Saltar al contenido principal
LibreTexts Español

2.8: Evaluar argumentos

  • Page ID
    94340
  • \( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \)

    \( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)

    \( \newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)

    ( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\)

    \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\)

    \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\)

    \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\)

    \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)

    \( \newcommand{\id}{\mathrm{id}}\)

    \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)

    \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\)

    \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\)

    \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\)

    \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\)

    \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\)

    \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\)

    \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\)

    \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\AA}{\unicode[.8,0]{x212B}}\)

    \( \newcommand{\vectorA}[1]{\vec{#1}}      % arrow\)

    \( \newcommand{\vectorAt}[1]{\vec{\text{#1}}}      % arrow\)

    \( \newcommand{\vectorB}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \)

    \( \newcommand{\vectorC}[1]{\textbf{#1}} \)

    \( \newcommand{\vectorD}[1]{\overrightarrow{#1}} \)

    \( \newcommand{\vectorDt}[1]{\overrightarrow{\text{#1}}} \)

    \( \newcommand{\vectE}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash{\mathbf {#1}}}} \)

    \( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \)

    \( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)

    Hacemos gran parte de nuestro razonamiento casi automáticamente, por lo que es fácil pasar por alto la frecuencia con la que nos involucramos en él. Cada vez que alguien da razones para apoyar un reclamo, está dando un argumento. Gran parte de este libro de texto está dedicado a la evaluación de argumentos, y encontraremos tres temas clave que emergen una y otra vez.

    Una vez que hayas identificado un argumento, debes hacer tres preguntas.

    1. ¿Las premisas son verdaderas (o al menos plausibles)?
    2. ¿Se ha omitido alguna información relevante de las instalaciones?
    3. ¿Las premisas apoyan la conclusión?

    ¿Son plausibles las premisas?

    Si el tema es si debes creer la conclusión, entonces la primera pregunta que hay que hacer es si las premisas son plausibles. En este contexto, nada puede salvar un argumento si una o más de sus premisas son falsas. Si las premisas de un argumento —incluso solo uno de ellos— son falsas, no tenemos ninguna razón para aceptar su conclusión.

    A veces no podemos estar seguros de si las premisas de un argumento son ciertas, y debemos conformarnos con la plausibilidad en su lugar. Pero cuanto más plausible sea el local, mejor. Si simplemente estás haciendo razonamiento what-if, la plausibilidad de las premisas puede no importar; solo estás preguntando qué sería cierto si las premisas fueran verdaderas, y en este contexto, no importa si realmente son ciertas.

    ¿Se ha omitido la información relevante?

    Cuando se trata de razonamiento, la ignorancia no es dicha; lo que no sabes puede lastimarte. Un argumento puede tener todas las premisas verdaderas y, sin embargo, omitir información que sea relevante para nuestra evaluación del mismo. Supongamos que Wilbur te dice que Jack sería una buena persona para comprarle un auto usado porque Jack sabe mucho de autos y no usa técnicas de alta presión. Estas premisas pueden ser ciertas, pero si Wilbur no menciona que Jack ha hecho tiempo por fraude, estás en problemas si aceptas la conclusión de su argumento.

    Normalmente no podemos obtener toda la verdad y nada más que la verdad; examinar todas las pruebas que posiblemente puedan ser relevantes sería una tarea interminable. Pero nunca debemos descuidar las pruebas que conocemos, o las pruebas que parecen que podrían tener sobre el tema de una manera importante.

    En muchos casos, necesitamos una buena cantidad de conocimientos previos para responder a las dos primeras preguntas. Si el argumento es sobre el fútbol, necesitamos saber algo sobre el fútbol; si se trata de cocinar, necesitamos saber algo sobre cocinar. La lógica no puede suministrar esta información, pero discutiremos diversos factores, por ejemplo, la evaluación de fuentes, que pueden ayudarnos a responder las dos primeras preguntas cuando surjan en la vida real. Veremos que esta pregunta no surge cuando estamos evaluando un argumento deductivamente válido.

    ¿Con qué fuerza, si acaso, las premisas apoyan la conclusión?

    Esta es otra forma de preguntar si el argumento es deductivamente válido o inductivamente fuerte y, si es este último, qué tan fuerte es.

    Para dominar diversos conceptos clave, a veces nos centraremos en una de estas preguntas sin preocuparnos por las demás. Pero cuando ponemos todas las cosas juntas al final, cuando estás evaluando el razonamiento en el mundo real, las tres preguntas son importantes.


    This page titled 2.8: Evaluar argumentos is shared under a CC BY-NC 4.0 license and was authored, remixed, and/or curated by Jason Southworth & Chris Swoyer via source content that was edited to the style and standards of the LibreTexts platform; a detailed edit history is available upon request.