3.3: Clasificación de técnicas analíticas
- Page ID
- 75721
El análisis de una muestra genera una señal química o física que es proporcional a la cantidad de analito en la muestra. Esta señal puede ser cualquier cosa que podamos medir, como el volumen o la absorbancia. Es conveniente dividir las técnicas analíticas en dos clases generales en función de si la señal es proporcional a la masa o moles de analito, o es proporcional a la concentración del analito
Considera los dos cilindros graduados en la Figura 3.3.1 , cada uno de los cuales contiene una solución de 0.010 M Cu (NO 3) 2. El cilindro 1 contiene 10 mL, o\(1.0 \times 10^{-4}\) moles de Cu 2 +, y el cilindro 2 contiene 20 mL, o\(2.0 \times 10^{-4}\) moles de Cu 2 +. Si una técnica responde a la cantidad absoluta de analito en la muestra, entonces la señal debida al analito S A
donde n A son los moles o gramos de analito en la muestra, y k A es una constante de proporcionalidad. Debido a que el cilindro 2 contiene el doble de moles de Cu 2 + que el cilindro 1, analizar el contenido del cilindro 2 da una señal dos veces más grande que la del cilindro 1.
Una segunda clase de técnicas analíticas son aquellas que responden a la concentración del analito, C A
Dado que las soluciones en ambos cilindros tienen la misma concentración de Cu 2 +, su análisis produce señales idénticas.
Una técnica que responde a la cantidad absoluta de analito es una técnica de análisis total. La masa y el volumen son las señales más comunes para una técnica de análisis total, y las técnicas correspondientes son la gravimetría (Capítulo 8) y la titrimetría (Capítulo 9). Con algunas excepciones, la señal para una técnica de análisis total es el resultado de una o más reacciones químicas, cuya estequiometría determina el valor de k A en la Ecuación\ ref {3.1}.
Históricamente, la mayoría de los métodos analíticos tempranos utilizaron una técnica de análisis total. Por esta razón, las técnicas de análisis total suelen denominarse técnicas “clásicas”.
La espectroscopia (Capítulo 10) y la electroquímica (Capítulo 11), en las que una señal óptica o eléctrica es proporcional a la cantidad relativa de analito en una muestra, son ejemplos de técnicas de concentración. La relación entre la señal y la concentración del analito es una función teórica que depende de las condiciones experimentales y de la instrumentación utilizada para medir la señal. Por esta razón se determina experimentalmente el valor de k A en la Ecuación\ ref {3.2}.
Dado que la mayoría de las técnicas de concentración se basan en medir una señal óptica o eléctrica, también se conocen como técnicas “instrumentales”.