Los bebés y niños pequeños tienen una capacidad increíble para participar en el aprendizaje y organizar rápidamente grandes cantidades de nueva información. Claramente, un bebé o niño pequeño que está explorando cómo funciona algo o interactuando con un adulto u otros niños revela una mente activa que está descubriendo y dando sentido al mundo circundante de personas y cosas.
Los bebés y niños pequeños experimentan el mundo y construyen conocimiento de manera integral durante momentos simples de juego, exploración e interacción con objetos y con otras personas. Constantemente recopilan nueva información y le dan sentido. Sus mentes toman activamente sonidos, palabras, patrones de movimiento y las acciones y reacciones de personas, criaturas y objetos. Integran nueva información en un sistema de conocimiento cada vez más complejo. A medida que los infantes amplían sus encuentros con objetos y personas, prueban habilidades emergentes, descubren nuevas acciones y experimentan sentimientos de nuevas maneras. En momentos de juego, experimentan, investigan e inventan soluciones, tratando de averiguar cómo funcionan las cosas. [1]
Figura 15.10: ¿Qué sucede cuando golpeas la olla metálica con una espátula de plástico? Este infante está disfrutando de la música resultante. [2]
Contextos para el plan de estudios para niños pequeños
Al planear el plan de estudios para el periodo del nacimiento a los tres años, los maestros deben ser conscientes de lo que hacen los bebés y niños pequeños en el juego, tanto cuando actúan sobre objetos como cuando interactúan con adultos y compañeros. En esencia, el juego es el “trabajo” de infantes y niños pequeños. Cuando los maestros son conscientes de las formas en que cada infante experimenta un momento de juego, la agenda de aprendizaje de ese niño se revela. En respuesta, los maestros son capaces de planificar un plan de estudios que se alinee con la agenda de aprendizaje innato del infante. Al desarrollar planes de estudios para infantes y niños pequeños, los maestros planean tres contextos de aprendizaje:
El ambiente de juego como plan de estudios. Los planes curriculares incluyen la selección de materiales de juego que agregan interés y complejidad a distintas áreas donde los bebés y niños pequeños juegan libremente.
Interacciones y conversaciones como plan de estudios. Los planes curriculares abordan formas de estar con bebés y niños pequeños durante la interacción, incluida la interacción no verbal, las conversaciones, la cooperación, los conflictos y los momentos en que los bebés expresan sentimientos fuertes como deleite, tristeza, ira o frustración.
Las rutinas de cuidado como plan de estudios. Los planes curriculares incluyen rutinas de cuidado, particularmente las comidas, los cambios de pañales y las siestas. La enseñanza intencional invita a los bebés y niños pequeños a participar en rutinas de cuidado que profundizan sus experiencias de relación y abren posibilidades para construir habilidades y conceptos emergentes. [3]
Figura 15.11: Este aula de educación infantil sirve a los niños comida al estilo familiar y permite que los niños desarrollen muchas habilidades a través de servirse a sí mismos. Mira su enfoque y concentración mientras manipula las pinzas para recoger la comida. [4]
La observación como base para planificar el plan de estudios para bebés y niños pequeños
Planear el plan de estudios para bebés y niños pequeños comienza con los maestros que descubren, a través de una escucha y observación cuidadosas, el desarrollo La observación es una habilidad docente esencial. Cuando los maestros observan con atención, descubren cómo los niños individuales hacen descubrimientos y dan sentido dentro de los momentos cotidianos de juego e interacciones.
Observar con el propósito de evaluar el aprendizaje individual de los niños significa observar y escuchar cuidadosamente con pensamiento y reflexión. Al hacerlo, los maestros encuentran evidencia del significado individual de los niños: cómo un niño expresa o muestra sentimientos, cómo responde un niño a los sentimientos de los demás y cómo responde un niño al impacto de sus acciones en los objetos que encuentra o las personas con las que interactúa.
Cuando los maestros observan el juego y las interacciones de los bebés, reúnen evidencia que pertenece al desarrollo social, emocional, lingüístico, cognitivo y perceptivo y motor de cada niño. Una observación puede ayudar a los maestros a ver, describir y comprender cómo un bebé organiza los sentimientos, las ideas, las habilidades y los conceptos.
