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4.4: Patrocinio de temas “verdes ”- Concurso de Ensayo Juvenil 2009 del Banco Mundial

  • Page ID
    98700
    • Charles Bazerman, Chris Dean, Jessica Early, Karen Lunsford, Suzie Null, Paul Rogers, & Amanda Stansell
    • WAC Clearinghouse

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    Anne E. Porter

    Universidad de Michigan-Ann Arbor

    En las últimas décadas, los estudiosos de la escritura han subrayado las formas en que la escritura es facilitada y restringida por los actores sociales. Se ha demostrado que las llamadas obras “originales” llevan las huellas de la influencia intertextual, y se ha demostrado que una serie de convenciones retóricas, incluidas las del género, delimitan y habilitan la creatividad (Bawarshi, 2003). Cada texto está necesariamente influenciado por su contexto y, como nos recuerda Brandt (2001), los patrocinadores de la alfabetización suelen desempeñar un papel clave en la definición de los términos por los que escriben los escritores. En este capítulo, sugiero algunas de las formas en que un poderoso patrocinador de alfabetización coconstruye identificaciones específicas y formas de discurso.

    Brandt (2001) fue uno de los primeros en poner en primer plano el tema del patrocinio de la alfabetización entre composicionistas, sugiriendo que “es útil pensar en quién o qué sustenta ocasiones de alfabetización y uso” (p. 19). Brandt define a los patrocinadores de alfabetización como “cualquier agente, local o distante, concreto o abstracto, que habilite, apoye, enseñe y modele, además de reclutar, regular, suprimir o retener, la alfabetización y obtener ventaja de alguna manera” (p. 19). Mi análisis se centra en un concurso de ensayos patrocinado por el Banco Mundial, una gran institución crediticia multilateral que financia proyectos de desarrollo en todo el mundo. En este estudio, me enfoco en un evento particular de alfabetización, un concurso internacional de ensayos que cada año solicita y recibe ensayos de 18 a 25 años de todo el mundo. Me baso en la definición de Heath (2001) de un evento de alfabetización como “cualquier ocasión en la que un escrito es parte integral de la naturaleza de las interacciones de los participantes y sus procesos interpretativos” (p. 445). Utilizando métodos de análisis textual y retórico, describo (1) cómo el concurso provocó ciertos tipos de identificación y (2) cómo los ensayistas ganadores respondieron al prompt del problema/solución.

    El Banco Mundial como patrocinador de alfabetización

    En 2009, el Banco Mundial realizó un Concurso de Ensayo Juvenil, invitando a presentaciones sobre el tema “La próxima generación de emprendedores verdes”. Se invitó a jóvenes de todo el mundo —de 18 a 25 años— a enviar ensayos a través de la web en inglés, francés o español en respuesta a las siguientes preguntas: “¿Cómo te afecta el cambio climático?” y “¿Cómo se puede enfrentar el cambio climático a través de soluciones lideradas por jóvenes?” Casi 2 mil 500 jóvenes en edad universitaria de más de 150 países participaron en el concurso, y el 95% de ellos, según un informe disponible en la página web del Banco, provenían de países menos industrializados o “en desarrollo”. Los ocho ensayistas ganadores presentan testimonios conmovedores sobre cómo el cambio climático está afectando a sus comunidades y ofrecen ideas para abordar el problema. Este capítulo considera algunas de las formas en que sus respuestas fueron moldeadas y restringidas por el concurso “call” y prompt.

    El Banco Mundial puede aparecer en un principio como un patrocinador de alfabetización poco probable. El Banco no es un Banco en el sentido tradicional, aunque la mayor parte del dinero que presta proviene de bonos vendidos en los mercados financieros. En cambio, se trata de una gran organización crediticia cuasigubernamental, compuesta por 184 naciones miembros, cuya sede se encuentra en Washington, DC. El Banco se creó inicialmente después de la Segunda Guerra Mundial para financiar los esfuerzos de reconstrucción de la posguerra, pero, hoy en día, se ha convertido en uno de los prestamistas más importantes para los gobiernos del Sur Global. Si bien el Banco es quizás mejor conocido por sus grandes proyectos de infraestructura, en los últimos años se ha convertido en el “mayor financiador externo (no gubernamental) de la educación” (http://www.worldbank.org). Además, como explican Wickens y Sandlin (2007), recientemente “suplantó a la UNESCO... como principal agente de financiamiento para los programas internacionales de alfabetización” (p. 277).

