2.2: Comunicación escrita
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La comunicación escrita puede ser en forma de cartas, notas manuscritas, correos electrónicos, mensajes de texto o instantáneos, faxes, libros, periódicos, revistas y letreros. Cada vez más, la comunicación escrita diaria toma la forma de correos electrónicos y mensajes de texto. Si bien estos mensajes pueden ser breves, el potencial de falta de comunicación es significativo.
En general, las personas son mejores para comunicarse e interpretar el tono en los mensajes vocales que en los mensajes basados en texto. En los correos electrónicos y mensajes de texto, donde existe una tendencia a reducir el número de palabras en un mensaje y usar abreviaturas o jerga, el destinatario puede perder el significado completo o tono pretendido.
Para reducir la falta de comunicación:
- Determinar cómo se debe comunicar mejor la información.
- Si el tema de tu comunicación es sensible, considera hablar por teléfono o reunirte en persona para transmitir tu mensaje en lugar de enviar un correo electrónico o mensaje de texto.
- Tómate tu tiempo para redactar tu mensaje.
- Piensa en las palabras que estás escribiendo desde la perspectiva del destinatario.
- Usa el principio KISS y “mantenlo súper simple”. Cuanto más simplemente se afirma algo, menos oportunidades hay de confusión o malentendido. En ausencia de lenguaje corporal y tono de voz, el receptor sólo puede confiar en la palabra escrita.
- Nunca use herramientas de correo electrónico o redes sociales cuando esté enojado o molesto. Siempre espere hasta que esté tranquilo y compuesto antes de abordar un tema.