8.6.7: Habilidades espaciales
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Desarrollo de Habilidades Espaciales
Las habilidades espaciales se refieren al procesamiento cognitivo de la información espacial, que “involucra formas, ubicaciones, caminos, relaciones entre entidades y relaciones entre entidades y marcos de referencia” (Newcombe & Shipley, 2015). Las habilidades espaciales son una parte importante del desarrollo cognitivo porque las habilidades espaciales tempranas están asociadas con el uso de mapas (Liben et al., 2013), habilidades numéricas (Zhang, 2016; Cornu et al., 2018; Fanari et al., 2019), razonamiento matemático y conocimiento (Casey et al., 2015; Rittle-Johnson et al., 2019), escritura temprana habilidades (Bourke et al., 2014), habilidades motoras (Jansen & Heil, 2010) y funciones ejecutivas (Lehmann et al., 2014; Frick y Baumeler, 2017). [1]
El pensamiento espacial a menudo implica rotación mental. La rotación mental se refiere a la capacidad de imaginar cómo se vería un objeto que se ha visto desde una perspectiva si se rotara en el espacio hacia una nueva orientación y se viera desde la nueva perspectiva. Esta habilidad es crucial incluso para los infantes porque desde poco después del nacimiento se enfrentan y deben representar cognitivamente objetos en movimiento y rotación en su entorno natural. Ya sea un cuidador o un juguete favorito, los bebés deben aprender a reconocer a las personas y los objetos cuando se ven desde diferentes orientaciones. La figura\(\PageIndex{2}\) proporciona un ejemplo de un elemento de prueba que se usa frecuentemente para medir la rotación mental. En la parte superior se encuentra una imagen de un “mismo” estímulo en el que el objeto de la derecha es el mismo que el objeto de la izquierda, apenas girado. En la parte inferior hay una imagen de un estímulo “diferente”, no importa cómo se rote la imagen de la izquierda, no puede ser representada por la imagen de la derecha. [3] [4] [5]
Varios estudios han reportado habilidades de rotación mental en infantes de tan solo 3 a 5 meses de edad con mayores habilidades en niños que en niñas en la primera infancia (Constantinescu et al., 2018; Johnson & Moore, 2020; Lauer et al., 2015; Quinn & Liben, 2014). Como ejemplo, Moore y Johnson (2008) habituaron bebés de tres meses a un video de un objeto, como en la Figura\(\PageIndex{3}\), ya que giraba alrededor de su eje vertical. Entonces, en los ensayos de prueba, los infantes vieron el mismo objeto (solo girado) o un objeto diferente (su imagen especular). En la Figura la\(\PageIndex{4}\) imagen A representa el “lado posterior” del objeto de habituación visto en la Figura\(\PageIndex{4}\) (así es la misma imagen, apenas girada). En la Figura la\(\PageIndex{4}\) imagen B representa la imagen especular del objeto visto en la imagen A. Los resultados del estudio revelaron que solo los niños, no las niñas, diferenciaban entre el mismo y el objeto espejo. Así, la rotación mental se desarrolla ya a los tres meses de edad, con una diferencia de género favoreciendo a los varones en la capacidad de rotar mentalmente un objeto en el espacio tridimensional. [7]
Los estudios sugieren que existen diversos factores que podrían ser importantes para apoyar el desarrollo temprano de las habilidades de rotación mental. Campos et al. (2000) aportaron evidencia de que la locomoción autoproducida, como el gatear, es relevante para la capacidad visual-cognitiva infantil en general, mientras que otros estudios han demostrado una asociación específica entre el rastreo infantil y la capacidad de rotación mental (Gerhard-Samunda, Jovanovic & Schwarzer, 2021; Schwarzer et al., 2012). Además, la exploración manual de objetos, como cuando bebés y niños pequeños usan sus manos para manipular, rotar y transferir objetos, podría estar asociada con la capacidad de rotación mental infantil (Möhring & Frick, 2013; (Soska et al., 2010). Estos hallazgos demuestran una relación entre las habilidades de rotación mental en infantes y niños pequeños y la exploración de objetos y ambientes. Los cuidadores pueden apoyar el desarrollo de habilidades de rotación mental alentando a los bebés y niños pequeños a explorar directamente objetos de varios tamaños, formas, colores, etc., con sus manos y apoyando la exploración de niños móviles. [7]
[1] Yang et al., (2020). ¿Es efectivo el entrenamiento temprano en habilidades espaciales? Un metaanálisis. Fronteras en Psicología, 11, 1938. CC por 4.0
[2] Imagen de Ryan Fields en Unsplash
[3] Johnson & Moore (2020). Pensamiento espacial en la infancia: Orígenes y desarrollo de la rotación mental entre los 3 y los 10 meses de edad. Investigación Cognitiva: Principios e Implicaciones, 5 (1), 1-14. CC por 4.0
[4] Schwarzer et al., (2013). Cómo se relacionan el rastreo y la exploración manual de objetos con las habilidades de rotación mental de bebés de 9 meses de edad. Fronteras en Psicología, 4, 97. CC por 4.0
[5] Ganis & Kievit (2015). Un nuevo conjunto de formas tridimensionales para investigar procesos de rotación mental: Datos de validación y conjunto de estímulos. Revista de Datos de Psicología Abierta, 3 (1), e3. CC por 3.0
[6] Imagen de Ganis & Kievit (2015). Un nuevo conjunto de formas tridimensionales para investigar procesos de rotación mental: Datos de validación y conjunto de estímulos. Revista de Datos de Psicología Abierta, 3 (1), e3. CC por 3.0
[7] Schwarzer et al., (2013). Cómo se relacionan el rastreo y la exploración manual de objetos con las habilidades de rotación mental de bebés de 9 meses de edad. Fronteras en Psicología, 4, 97. CC por 4.0
[1] Imagen de Jelleke Vanooteghem en Unsplash