    El Banco realizó su primer concurso de ensayos en 2004 y, cada año desde entonces, ha elegido un tema relacionado con el desarrollo social o económico. En 2009, el tema del concurso coincidió con los esfuerzos del Banco por abrazar la retórica del ecologismo. En una etnografía reciente del Banco, Goldman (2005) sostiene que el discurso ambiental ha jugado un papel cada vez más central en las relaciones públicas del Banco. Según Goldman, la “ecologización” del discurso del Banco parece haber apaciguado las preocupaciones de muchos de sus críticos más vocales. Goldman ve el “neoliberalismo verde” del Banco como una respuesta pragmática a las críticas que se le acecharon durante las décadas de 1980 y 90, cuando los manifestantes denunciaban el impacto punitivo de las políticas de ajuste estructural del Banco sobre los pobres. En el espacio de dos décadas, el discurso ambiental del Banco ha transformado la percepción pública del proyecto de desarrollo en uno que se cree compatible con las metas y fines del ambientalismo. Para Goldman, el “neoliberalismo verde” del Banco se refiere a un régimen discursivo que abarca no sólo prácticas textuales sino también todo un aparato de creación de conocimiento. Este “neoliberalismo verde” es evidente en el énfasis en el emprendimiento en la “convocatoria” al concurso, cuyo titular decía: “La próxima generación de emprendedores verdes”.

    Marco Teórico

    Abordé este análisis desde el punto de vista de la retórica constitutiva, una rama del estudio retórico que aborda los valores y supuestos que están incrustados tácitamente en el discurso. Las apelaciones constitutivas operan, como observa Burke (1969), no a nivel de lógica, sino a través de un sentimiento de “euforia en la que el público se siente como si no estuviera simplemente recibiendo, sino que participaba creativamente en la afirmación del poeta o del orador” (p. 58). Atender a las formas en que la retórica constituye subjetividades implica resaltar cómo sujetos particulares son interpelados por y a través de las prácticas sociales (Althusser, 1971) y cómo las políticas de identificación están operando en cualquier actuación retórica (Burke, 1969). Butler llama a esto la regulación de los sujetos a través de la regulación del “dominio de lo dicho” (p. 133); a través de rituales, hábitos y convenciones —incluidas las de género y narrativa—se patrocinan ciertos tipos de discursos, mientras que otros son disuadidos. Es precisamente esta tacitud, esta repetición, la que constituye el sujeto. Como explica Charland, el poder de la retórica constitutiva se basa “en su capacidad de cautivar a una audiencia, no abordando su facultad de razonamiento, sino transformando poéticamente su propia experiencia de ser” (p. 125). Desde esta perspectiva, los ensayistas en este concurso se vieron influenciados no sólo por este evento de alfabetización, sino por este evento en relación con otros múltiples actos de escritura, y a través de su experiencia del evento como competencia, también.

    Los concursos de ensayos han recibido poca atención en la literatura académica, a pesar de que muchas bibliotecas, escuelas, periódicos, organizaciones cívicas, sociedades literarias y grandes corporaciones patrocinan regularmente dichos concursos. Estos concursos suelen considerarse como ejercicios de construcción de personajes que fomentan la escritura sobre temas considerados de mérito cívico: temas de paz y diplomacia, coraje y liderazgo, o la conmemoración de una fecha o figura en la historia. A menudo, estos concursos establecen explícitamente metas relacionadas con la formación del carácter y suelen estar dirigidos a niños y adultos jóvenes en edad de secundaria o preparatoria. Hoy en día, el hecho de que estos concursos se realicen a través de la World Wide Web ha ampliado drásticamente su alcance y alcance potenciales.

    Métodos

    El conjunto de datos para este estudio consistió en la convocatoria de ensayo y aviso (ver Figura 1), así como los ocho ensayos ganadores y finalistas, los cuales estaban disponibles en línea. En este estudio, me basé en diversos métodos de análisis textual (Bazerman & Prior, 2004) y retórico (Selzer, 2004). Mi análisis de la convocatoria y el prompt implicó examinar las características lingüísticas de estos textos (por ejemplo, términos como “verde”, “juventud” o “empresarios”) para determinar cómo hicieron su atractivo retórico. También examiné aspectos del concurso que “hablaron” a audiencias particulares, como la invitación a presentar ensayos en inglés, español o francés. Al considerar quién pudo haber sido la audiencia para estas apelaciones, un informe resumido del Banco Mundial ofreció información demográfica sobre los participantes reales del concurso. También pude acceder en línea a otra información necesaria sobre el concurso en sí.

