contra la Iglesia.
- 8.3: Los jesuitas
- Además de los edictos y consejos convocados por los papas, la Reforma Católica se benefició de un resurgimiento de las órdenes religiosas católicas. El nuevo orden religioso más importante, con mucho, fue la Compañía de Jesús, más conocida como los jesuitas. Los jesuitas fueron fundados por Ignacio de Loyola (1491 — 1556), una especie de contraparte católica de Lutero o Calvino, en 1540.
- 8.4: Efectos de la Reforma Católica
- La Reforma Católica estaba ocurriendo en serio hacia la década de 1530. la Iglesia adoptó el uso de la imprenta y comenzó a llegar tanto a sacerdotes como a laicos educados, a menudo en las lenguas vernáculas en lugar del latín (aunque, como se señaló anteriormente, la Biblia misma debía permanecer sin traducir). El nuevo fervor llevó a un resurgimiento de las órdenes religiosas centradas en llegar a la gente común en lugar de permanecer secuestradas del público en monasterios y conventos.
- 8.5: Conclusión
- Las líneas de batalla entre el protestantismo y el catolicismo se establecieron firmemente en la década de 1560. La Reforma Católica estableció la ortodoxia católica y lanzó una campaña masiva, y en gran parte exitosa, para reafirmar la lealtad y el entusiasmo de los laicos católicos. En tanto, los líderes protestantes estaban igualmente endurecidos en sus creencias e inculcaron activamente devoción y lealtad en sus seguidores.
Miniaturas: Consejo de Trento, pintura en el Museo del Palazzo del Buonconsiglio, Trento; CC BY-SA 3.0 Unported; Laurom vía Wikipedia).