Etapa Cinco: Experimentación Activa de Pequeños Científicos (12 a 18 meses)

Los bebés de un año a 18 meses de edad participan más activamente en la experimentación para aprender sobre el mundo físico. La gravedad se aprende vertiendo agua de una taza o empujando cuencos de sillas altas. El cuidador trata de ayudar al niño recogiéndolo de nuevo y colocándolo en la bandeja. ¿Y qué pasa? ¡Otro experimento! El niño vuelve a sacarlo de la bandeja provocando que se caiga y ¡el cuidador lo recoja de nuevo! Un examen más detenido de esta etapa hace que realmente apreciemos cuánto aprendizaje está sucediendo en este momento y cuántas cosas llegamos a dar por sentadas deben aprenderse realmente. Recuerdo entregarle a mis hijas (que tienen una edad cercana) cuando ambas estaban sentadas en el asiento trasero del auto un pequeño recipiente de dulces. Lucharon por mover las piezas hacia arriba y fuera de la cajita y se frustraron cuando sus dedos perdían el agarre de las golosinas antes de que se las maquillaran y salieran de la parte superior de las cajas. ¡Todavía no habían aprendido a simplemente usar la gravedad y darle la vuelta a la caja en sus manos! Este es un momento maravilloso y desordenado de experimentación y la mayor parte del aprendizaje ocurre por ensayo y error.

Etapa Seis: Representaciones Mentales (18 meses a 2 años de edad)

El niño ahora es capaz de resolver problemas usando estrategias mentales, recordar algo escuchado días antes y repetirlo, participar en juegos simulados y encontrar objetos que se han movido incluso cuando están fuera de la vista. Tomemos por ejemplo, el niño que está arriba en una habitación con la puerta cerrada, supuestamente tomando una siesta. El pomo de la puerta tiene un dispositivo de seguridad que hace imposible que el niño gire la perilla. Después de intentar varias veces en vano empujar la puerta o girar el pomo de la puerta, el niño lleva a cabo una estrategia mental para abrir la puerta: ¡llama a la puerta! Obviamente, esta es una técnica aprendida de la experiencia pasada de escuchar un golpe en la puerta y observar a alguien abrirla. El niño ahora está mejor equipado con estrategias mentales para la resolución de problemas. Este movimiento inicial desde el enfoque “práctico” para conocer el mundo al mundo más mental de la etapa seis marcó la transición a la inteligencia preoperativa que discutiremos en la siguiente lección. Parte de esta etapa implica aprender a usar el lenguaje.