    Al estrechar mi enfoque para mi análisis de los ensayos, me basé en información contextual sobre la agenda de desarrollo del Banco, junto con mi análisis anterior de la llamada y pronta. Una de las características retóricas que se hizo evidente como resultado de este proceso fue la importancia de la estructura narrativa de dos partes del prompt. Esto me llevó a examinar la disposición de las ideas en los ocho ensayos principales para determinar si habían adoptado o no este formato implícito. Esto implicó crear un esquema para cada ensayo y registrar los números de página dedicados a cada sección del texto. Este análisis textual reveló que un formato de problema/solución de dos partes era evidente en todos los ensayos ganadores y finalistas. Cada ensayo contenía una sección en o cerca del inicio que contenía un elaborado testimonio sobre cómo el cambio climático estaba afectando a la comunidad del ensayista, así como una sección al final o cerca del final en la que cada ensayista ofrecía su solución propuesta. Estas dos secciones juntas conformaban el grueso de cada uno de estos papeles. Todas las ponencias variaban en longitud de siete a 16 páginas, pero en cada caso, la sección de soluciones era un poco más larga que la sección que trataba el problema. Características comunes como estas sugieren que, a pesar de las variaciones significativas en los ensayos, la influencia del prompt fue fuerte para convencer un formato de problema/solución en la respuesta de los ensayistas.

    Análisis Retórico del “Llamado”

    Los organizadores del concurso solicitaron ensayos bajo el siguiente rubro: “SE BUSCA: la Próxima Generación de 'Emprendedores Verdes'”. Este rubro, que apareció en negrita en la página web del Banco, realizó un trabajo constitutivo al colapsar las distinciones entre juventud, ecologismo y emprendimiento. Como sugiere Charland (2001), “la retórica constitutiva presume y afirma simultáneamente una identidad colectiva fundamental para su audiencia, ofrece una narrativa que demuestra esa identidad, y emite un llamado a actuar para afirmar esa identidad” (p. 125). Esta rúbrica probablemente captó la atención de los lectores universitarios que pueden haberse imaginado a sí mismos como adecuados para alguna combinación de: “próxima generación”, ambientalista y/o emprendedor. Las letras en mayúscula en “WANTED” podrían haber llamado a la mente un anuncio de trabajo o un cartel del oeste americano. Este conjunto de asociaciones podría haber sugerido un buscador de empleo, una personalidad “inconformista”, o ambas cosas. Responder a este llamado probablemente representó una afirmación de esta identidad “aclamada” y, en cierta medida, como aceptación de los términos dentro de los cuales se pudiera expresar esa identidad.

    El concurso invitó a presentaciones en línea en inglés, español o francés. Al hacerlo, el concurso apeló a los jóvenes que pudieron escribir en uno de los idiomas mundiales en los que se llevan a cabo los negocios cotidianos del Banco. Presumiblemente no “aclamado” por la convocatoria de presentaciones habrían sido aquellos sin acceso al capital cultural de la escolaridad, no alfabetizados en una lengua mundial, o del otro lado de la brecha digital. Tampoco “aclamados” —ni aclamados con menos frecuencia— parecían ser escritores de países sobredesarrollados o industrializados, representando solo el 5% de las presentaciones y uno de los ganadores. (Por cierto, en 2009, un ensayista de Australia ganó el primer lugar.)

