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9.4: La Primera Prueba- Analogía de Ciudad y Alma

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    Ver 576b-580c. La respuesta de Sócrates al reto del Libro II es en forma de tres argumentos, el primero de los cuales es un argumento por analogía: Un alma tiránica es como una ciudad tiránica, porque el poderoso deseo sin ley de una persona tiránica preside sobre el resto del alma tanto como un tirano señores sobre el resto de la ciudad. La ciudad tiránica es, sin embargo, esclavizada, pobre, temerosa y generalmente miserable. Por lo tanto, el alma tiránica es igualmente miserable. (Es doblemente malo, piensa Sócrates, si la persona es un verdadero tirano, pues entonces no sólo está esclavizado internamente, sino, porque está en constante peligro de ser derrocado por sus súbditos, vive en constante miedo, prisionero en su propio palacio.) Al final de este pasaje queda claro que Glaucon y Sócrates piensan que el argumento puede extenderse también a las almas democráticas, oligárquicas, timocráticas y aristocráticas, con el resultado de que las personas están felices en la medida en que son justas. Nunca se afirma explícitamente, pero el argumento general parece ser el siguiente: Cuanta más justicia hay en una ciudad, más hace cada ciudadano el trabajo para el que más se adapta, y más armoniosamente funciona la ciudad. Cuanto más armoniosamente funciona la ciudad, más adecuadamente se satisfacen los deseos de los ciudadanos. Cuanto más adecuadamente se satisfacen los deseos de los ciudadanos, más feliz es la ciudad. Entonces, cuanto más justicia hay en una ciudad, más feliz es. De igual manera, cuanta más justicia hay en el alma de una persona, más hace cada parte del alma el trabajo para el que más se adapta, y más armoniosamente funciona el alma. Cuanto más armoniosamente funciona el alma, más adecuadamente se satisfacen los deseos de cada parte del alma. Cuanto más adecuadamente se satisfacen los deseos de las partes, más feliz es la persona. Por lo tanto, cuanto más uno es justo, más uno es feliz.

    • ¿Qué tan buena es la analogía entre ciudades y almas? ¿En qué se diferencia la relación entre las partes de un alma de la relación entre las partes de una ciudad?

    • ¿Es necesariamente miserable un mafioso exitoso cuya parte racional está enteramente al servicio de su parte apetitiva? ¿La parte racional sentiría dolor por su servidumbre?

    • ¿Qué pasa con la ciudad democrática y el alma? ¿No estuvieron de acuerdo Sócrates y Glaucon en que la vida en la ciudad democrática es placentera (558a)? Entonces, por la misma analogía que utilizan para argumentar en contra de la felicidad del alma tiránica, ¿no seguiría que el alma democrática viva gratamente? Muestrea todos los placeres, e incluso incursionó en algo así como la filosofía cuando le apetece. Puede que no entable ninguna conversación dialéctica real, ni se acerque a la verdad sobre la esencia de las cosas, pero ¿sufre por esto?

    • Sócrates sugiere en 576a que la persona tiránica nunca consigue probar la verdadera amistad. ¿Es esto cierto? ¿Qué es la verdadera amistad y por qué Sócrates podría pensar que estar gobernado por un poderoso deseo sin ley lo impide?


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