17.6: Galvanoplastia
( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\)
Una importante aplicación industrial de la electrólisis es el chapado de un metal sobre otro. Un ejemplo típico es el parachoques de un automóvil. Esta está hecha de acero y luego chapada con una fina capa de cromo para que sea resistente a la oxidación y al rayado. Muchos otros objetos metálicos, como alfileres, tornillos, correas de reloj y pomos de puerta, están hechos de un metal con otro chapado en la superficie.
Una celda de galvanoplastia funciona de la misma manera que la celda utilizada para purificar el cobre. El objeto que se va a chapar se usa como cátodo, y el electrolito contiene algún compuesto iónico del metal que se va a chapar. A medida que fluye la corriente, este compuesto se reduce al metal y se deposita en la superficie del cátodo. En el cromado, por ejemplo, el electrolito suele ser una solución de dicromato de potasio, K 2 Cr 2 O 7, en ácido sulfúrico bastante concentrado. En esta solución muy ácida los iones CrO 7 2— están completamente protonados, por lo que la media ecuación de reducción es
H2Cr2O7(aq)+12H+(aq)+12e−→2Cr(s)+7 H2O(l)
Otros metales que a menudo son galvanizados son plata, níquel, estaño y zinc.
En el caso de la plata el electrolito debe contener el ion poliatómico Ag (CN) 2 — en lugar de Ag +. De lo contrario, la plata sólida se depositará como cristales dentados en lugar de una capa uniforme brillante.