    El Banco Mundial ofrece premios cada año por su competencia, y los ensayistas, muchos de los cuales son de países pobres, tienen un atractivo especialmente poderoso que motiva su participación. Incentivos como estos pueden ser poderosos para los escritores, independientemente de su perspectiva ideológica. El finalista de Camerún, por ejemplo, escribe conmovedoramente sobre sus luchas financieras: “Cuesta mucho obtener una educación universitaria en mi país. He tenido que luchar con esta realidad desde que obtuve mi Bachillerato”. Este escritor explica que, debido a su situación financiera, ha “tomado trabajos impares durante mis horas libres para ayudar a mi familia a cubrir una serie de gastos. Vendo revistas juveniles a jóvenes, doy clases de tutoría a estudiantes de secundaria, y muy a menudo manejo un 'call-box' en la universidad. En noviembre de 2007, un familiar me sugirió que condujera su taxi para ganar algo de dinero”, escribe este ensayista. Este ensayista habla de algunas de las realidades vividas que pueden haber influido en la motivación de algunos de estos escritores para competir. De esta manera, los premios ($3,000 para el primer lugar, $2,000 para el segundo lugar y $1,000 para el tercero) pueden haber brindado un fuerte incentivo para los escritores, no sólo por el cumplimiento de los requisitos del ensayo sino también por la lealtad a la institución patrocinadora. Como señala Brandt (2001) “[a] aunque los intereses del patrocinador y del apadrinado no tienen que converger (y de hecho, pueden entrar en conflicto), los patrocinadores, sin embargo, establecen los términos para el acceso a la alfabetización y ejercen poderosos incentivos para el cumplimiento y la lealtad (p. 19).

    Aspectos del evento en sí sugieren un conjunto preferido de atributos y valores para los encuestados. Al realizar este evento como una “competencia”, el Banco reforzó implícitamente el valor de la competitividad (en contraste con la colaboración o la cooperación). Este valor, que se cree que sustenta las filosofías del “libre mercado”, es congruente con la agenda neoliberal del Banco, que enfatiza la privatización y la desregulación. Como señalan los estudiosos de los estudios culturales críticos, el neoliberalismo implica no solo una agenda económica sino también un “estado de ánimo, una dinámica cultural, un tipo de personalidad emprendedora y un estado de derecho que penetra en las relaciones más íntimas que las personas tienen entre sí, aparatos estatales y sus ambientes naturales” (Goldman, 8). Así, el emprendimiento competitivo viene a representar una identidad u orientación social que exige que los individuos se controlen y evalúen a sí mismos con base en valores de productividad y autodisciplina (Petersen & O'Flynn 2007).

    Figura 1. Convocatoria de concurso y convocatoria para el Concurso de Ensayo Juvenil 2009 del Banco Mundial

    Al invitar a presentaciones sobre el tema del “emprendimiento verde”, el Banco estaba haciendo un llamado a los jóvenes que pudieran identificarse tanto con el sentido de sí mismos como ambientalistas como emprendedores. Adicionalmente, al hacer esta vinculación, el Banco alentó a estos ensayistas hacia una articulación particular del tema, una que vio al emprendimiento no solo compatible con el ambientalismo, sino como la solución preferida para el cambio climático. El ordenamiento de las preguntas, además, invitó a una estructura narrativa que se conformó a esta narración, una trayectoria de problema/solución que culminó en un modelo de negocio para salvar el planeta. Al estructurar la tarea de ensayo de esta manera, el Banco emitió un poderoso incentivo para que los encuestados escribieran la historia ambiental que deseaba contar.

    Análisis retórico del Prompt

    El aviso para el concurso de ensayos del Banco Mundial 2009 comienza con un breve párrafo que proporciona algunos antecedentes sobre el tema del cambio climático para posibles ensayistas. Muchas indicaciones de ensayo contienen un prefacio de este tipo, que suele ser breve, pero proporciona un telón de fondo para la pregunta que sigue. La primera frase de esta declaración, que estaba cursiva en el original, decía lo siguiente:

    El cambio climático ha sido identificado como una de las mayores amenazas globales de nuestro tiempo. Los científicos coinciden en que el calentamiento global y los fenómenos climáticos extremos pueden atribuirse cada vez más a la actividad humana, en particular, las fuertes emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, resultantes de los procesos industriales.

    Ante los debates que aún rodean el tema, esta afirmación es notable por su reconocimiento en 2009 de que “los científicos coinciden” no solo en que el cambio climático es real sino que también ha sido identificado como una de las “mayores amenazas globales de nuestro tiempo”. También es notable, dada la renuencia de algunos a reconocer el calentamiento antropogénico, el reconocimiento explícito por parte del Banco Mundial de que los “procesos industriales” han jugado un papel decisivo. Al mismo tiempo, el uso de la voz pasiva (se ha identificado, puede atribuirse) implica que la postura del autor no es clara. Además, el problema de atribuir causalidad a “fenómenos climáticos extremos” se hace evidente en la cláusula que califica de “actividad humana”. Si bien la frase en última instancia atribuye causalidad a “emisión pesada de gases de efecto invernadero... resultantes de procesos industriales”, esta cadena de calificadores deja indeterminada la relación entre “actividad humana” y “procesos industriales”. Además, las industrias precisas, los procesos y las regiones geográficas más responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero permanecen sin nombre. Tales instancias de indeterminación retórica dejan innecesariamente vagas las cuestiones de responsabilidad.

