31.6: Reforma de la Justicia Penal
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Cuando estamos tratando de establecer cómo debería ser nuestro sistema de justicia penal y qué reformas podrían ser necesarias, hay un par de escollos que debemos tener en cuenta. La principal de ellas es la hipótesis del mundo justo. El impulso de ver el mundo como justo, y esperar que la gente obtenga lo que se merece, realmente puede impedir nuestra capacidad de reconocerlo cuando la justicia falla. Las condenas injustas son reales y demasiado comunes. Hay muchas organizaciones como el Proyecto Inocencia que hacen el trabajo poco financiado y relativamente ingrato de luchar por exoneraciones para los condenados injustamente. La mayoría de estas condenas injustas eran prevenibles si tomamos el esfuerzo de reformar la forma en que funcionan los interrogatorios policiales, evitamos la negociación de declaraciones de culpabilidad, reestructuramos el proceso de selección del jurado, trabajamos para evitar sesgos en la identificación de testigos y una serie de otros factores bien documentados. Desafortunadamente, es muy difícil convencer a las personas que no están bien educadas en estos temas de que hay que hacer algo, por el supuesto de que no habrían sido condenados si no hubieran hecho algo mal.
También podemos ver cómo el error fundamental de atribución puede impactar cómo las personas de los jurados y el público en general ven al acusado. Es muy fácil reconocer factores atenuantes externos o causales cuando se nos acusa de hacer mal, pero ignorar esos factores cuando otros se encuentran en situaciones similares.