Según la Academia Americana de Psiquiatría (2018),
La mayoría de los niños se comportan bien o se vuelven disruptivos o desafiantes a veces. Los trastornos disruptivos y de conducta, sin embargo, involucran comportamientos mucho más severos y de mayor duración que los episodios típicos de corta duración. Los trastornos disruptivos, de control de impulsos y de conducta se refieren a un grupo de trastornos que incluyen el trastorno desafiante de oposición, el trastorno de conducta, el trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía y la pirumania. Estos trastornos pueden hacer que las personas se comporten enojada o agresivamente hacia las personas o la propiedad. Pueden tener dificultades para controlar sus emociones y su comportamiento y pueden romper reglas o leyes. Se estima que el 6 por ciento de los niños se ven afectados por un trastorno desafiante oposicional o trastorno de conducta. 68
Trastorno Oposicional Desafiante (ODD): Existe un patrón recurrente de comportamiento negativo, desafiante, desobediente y hostil hacia figuras de autoridad. Es importante recordar que esto es hacia las figuras de autoridad y no de sus pares. Esto ocurre fuera de los niveles normales de desarrollo y conduce a un deterioro en el funcionamiento (Lack, 2010). 69
Trastorno de Conducta (CD): Niños con Trastorno de Conducta (CD) muestran actos de agresión hacia otros y animales. Los niños con trastorno de conducta (CD) suelen mostrar poca o ninguna compasión o preocupación por los demás o sus sentimientos. También, la preocupación por el bienestar de los demás está en un mínimo. Los niños también perciben las acciones e intenciones de los demás como más dañinas y amenazantes de lo que realmente son y responden con lo que sienten que es una agresión razonable y justificada. Pueden carecer de sentimientos de culpa o remordimiento. Dado que estos individuos aprenden que expresar culpabilidad o remordimiento puede ayudar a evitar o disminuir el castigo, puede ser difícil evaluar cuando su culpa o remordimiento es genuino. Los individuos también intentarán culpar a otros por las malas acciones que habían cometido.
Los niños con trastornos de conducta (EC) tienden a tener niveles más bajos de autoestima. Los niños diagnosticados con trastornos de conducta (EC) suelen caracterizarse por ser fácilmente irritables y a menudo imprudentes, además de tener muchas rabietas a pesar de su proyectada imagen “dura” retratada ante la sociedad. El trastorno de conducta (EC) a menudo acompaña el inicio temprano de la conducta sexual, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el consumo de drogas ilegales y los actos imprudentes El consumo ilegal de drogas puede aumentar el riesgo de que el trastorno persista. El trastorno puede llevar a suspensión o expulsión escolar, problemas en el trabajo, dificultades legales, ETS, embarazo no planificado y lesiones por peleas o accidentes. La ideación y los intentos suicidas ocurren a un ritmo mayor de lo esperado. 71