En ocasiones, los maestros pueden optar por anotar lo que observan en una nota. También pueden tomar una foto o, con niños pequeños mayores, pueden guardar una muestra del trabajo de cada niño. Al hacerlo, los maestros recopilan datos observacionales que proporcionan evidencia clara y vívida del desarrollo de los niños. Observar cómo los niños exploran y juegan con materiales o ideas recién introducidos a menudo hace posible que los maestros rastreen el progreso del desarrollo de los niños.
A medida que los maestros observan el juego, la exploración y las interacciones de los niños, descubren formas de apoyar el aprendizaje de los niños. Las ideas para los próximos pasos en la planificación curricular surgen a medida que los maestros reflexionan sobre cómo podrían extender o expandir la exploración, resolución de problemas, pensamiento, interacciones y lenguaje de los niños. La observación, la reflexión y la documentación en el momento lanzan simultáneamente una evaluación continua del progreso de cada niño en el aprendizaje, así como del ciclo de planeación curricular. [5]
Observando Mientras Participa
Figura 15.12: Tener materiales para tomar notas a mano puede permitirle anotar algunas notas rápidamente sin siquiera alejarse de los niños.
Uno de los desafíos clave para los maestros de cuidado infantil es poder observar y registrar sus observaciones al tiempo que brindan atención y educación temprana. Aprender a abordar este reto lleva tiempo y un buen sistema de soporte. Los maestros pueden desarrollar planes juntos para observar y registrar el comportamiento en el contexto de las rutinas y eventos diarios. Algunos profesores se turnan; otros tienen sistemas como cámaras y tarjetas de notas colocadas alrededor de las habitaciones y patios de juego para que puedan tomar notas rápidas o fotos “sobre la marcha”. Hay muchas formas de participar y observar al mismo tiempo.
Los niños se acostumbran a que el maestro tome notas y fotos, y se incorpore a las rutinas diarias. Las observaciones de los maestros que se involucran diariamente con los niños son realmente las más útiles porque el maestro entiende el contexto del niño; todo, desde cómo dormía el niño la noche anterior hasta sus intereses actuales. Los maestros de cuidado infantil que observan regularmente son más capaces de brindar atención y educación que se conecte con cada niño del grupo. [6]
Observación y Documentación y el Proceso Responsivo del PITC
En el enfoque del Programa para el cuidado de bebés y niños pequeños (PITC), los maestros receptivos siempre están observando a los niños. “Vigilar”, u observación, es el primer paso del proceso de respuesta de tres pasos del PITC. La observación permite a los maestros leer las señales de los bebés y satisfacer sus necesidades momento a momento. Una de las prácticas centrales del PITC es ayudar a los bebés a establecer bases seguras para la exploración y el aprendizaje. El monitoreo momento a momento de los mensajes de los bebés y las respuestas puntuales y contingentes derivadas de la observación fortalecen las relaciones entre los infantes y sus maestros y conducen al desarrollo de bases seguras.
El proceso de “Vigilar, Preguntar y Adaptar” del PITC trabaja de la mano con la planificación curricular que incluye observación, documentación y evaluación. Los maestros de cuidado de bebés y niños pequeños observan para ser receptivos y construir relaciones con los infantes. En este proceso, los maestros también observan y documentan, lo que les ayuda a profundizar en su comprensión del aprendizaje y desarrollo de los niños y descubrir formas de apoyarlo. [7]
Recuerda una vez que observaste o interactuaste con un bebé o encuentra un video que muestre a un bebé. Piensa en cómo podrías implementar El Proceso Responsivo. ¿Cómo observarías, preguntarías y adaptarías?
Implementación de un Plan
Cada día, los maestros de cuidado infantil introducen o implementan posibilidades para ampliar el aprendizaje y desarrollo de los niños. Una vez observados a los niños atendidos y documentadas sus experiencias, los maestros prueban sus planes realizando cambios en el entorno, introduciendo materiales, relacionándose e interactuando con los niños de nuevas maneras, y resaltando objetos o conceptos para enfoque selectivo. Sin embargo, este proceso de implementación no debe ser visto como un punto final en el proceso de planeación curricular. Los pensamientos, sentimientos, necesidades e intereses únicos de cada niño en reacción al plan o una estrategia deben influir en la forma en que ocurre la implementación. La forma en que cada bebé o niño pequeño responderá a las sugerencias de un maestro es impredecible. Una vez que se introduce una posibilidad o sugerencia, el maestro sigue, observa lo que hace cada niño y responde a la participación continua de los niños individuales en el aprendizaje.
