Saltar al contenido principal
LibreTexts Español

4.2: Maduración cerebral

  • Page ID
    137203
  • \( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \) \( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)\(\newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\) \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\) \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\) \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \(\newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\) \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\) \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\) \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)\(\newcommand{\AA}{\unicode[.8,0]{x212B}}\)

    Peso cerebral: El cerebro es alrededor del 75 por ciento de su peso adulto a los tres años de edad. A los 6 años, es al 95 por ciento su peso adulto (Lenroot & Giedd, 2006). La mielinización y el desarrollo de dendritas continúan ocurriendo en la corteza y como lo hace, vemos un cambio correspondiente en lo que el niño es capaz de hacer. Un mayor desarrollo en la corteza prefrontal, el área del cerebro detrás de la frente que nos ayuda a pensar, elaborar estrategias y controlar la atención y la emoción, hace cada vez más posible inhibir los arrebatos emocionales y entender cómo jugar. Comprender el juego, pensar en el futuro y coordinar el movimiento mejoran con la práctica y la mielinización.

    Crecimiento en los Hemisferios y Corpus Calloso: Entre los 3 y 6 años, el hemisferio izquierdo del cerebro crece dramáticamente. Este lado del cerebro o hemisferio suele estar involucrado en las habilidades del lenguaje. El hemisferio derecho continúa creciendo a lo largo de la primera infancia y está involucrado en tareas que requieren habilidades espaciales, como reconocer formas y patrones. El Corpus Calloso, una densa banda de fibras que conecta los dos hemisferios del cerebro, contiene aproximadamente 200 millones de fibras nerviosas que conectan los hemisferios (Kolb & Whishaw, 2011). El cuerpo calloso se ilustra en la Figura 4.2.

    Screen Shot 2019-01-15 a las 12.20.01 PM.png
    Figura 4.2: Cuerpo calloso. Fuente.

    El cuerpo calloso se localiza a un par de pulgadas por debajo de la fisura longitudinal, que recorre a lo largo del cerebro y separa los dos hemisferios cerebrales (Garrett, 2015). Debido a que los dos hemisferios realizan diferentes funciones, se comunican entre sí e integran sus actividades a través del cuerpo calloso. Adicionalmente, debido a que la información entrante se dirige hacia un hemisferio, como la información visual del ojo izquierdo que se dirige al hemisferio derecho, el cuerpo calloso comparte esta información con el otro hemisferio.

    El cuerpo calloso sufre un brote de crecimiento entre los 3 y 6 años, lo que da como resultado una mejor coordinación entre las tareas del hemisferio derecho e izquierdo. Por ejemplo, en comparación con otros individuos, los niños menores de 6 años demuestran dificultad para coordinar un juguete Etch A Sketch porque su cuerpo calloso no está lo suficientemente desarrollado como para integrar los movimientos de ambas manos (Kalat, 2016).

    Neuroplasticidad: El control de algunas funciones corporales específicas, como el movimiento, la visión y la audición, se realiza en áreas específicas de la corteza, y si estas áreas están dañadas, el individuo probablemente perderá la capacidad de realizar la función correspondiente. Por ejemplo, si un bebé sufre daños en las áreas de reconocimiento facial en el lóbulo temporal, es probable que nunca pueda reconocer rostros (Farah, Rabinowitz, Quinn, & Liu, 2000). Por otro lado, el cerebro no está dividido de una manera totalmente rígida. Las neuronas del cerebro tienen una notable capacidad de reorganizarse y extenderse para llevar a cabo funciones particulares en respuesta a las necesidades del organismo, y para reparar daños. Como resultado, el cerebro crea constantemente nuevas rutas de comunicación neuronal y vuelve a conectar las existentes. La neuroplasticidad se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar su estructura y función en respuesta a la experiencia o al daño. La neuroplasticidad nos permite aprender y recordar cosas nuevas y adaptarnos a nuevas experiencias. Nuestros cerebros son los más “plásticos” cuando somos niños pequeños, ya que es durante este tiempo que aprendemos más sobre nuestro entorno. Por otro lado, la neuroplasticidad continúa observándose incluso en adultos (Kolb & Fantie, 1989).


    This page titled 4.2: Maduración cerebral is shared under a CC BY-NC-SA license and was authored, remixed, and/or curated by Martha Lally and Suzanne Valentine-French.