    Continúa la declaración, sugiriendo que

    s] soluciones a esos problemas acuciantes podrían estar en la “economía verde” de rápido crecimiento: empresas ambientalmente sustentables, innovaciones tecnológicas (nuevas fuentes de energía limpia y renovable), medidas de eficiencia energética, incentivos económicos para elecciones bajas en carbono, etc.

    El uso de “podría” en esta frase sugiere un modesto reconocimiento de que las soluciones podrían no estar en absoluto en la “economía verde”. Incluso sugiere cierta humildad y esperanza ante estos “problemas apremiantes”. Y si bien se basa en el lenguaje de los negocios para postular diversos ejemplos de posibles “soluciones” —que van desde “empresa sustentable” hasta “innovaciones tecnológicas” y “incentivos económicos ”— su presentación como una especie de lista de lluvia de ideas sugiere que los diseñadores de la pregunta no estaban atados a ninguna particular uno de estos. Al mismo tiempo, el requisito de que la solución sea una solución de “economía verde” está fuertemente implícito.

    El párrafo termina con la pregunta: “¿Cómo pueden contribuir los jóvenes?” Esta pregunta tiene el tono positivo de consultar a los jóvenes y fomentar su participación en la resolución de problemas. Como cualquier buena pregunta de ensayo, podría argumentarse, este párrafo termina de una manera que hace que la pregunta sea relevante para jóvenes de 18 a 25 años, e involucra su motivación para escribir. Esta pregunta se hace eco de un tema que ha recorrido todos los concursos desde 2004 cuando comenzaron: todos los concursos se han centrado en la iniciativa de los jóvenes y su propiedad compartida de los difíciles problemas que enfrenta la sociedad. En su primer concurso, por ejemplo, el Banco solicitó presentaciones sobre “Reducción radical de la pobreza mundial”. Y, en 2011, los ensayistas escribieron sobre el tema de “Migración Juvenil”. Por un lado, esta retórica de “poseer los problemas” sugiere que los jóvenes en edad universitaria tienen la responsabilidad de demostrar liderazgo. Por otra parte, puede tener el efecto involuntario de culpar a la víctima: a los jóvenes se les acusa de aceptar la responsabilidad de los complejos problemas que generaciones anteriores han creado y que no han podido o no han querido resolver.

    La dificultad de este posicionamiento es evidente en el ensayo del finalista de Camerún. Este escritor comienza con un testimonio escalofriante sobre las inundaciones sin precedentes que están afectando a su comunidad, relatando cómo “[f] looding se ha convertido en la difícil situación cotidiana de mi familia y de los vecinos de mi barrio”. “La gente ha dejado de hacer un seguimiento de los casos”, dice, al relatar la pérdida de vidas y el aumento de enfermedades transmitidas por el agua resultantes de lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra. Pero el ensayista adopta un tono confesional al culparse por su contribución al cambio climático. Explica los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente del “combustible zoa-zoa, una mezcla de gas y petróleo” comprado a bajo costo en el mercado negro y utilizado por los taxistas de su ciudad de Yaundé. Este escritor describe el fuerte sentido de culpa que lleva por haber participado en esta práctica. Como taxista que ha recurrido al uso del zoa-zoa, cuenta cómo por primera vez “se encontró con el mapa del calentamiento global en Internet.... El testimonio que lo acompañaba me envió escalofríos en la columna vertebral. Me di cuenta de la medida en que soy completamente vulnerable al cambio climático y hasta qué punto asumo la responsabilidad del mismo.... Desde entonces, me prometí a mí mismo que si podía reconocer mi culpabilidad, entonces también podría revertir la tendencia”. El lazo en el que se encuentra este ensayista se ve exacerbado por el uso del discurso en segunda persona y el énfasis en la pregunta número dos, que podría parafrasearse como “¿Qué se puede hacer para combatir el calentamiento global?” Este ensayista pudo haber percibido la dirección directa del pronto como implicando responsabilidad o señalándolo personalmente por culpa.