Una vez que comienza una interacción con un niño o grupo pequeño de niños, los maestros tienen que estar listos para adaptar sus planes y acciones a las necesidades e intereses momentáneos y a menudo cambiantes de cada niño. La adaptación y el cambio son partes críticas de los procesos de aprendizaje tanto de niños como de maestros y entran en juego constantemente durante el proceso de implementación.
Figura 15.14: Esta maestra va a necesitar estar lista para seguir el ejemplo de los niños a medida que crean su propia experiencia a partir de lo que ella ha planeado para ellos. [9]
Las actividades, entornos y oportunidades de interacción que se introducen deben reflejar respeto por (1) las competencias que los infantes y niños pequeños aportan a cada interacción y (2) la necesidad de los niños de experiencias basadas en las relaciones.
Para funcionar bien, la implementación debe adaptarse a los intereses y necesidades cambiantes del infante durante cada día. De esta manera, el plan de estudios responderá a lo que los infantes aportan a las experiencias tempranas y a lo que los niños buscan de esas experiencias.
La implementación debería:
orientar al maestro de cuidado infantil al papel de facilitador del aprendizaje;
ayudar al maestro a leer las señales de cada infante en el grupo pequeño;
abordar toda la experiencia de aprendizaje de los niños, incluyendo el ambiente de aprendizaje y las políticas programáticas que contribuyen al clima de aprendizaje;
despertar el interés de cada infante y fomentar y apoyar la exploración;
reflejar la consideración de las etapas de desarrollo, pero también permiten variaciones individuales en el temperamento, el enfoque y el ritmo;
tener un alcance lo suficientemente amplio como para que el maestro pueda responder a todos los dominios del desarrollo simultáneamente.
Las estrategias de interacción del profesor se complementan con un ambiente de apoyo que ofrece:
un lugar seguro e interesante para el aprendizaje;
una variedad de materiales que sean apropiados para las necesidades e intereses individuales de los bebés y niños pequeños del grupo;
organización del aprendizaje y la atención en grupos pequeños;
adhesión a políticas que maximicen la sensación de seguridad de cada niño en el cuidado y continuidad de la relación con los maestros;
optimización de las conexiones programáticas con la familia del niño. [10]
Por ejemplo
Un maestro puede haber observado durante varios días que un pequeño grupo de niños mayores se está fascinando con el juego simulado. Entre las razones por las que el maestro puede estar en sintonía con este interés se encuentra su conexión con varias bases de aprendizaje y desarrollo del bebé/niño pequeño, sobre todo, el juego simbólico. A través de la reflexión sobre las observaciones y documentación de los intereses emergentes de los niños, el maestro puede decidir colocar títeres adicionales en el entorno. El maestro puede preguntarse si los títeres motivarían a los niños a seguir construyendo su interés en el juego de simulación. En lugar de llamar la atención sobre los títeres, el maestro puede simplemente decidir colocar los títeres en el área de juegos dramáticos de la sala. El maestro también puede agregar al área de juego exterior algunos accesorios nuevos relacionados con la jardinería. Entonces, curiosa por lo que harán los niños con los nuevos materiales de juego, la maestra esperaría a ver qué pasa después. Cualquier cosa podría pasar; los niños pueden no estar interesados en los nuevos materiales, o pueden comenzar a participar en juegos de fantasía animados que sugieren nuevas posibilidades al maestro. [11]
Figura 15.15: ¿Qué materiales nota que apoyan el juego dramático se presentan en este espacio? ¿Qué más podrían querer proporcionar los maestros? [12]
Pausa para reflexionar
Después de tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo que aprendiste sobre el bebé/niño pequeño (haciendo referencia a la observación/interacción o video que usaste en la función Pause the Reflect anterior), ¿qué podrías querer implementar con ese bebé/niño pequeño? Si tuvieras que ofrecer esa experiencia a otros bebés o niños pequeños, ¿cómo podrías anticipar la necesidad de modificar la experiencia para satisfacer sus necesidades?
