La evaluación de los niños en entornos de educación infantil es un proceso continuo de utilización de observaciones y otras pruebas para emitir juicios sobre el desarrollo y aprendizaje de los niños. El propósito de la evaluación regular a través de un proceso de documentación y evaluación es permitir una planeación receptiva, bien pensada a largo y corto plazo para promover el crecimiento, desarrollo y aprendizaje óptimos para todos los niños del programa.
Enfoques de evaluación que sean cultural y lingüísticamente relevantes y respondan a las capacidades sociales, físicas e intelectuales reconocerán las habilidades y fortalezas de los niños y les permitirán demostrar competencia. La evaluación, cuando se realiza en colaboración con niños, puede apoyarlos y empoderarlos para que se vean a sí mismos como capaces y fomentar la independencia y la iniciativa.
Cuando los educadores reflexionan sobre su papel en la vida de los niños reflexionan sobre sus propios puntos de vista y comprensión de la teoría, la investigación y la práctica para enfocarse en:
las experiencias y entornos que proporcionan y cómo eso se vincula con los resultados previstos
la medida en que conocen y valoran los conocimientos culturalmente específicos sobre los niños que están incrustados dentro de la comunidad en la que trabajan
oportunidades de cada niño en el contexto de sus familias, dibujando perspectivas familiares, entendimientos, experiencias y expectativas
las oportunidades que se basan en lo que los niños ya saben y lo que aportan al entorno de atención en edad escolar
evidencia de que las experiencias ofrecidas son inclusivas para todos los niños y culturalmente apropiadas
no hacer suposiciones sobre el desarrollo de los niños o establecer expectativas más bajas para algunos niños debido a sesgos no reconocidos
incorporando prácticas pedagógicas que reflejen el conocimiento de diversas perspectivas y contribuyan al bienestar de los niños y al aprendizaje exitoso
si hay experiencias suficientemente desafiantes para todos los niños
la evidencia que demuestra que los niños se sienten seguros y están comprometidos
cómo pueden ampliar la gama de formas en que interrogan y reflexionan para hacer que la evaluación sea más rica y útil.
Este proceso de evaluación reflexiva puede conducir a una programación de educación infantil de calidad que apoye el desarrollo óptimo de cada niño al que brinda atención y educación. [2]
Pausa para reflexionar
Resume lo que ahora sabes de documentación y valoración en un párrafo. ¿Cuáles son tus conclusiones clave de este capítulo?