    Estructura de problemas/soluciones de la solicitud

    El aviso dice: “El Concurso de Ensayos 2009 invita a los jóvenes a compartir ideas sobre: ¿Cómo te afecta el cambio climático? ¿Cómo se puede abordar el cambio climático a través de soluciones lideradas por jóvenes?” (negrita en original) Estas preguntas se detallan brevemente en las instrucciones que siguen, que recuerdan al encuestado a “Por favor, responda ambas preguntas”. Este breve recordatorio introduce implícitamente una estructura narrativa de dos partes que sirve como una señal sobre lo que se valorará en las respuestas. Se pide a los ensayistas que consideren: “¿Cómo te afecta el cambio climático a ti, a tu país, pueblo o comunidad local?” Y “¿Qué puedes hacer, trabajando en conjunto con tus compañeros, para abordar el problema del cambio climático en tu país, pueblo o comunidad local?”

    Este ordenamiento narrativo no solo sirve para estructurar las respuestas, sino que también prepara a los encuestados para que se identifiquen con el marco dado. Como sugiere Goldman, la ecologización de la reputación del Banco requiere, hasta cierto punto, escuchar a los constituyentes globales que tienen conocimiento de primera mano de las realidades de la devastación ambiental. La primera pregunta contiene un reconocimiento de que el cambio climático es real, y acepta esta premisa como su punto de partida. Con esta movida, el Banco es capaz de desarticularse de quienes negarían el cambio climático y sentarían las bases para una identificación con el ambientalismo. Al mismo tiempo, es la segunda cuestión la que pone ciertos límites a ese ambientalismo. Estos son límites a los que, dada la aquiescencia del Banco en primera instancia, es más probable que el grupo interpelado esté predispuesto.

    El panel de expertos que juzgó los ensayos incluyó a un representante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno del Banco Mundial y seis representantes de ONG internacionales enfocadas en temas de liderazgo y desarrollo juvenil: Foro de Liderazgo Africano, Foro Estudiantil AIESEC, The Glocal Foro, Junior Achievement Worldwide, AIESEC International y Conciencia Association (de Argentina). Cuando el panel de expertos se reunió para seleccionar a los ganadores del concurso, otorgaron el primer premio de $3,000 a un joven ensayista de Australia que escribió un “Blueprint for Green Schools”. El ensayista del segundo lugar, que ganó 2.000 dólares, era de México, y escribió en “Las repercusiones del cambio climático en el pueblo rarámuri”. El tercer lugar, con un premio de $1,000, fue para un ensayista de Ghana, quien ofreció soluciones verdes a nivel comunitario, nacional e internacional. Presumiblemente, cada uno de estos ensayos ganadores demostró una adhesión exitosa a los “Criterios de Selección” anunciados por los jueces, quienes evaluaron los ensayos a partir de “su estructura y coherencia, originalidad y creatividad y el uso de propuestas/ejemplos reflexivos y concretos”. Pero, como se sugiere en el siguiente análisis, su encuadre narrativo se ajustaba adicionalmente al orden sugerido por el prompt.

    Análisis Textual de los Ensayos

    Formato de problema/solución de los ensayos

    Debido a que mi análisis retórico del prompt sugirió que la estructura de dos partes pudo haber jugado un papel importante en el encuadre de la pregunta del ensayo, mi análisis de los ensayos analizó la disposición secuencial de las ideas. Grabé los números de página dedicados a cada sección del texto y busqué determinar si el “cambio climático” se identificó explícitamente como el foco de la primera parte (problema) de cada ensayo. Adicionalmente, busqué determinar si las “soluciones” eran el foco explícito al final del ensayo. Este análisis reveló que todos los ensayos identificaron explícitamente el “cambio climático” como el problema, junto con una serie de temas ambientales relacionados (deforestación, emisiones de carbono, contaminación y desarrollo industrial, por ejemplo). Estas secciones, en todos los casos, aparecieron en o cerca del inicio de cada ensayo. Adicionalmente, todos los ensayos identificaron soluciones en secciones más largas que llegaron al final o cerca del final. La Tabla 2 proporciona citas clave de cada sección y números de página que demuestran cómo cada sección problemática apareció secuencialmente antes de la solución propuesta.

