2.4: La economía de la atención
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“La atención es un recurso, una persona sólo tiene mucho de él” (Crawford 11).
“¿Cómo enfocas tu atención? ¿Cómo lo proteges? ¿Cómo lo aplicas productiva y estratégicamente, y evitas dárselo a malos actores o fuentes dudosas? ¿Y cómo se hace eso en un mundo donde las decisiones sobre con qué involucrarse se toman en segundos, no en minutos ni en horas?” (Caulfield)
Visión general
En un mundo donde la información es abundante, donde estamos sobrecargados y abrumados de información a diario, la atención es la escasez (Caulfield).
Los algoritmos están siendo utilizados por plataformas de redes sociales y organizaciones de noticias para mantener nuestra atención enfocada en sus sitios web. Estas y otras plataformas digitales han descubierto que la mejor manera de mantenernos comprometidos con sus sitios web es promover contenido sensacional, divisivo o que induce superación. Las respuestas emocionales son las que nos mantienen haciendo clic, gustando, comentando y compartiendo; al tratar de captar la atención, nuestra ira, miedo y asco son una señal en el ruido. “La gente tiende a reaccionar más ante los insumos que aterrizan bajo en el tronco encefálico. El miedo y la ira producen mucho más compromiso y compartir que alegría. El resultado es que los algoritmos favorecen el contenido sensacional sobre la sustancia” (McNamee).
“Compromiso”
“Muchos de los mayores problemas que enfrentamos en este momento como sociedad son el resultado de las decisiones que toman los creadores ocultos de nuestro mundo digital: los diseñadores, desarrolladores y editores que crean y curan los medios que consumimos... Lo hacen enfocándose en una métrica sobresimplificada, una que soporta publicidad como su principal fuente de ingresos. Esta métrica se llama compromiso, y enfatizarla —sobre todo— ha cambiado sutil y constantemente la forma en que vemos las noticias, nuestra política y entre nosotros” (Rose-Stokwell, “Así es como tu miedo e indignación se venden con fines de lucro”).
Tobias Rose-Stokwell, escritor y tecnólogo enfocado en el diseño ético, explica cómo las reacciones emocionales son fuertes indicadores de compromiso y cómo el contenido divisivo que capta nuestra atención se mostrará primero en nuestros feeds. Luego compartimos nuestros juicios morales con nuestros propios seguidores, creando lo que él llama “cascadas de indignación” que dominan nuestras conversaciones en línea.
En efecto, en su informe sobre “Trastorno de la información”, los investigadores Wardle y Derakhshan enfatizan que: “Las redes sociales son impulsadas por el intercambio de contenido emocional. La arquitectura de estos sitios está diseñada de tal manera que cada vez que un usuario publica contenido —y se le gusta, se comenta o se comparte más— su cerebro libera un pequeño golpe de dopamina (13).
¿El ejemplo más notable de esta idea? La mayoría de nuestros feeds de contenido y cronogramas ya no están ordenados cronológicamente o por relevancia. En cambio, la decisión sobre qué contenido mostrarnos se basa en cambio en la probabilidad de que tengamos que comprometernos con él.
Fuentes
Caulfield, Mike. “La atención es la escasez”. Hapgood, 4 feb. 2019.
Crawford, Matthew. El mundo más allá de tu cabeza: sobre convertirte en un individuo en una era de distracción. Farrar, Straus y Giroux, 2016.
Gráficos: “Esto te hará llorar”, definiciones de “Compromiso”, “Cronológico vs. Feed de compromiso”, “Algoritmo de clasificación básico” de Tobias Rose-Stokwell están bajo la licencia CC BY-NC 4.0
Imagen: “Boy Mobile Phone” de Andi_Graf en Pixabay
McNamee, Roger. “Cómo arreglar Facebook — Antes de que nos arregle”. Washington Mensual, ene/feb/mar. 2018.
Rosa-Stockwell, Tobías. “Cómo Diseñar Mejores Redes Sociales”. Mediano, 13 Abr. 2018. Licenciado bajo CC BY-NC 4.0
Rosa-Stockwell, Tobías. “Así es como tu miedo e indignación se venden con fines de lucro. ” Mediano, 14 de julio de 2017. Licenciado bajo CC BY-NC 4.0.
Wardle, Claire y Hossein Derakhshan. “Trastorno de la información: hacia un marco interdisciplinario para la investigación y la formulación de políticas”. Consejo de Europa, 27 de septiembre de 2017.