    Tabla 1: Formato de problema/solución de los ensayos

    Aunque todas las descripciones del cambio climático como problema tenían sus propios énfasis regional o geográfico, y algunas de estas descripciones fueron precedidas por una página de título, esquema, resumen, prefacio o resumen, todos estos ensayos ubicaron sus descripciones del cambio climático como el problema cercano o en el inicio del ensayo. Cada una de estas descripciones, adicionalmente, varió de dos a cuatro páginas de longitud y apareció secuencialmente antes de las soluciones propuestas por el autor. En tres casos, estas secciones fueron separadas por breves secciones transitorias en las que el autor describió el papel de la juventud en las iniciativas verdes, en general, o reflexionó sobre el trabajo de campo, por ejemplo. Pero en todos los ocho ensayos ganadores y finalistas, la descripción detallada del problema del cambio climático apareció antes de las secciones dedicadas explícitamente a las soluciones. En las secciones de solución, el grado de elaboración varía, pero todas las secciones de soluciones varían en longitud de tres a siete páginas.

    Descripción del Problema: Cambio Climático

    Cada uno de los ensayos comienza con descripciones detalladas y a menudo conmovedoras basadas en la propia investigación del autor sobre cómo el cambio climático está afectando a su país o localidad. El ganador del primer lugar, por ejemplo, escribe sobre “feroces incendios forestales”, “inundaciones repentinas y mareas reales” que han destruido municipios enteros y han convertido a “el norte del Estado de Queensland en una zona de desastre oficialmente declarada”. Ella explica que su país, Australia, es “el continente habitado más seco de la tierra y por lo tanto es particularmente vulnerable a los efectos negativos del cambio climático”. El ganador del segundo lugar, también, describe el impacto del cambio climático en su país. Comienza explicando que el 60% de las familias que visitó en la comunidad indígena de Huiyochi en la Sierra Tarahumara se han visto afectadas por un aumento general de la temperatura, deforestación, sequía y tierras agrícolas áridas. Muchos de ellos tuvieron que abandonar tierras ancestrales y encontrar trabajos no calificados, pocos de los cuales están disponibles. Como él lo expresa, “Los efectos del cambio climático no son sólo el cambio en el medio ambiente, sino también las graves repercusiones sociales. Algunos de los impactos incluyen la migración, la desnutrición y el narcotráfico”.

    El ganador del tercer lugar escribe sobre su experiencia como voluntario con los esfuerzos de socorro en Ghana, luego de un período de severas inundaciones causadas por condiciones climáticas inusuales. Escribe sobre las malas condiciones en los hospitales, de las comunidades afectadas por la falta de electricidad, escasez de alimentos y agua, y cólera. Este escritor realizó entrevistas y encuestas y escribe: “Un caballero al que entrevisté dijo que antes, era bueno estar de vuelta a casa en su pueblo pero ahora, las condiciones climáticas no favorecen la agricultura...”. Cada uno de los ensayistas procede de esta manera, ofreciendo testimonio del cambio climático desde su perspectiva única. Entonces, cada ensayista ofrece una propuesta para abordar el problema, siguiendo la secuencia implícita en el impulso, que consistió en dos preguntas consecutivas y parecía implicar una trayectoria narrativa que culminaba en soluciones “lideradas por jóvenes”, “verdes” y/o “emprendedoras”. Estas soluciones, como indica la tercera columna del Cuadro 1, variaron desde “escuelas verdes” hasta huertos biointensivos y campañas de concientización pública.

    Resultados

    Este estudio sugiere que, en el concurso de 2009, la influencia del prompt fue fuerte para persuadir ciertas identificaciones y formas de discurso. Como hemos visto, la convocatoria del concurso y el prompt incentivaron identificaciones “emprendedoras verdes”, y, en sus respuestas, todos los ensayistas retomaron el formato implícito de problema/solución del prompt. Al mismo tiempo, sin embargo, sería apresurado concluir que el Banco Mundial determinaba o dictaba por completo el contenido ideológico de los ensayos. Si bien aquí no tengo el espacio para informar sobre mi análisis de los ensayos estudiantiles, varios sí se apartaron de soluciones “lideradas por jóvenes”, “verdes” y/o “emprendedoras”. Así, si bien la influencia de un patrocinador de alfabetización puede ser fuerte en identificaciones particulares convincentes y formatos genéricos, sería inexacto concluir que esta influencia fue igualmente decisiva para determinar el contenido.

    Discusión

    Como sugiere este análisis, los concursos de ensayos comprenden un sitio productivo para analizar la fuerza de conformación del género, el patrocinio de la alfabetización y la interpelación ideológica. Los escritores componen y están compuestos a través de sus prácticas de alfabetización, y una de las principales formas por las que se constituyen los sujetos es a través del funcionamiento del género. Como sugiere Miller (1984), todos los géneros deben verse en relación con sus motivos sociales integrados colectivamente. También se pueden ver los géneros, como sugieren Berkenkotter y Huckin (1995), como herramientas de cognición social o distribuida. Los géneros enfocan la atención de los escritores y, al hacerlo, dan forma a las subjetividades y epistemologías de los escritores. Por lo tanto, los escritores se encuentran con el poder de conformación del género en numerosos contextos para escribir, no solo para concursos de ensayos. Como insiste Bawarshi (2003), “[g] enres se definen tanto por las acciones que ayudan a realizar a los individuos como por los deseos y subjetividades que ayudan a organizar” (p. 78). Los géneros coconstituyen el tema, así como participan en la construcción de la posicionalidad del escritor en relación con el tema en cuestión. Como hemos visto, la influencia que los patrocinadores pueden ejercer en la determinación de estos aspectos de la tarea de redacción puede ser significativa.

    Uno de los aspectos destacables del concurso de ensayos de 2009 fue que el Banco Mundial proporcionó un foro necesario para un género emergente: el testimonio sobre el cambio climático. Al mismo tiempo, este género emergente quedó incrustado dentro de una estructura narrativa más amplia: la del formato problema/solución. Si bien los formatos de problema/solución no son intrínsecamente motivo de preocupación, vale la pena señalar que Li (2009) ha señalado varios problemas con este formato en la práctica de escribir Declaraciones de Impacto Ambiental, que desde 1989 se han convertido en “un requisito para todos los proyectos financiados por el Banco Mundial” (p. 222). Aquí vale la pena señalar que Carolyn Miller expresó dudas similares sobre las declaraciones de impacto ambiental en su conocido artículo (1984), “El género como acción social”. Una de las consecuencias de documentar el impacto ambiental ha sido mantener la evaluación de riesgos ambientales “manejable”. (Li, 2009; Goldman 2005). Como nos recuerda Li, “mientras sean riesgos “manejables”, no son un impedimento para... el desarrollo” (p. 228).

    Entre los temas que complican la efectividad del proceso de evaluación ambiental, Li encuentra, están los requisitos del propio formato. Por definición, la Evaluación de Impacto Ambiental requiere que para cada riesgo identificado, se articule una solución. Además, estas soluciones están limitadas por el hecho de que los estudios son realizados por las mismas entidades que tienen un interés personal en que estos proyectos salgan adelante. El estudio de Li sobre el proceso en el caso de una propuesta de expansión de la minería en Perú demuestra que estos conflictos de interés pueden llevar a ignorar los riesgos ambientales y de salud a largo plazo. Su descripción de los problemas potenciales con este formato de problema/solución sugiere que debemos estar atentos a sus limitaciones. Adicionalmente, las similitudes formales entre las declaraciones de impacto ambiental y los ensayos generados en el Concurso del Banco Mundial sugieren algunas de las formas en que los escritores pueden ser inducidos tácitamente a formas de saber avaladas por el Banco.

    Conclusión

    En conclusión, este análisis subraya la necesidad de que quienes patrocinan o diseñan tareas de escritura reflexionen cuidadosamente sobre los supuestos ideológicos y epistemológicos que sustentan esas tareas. Entonces, también, los escritores (y quienes confían en el conocimiento que producen) deben atender críticamente a los supuestos implícitos en una tarea. Tal reflexión es necesaria porque las tareas de escritura influyen no solo en nuestras formas de pensar sino también en nuestras propias identidades, nuestras formas de conocer y nuestras formas de sentir, percibir y actuar en el mundo. En el concurso de ensayos del Banco Mundial de 2009, se animó a los encuestados a identificarse como la “Próxima Generación de Emprendedores Verdes” y a contar una historia que planteara soluciones emprendedoras al problema del cambio climático. Si bien cualquier impulso de este tipo hacia una identidad o narrativa particular merece nuestro examen minucioso, en el caso de un financiador internacional de programas de alfabetización y desarrollo, es especialmente urgente que consideremos las dimensiones transnacionales, políticas y ecológicas de esta influencia.

    Referencias

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